El error de Lady Susan- Verónica Mengual

Start from the beginning
                                    

▪ He estado en el cielo. No imagino volver a mi jaula de oro sin ti.

▪ Tengo tanto que hacer para llegar a ser digno de ti. Tengo que trabajar mucho. -Quien no es digna de ti soy yo, amor mío

▪ -Estoy arruinada para todos los demás, mi amor. No habrá nadie como tú nunca. Tendrás mi amor y devoción contigo hasta mi último aliento.

▪ -Un jarro de agua fría. Eso es lo que él sintió al oír que el amor de su vida pertenecía a otro.

▪ Después de haber vivido esta vida llena de lujos y sin afecto, prefería aventurarse en otra donde hubiera privación pero mucho amor.

▪ Yo no he aguantado todos estos años tu existencia para perder lo único que eras capaz de darme. Serás duquesa, porque no te he mantenido con vida para nada menos que eso.

▪ Comprendió la vulnerabilidad de su sexo. Criadas para ser esposas, sin dinero propio, sin poder hacer frente a una situación como la que se presentaba ante ella, tan dependiente de un hombre para salvarla;

▪ Una persona que tratase a Susy con esa falta de escrúpulos era un monstruo. Lady Susan Dawson era una de las personas más puras que habitaba en este mundo y, si Dios la había colocado a ella para guárdarla y protegerla, que así fuese.

▪ Dos de los hombres más importantes de su vida, habían venido para liberarla al fin de cárcel, del yugo de su madre, de la impasibilidad de su padre.

▪ Sí, soy culpable de un cargo de los que me culpan, pues te he traicionado. Pero no del modo que tú crees, es algo más puro, como lo es el amor.

▪ Cuando sientas que fallaste ante mí, si es que alguna vez lo sientes, quiero que recuerdes que yo te perdono con el corazón en la mano.

▪ Se sintió estúpido. ¡Cómo se habría reído ella de él mientras le decía palabras tiernas de amor! Sue simplemente estaba jugando con un pobre desgraciado

▪ Lo que nunca imaginó era descubrir que la maldad de esa mujer no tenía límites. No era un ángel, era definitivamente un demonio.

▪ El amor que una vez creyó sentir por ella se acaba de convertir en una rosa marchita, cuyas espinas estaban atravesando su corazón y lo hacían sangrar de forma incesante.

▪ Él no se iba a conformar con ser las sobras de nadie. Había más mujeres. Sufriría por la traición, se repondría y seguiría con su vida aunque eso implicase morir por el amor perdido de ella.

▪ Mientras Jones estaba lleno de rabia y lujuria, ella pensaba que era lo más romántico que podría haberle sucedido jamás. Hacer el amor bajo la luz de las estrellas: un dulce sueño.

▪ A ti no te perdono, no lo haré jamás porque te amé. Me he entregado a ti. Te di mi corazón y tú lo has pisoteado, y matado mi amor, sin el menor remordimiento. Te he dado mi cuerpo y tú lo has maltratado. Quiero que lo recuerde bien, señor Jones.

▪ Era una mujer enamorada a la que le habían tirado su amor a la cara. Era inocente de todos los cargos.

▪ -Solo tú serías capaz de pedir perdón por mostrar tu dolor. ¡Cielo santo, pequeña! Te han destruido y, aun así, te preocupas por los demás. Maldigo a tu madre, y maldigo a Ashton. Ambos dos merecen arder en el infierno por sus calamidades.

▪ Hay cosas que no se pueden prever, suceden y no hay manera de evitarlas,

▪ ¿Por qué la vida se ensaña conmigo, Lisa? ¿Soy un engendro del diablo, como decía mi madre?

▪ Su corazón, ese que había llevado a buen recaudo durante veintidós años y que le había entregado a ella por voluntad propia, se desgarró. Susan había abierto su pecho con la precisión exigida para poder sacarlo y aplastarlo.

▪ No queda un ápice dentro de él de lo que una vez fue, se fue consumiendo.

▪ Te llevaste lo mejor de ambos en tu partida, mi Sue.

▪ Por cualquier delito que él cometiese, ya ha cumplido el castigo. Te lo garantizo.

▪ Fui culpable ante los ojos de las dos personas que más amaba. Estuve convencida de que me conocían, que me querían y que comprendían la clase de persona que yo era, pero me fallaron.

▪ El ángel había vuelto convertido en pecado para los sentidos.

▪ Había madurado como el buen vino. Se la veía tan segura de sí misma. Perfecta.

▪ Llevo cinco años sin vivir. La comida me sabe a heno, mis sueños están huecos. Nada me contenta. Estoy muerto por dentro, ángel. Te lo suplico. Dime qué hacer y lo haré, te lo juro. Pero no te vayas, no me vuelvas a alejar de tu lado.

▪ -Te amo, Sue. Nunca dejé de amarte y nunca lo haré. Desapareciste, huiste de mí y honré mi juramento. He estado cinco años buscándote. No ha habido más mujer que tú.

▪ Su único error fue enamorarse de él mientras estaba prometida a Oliver. Y se entregó a sus besos y caricias porque sabía que Ashton no la valoraría jamás como mujer,

▪ Para Lee siempre sería una arpía, ¿cierto? Pues iba a comprobar cuan ruin podía llegar a ser ella.

▪ -Eres un buen amante, tal vez te instale como mi semental. Pero no eres demasiado bueno. Tendrás que esmerarte y aprender. Lee libros o habla con otros hombres; porque, si no aprendes rápido, me cansaré enseguida. Aunque por otro lado no te será difícil complacerme, pues has llegado y te has regalado a mí por tu propio pie

▪ Los cinco años que pasó buscándola no lo habían preparado para sentir el dolor, la amargura y la ansiedad que estaban atravesando su corazón. Leonel se sintió miserable, rastrero y ruin.

▪ Te amaba tanto que, incluso creyendo que eras culpable, no pude conseguir arrancarte de mi alma.

▪ -Yo estuve durante un tiempo herida. Me dolía el corazón pensar que mi hija, nuestra hija, no tenía a su padre a su lado. Me humillaste, Lee, me fallaste.

▪ -¿Serás mi esposa, Sue? -Sí, Lee. No hay nada en este mundo que desee más que convertirme en tu mujer ante los ojos de todos, porque en mi corazón siempre fui tuya y tú siempre fuiste mío.

▪ Al calor de la pasión que despertaba el amor, todos los pecados cometidos fueron perdonados.

Frases Del Olimpo. Vol 3Where stories live. Discover now