Lost Soul |Larry Stylinson| [4]

Capítulo 24.

Louis definitivamente ya estaba desesperado, el único lugar que le quedaba era la playa y le causaba temor ir sin Harry.

Pero debía hacerlo.

El ojiazul suelta un suspiro para destensar su cuerpo, el sonido del mar cada vez sonaba más cerca.

Sin pensarlo dos veces entra a la playa e intenta mantenerse lo más lejos posible del agua, esto se sentía tan familiar que asustaba.

Louis frunce su ceño y se permite buscar a Harry con la mirada.

Camina un poco por el lugar y un alivio tremendo lo invade cuando ve la silueta del rizado mirando hacia el mar,  lo reconocería en cualquier lado.

Sin dudarlo se acerca y se sienta a su lado, el ojiverde ni siquiera voltea a verlo y eso le preocupa de sobremanera, debía aclarar todo ya.

—Zayn es mi mejor amigo— Louis va directo al grano— él me ayudó a buscar información sobre lo que me estaba pasando y cuando te conocí todo fué tan abrumador que olvidé contarle sobre ti— finalmente el ojiverde se mueve un poco, pero solo para bajar una de sus piernas.

Aún no se volteaba a ver a Louis.

—Y olvidé contarte sobre él, lamento tanto la confusión, pero te juro que no estoy saliendo con nadie más, jamás sería capaz de hacer algo así— Louis se inclina un poco hacia al frente para poder ver el rostro de Harry y su corazón se rompe cuando ve rastros de lágrimas en sus mejillas.

—Sólo necesitaba pensar... — finalmente la voz ronca del ojiverde se hace presente y Louis traga en seco— necesitaba encontrar un motivo por el cual una persona como tú estaría con alguién como yo.

Louis no podía creer lo que estaba escuchando, Harry se estaba devalorizando como persona.

—Harry, ¿qué rayos... ?

—Estás graduado, tienes amigos, tienes una familia que te ama, eres atractivo, lo tienes todo— la voz del ojiverde se entrecorta y el ojiazul intenta entender como un par de mensajes lograron romper de esa manera a Harry— yo no aporto nada en tu vida, mereces a alguién mejor.

—Debes estar bromeando, no porque tenga todo en la vida significa que sea feliz, no era feliz, Harry— Louis se levanta de su lugar y se sienta frente a su chico.

—Cómo no vas- —Louis lo corta antes de que siguiera hablando.

—Siempre estuve buscando más y más, pasaba de fiesta en fiesta, cuando supe que tenía una llama gemela en algún lado tuve la necesidad de buscarte— Louis baja la pierna restante de Harry y con lentitud se sienta sobre ellas, dejándolo sin escapatoria.

—Louis...

—Todo tuvo sentido cuando finalmente te encontré, eras esa pieza faltante, eres mi felicidad, porque aún teniéndolo todo sentía que no tenía nada.

La respiración de Harry comienza a agitarse y se inclina para apoyar su frente en el hombro de Louis.

—Eres a quién quiero y eres más que suficiente para mí, jamás vuelvas a pensar algo negativo sobre ti, te mereces todo lo bueno del mundo— el ojiverde asiente y Louis finalmente se relaja.

Desliza una de sus manos hacia la espalda del rizado y acaricia esta con suavidad, no le comentaría sobre la preocupación que había sentido.

No quería que Harry se sintiera culpable, habían sido muchas emociones por un día.

—Lo siento— el castaño niega de inmediato y se separa un poco del cuerpo del rizado, toma su rostro entre sus manos y lo mira fijamente.

—Yo también lo siento, debí haberte contado o por lo menos comentado— Harry suelta un suspiro y alza levemente su rostro en busca de un beso que calmara su tristeza.

Louis sin pensarlo se inclina para poder darle lo que buscaba.

Presiona sus labios contra los de Harry con ternura y lleva una de sus manos al cabello de este para acariciar su nuca y hacerlo olvidar.

Había funcionado.

Harry se relaja y sigue el beso con lentitud, estarían bien, todo iba a estar bien.

Finalmente el ojiverde rompe el beso y suelta un suave suspiro, deja un beso en el mentón de Louis y abraza a este con un poco de fuerza.

—Gracias por darte el tiempo de aclarar mis dudas, por no hacer menos mis inseguridades y por preocuparte por mí.

—No des las gracias, es algo que todos debemos hacer cuando nuestra pareja se siente así.

—¿Pareja? — Louis se atraganta con su propia saliva.

—¿Qué?

—Pareja, dijiste pareja— el ojiazul inmediatamente oculta su rostro en el cuello de Harry y siente perfectamente como el pecho de este vibra debajo de él en una risa silenciosa.

—No te rías.

—Oh, no lo estoy haciendo— el ojiverde carraspea un poco y luego lo único que se escucha es el sonido del mar.

Hace un par de minutos, Louis tenía los nervios de punta al entrar solo a la playa, pero ahora que Harry estaba con el, se sentía seguro e incluso relajado.

Harry pensaba que Louis lo hacia sentir seguro, pero Louis pensaba que Harry era el lugar seguro de él.

Se ayudaban mutuamente.

Ninguno daba más que el otro, ambos entregaban todo de sí.

El celular de Harry comienza a sonar en insistentes notificaciones y ambos salen de su burbuja.

El ojiverde saca su celular de su pantalón con un poco de dificultad y desbloquea el aparato.

Eran notificaciones de instagram.

Harry se mantiene en silencio viendo los mensajes y Louis ve como cada vez apretaba más el celular entre sus manos.

—Hey, ¿qué pasa?

—Jhonathan notó que volví a reabrir mis redes sociales, había olvidado que no lo tenía bloqueado— el celular de Harry seguía sonando ante los demás mensajes que llegaban— tiene cosas que son mías, quiere que vaya a buscarlas.

—No.

—Perfectamente no iría, pero son cosas de mi familia— Harry voltea su celular y le muestra a Louis las fotos de los objetos de Harry.

Habían fotografías, libros, películas, un cárdigan de colores, cartas.

Eran muchísimas cosas.

—El cárdigan me lo regaló mi hermana para Navidad, es importante— susurra con suavidad el ojiverde— vayamos juntos.

—¿Juntos? ¿estás seguro?

—Sí, juntos.