Capítulo 6.

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Louis no podía evitar mirar con atención al chico frente a él, ¿sería el Harry que estaba buscando?

El ojiazul puede notar como Harry bebía de pequeños tragos su café y lo había pedido bastante cargado, como si sus intenciones no fueran irse a dormir cuando llegara a su casa.

Ahora que había luz sobre ellos, Louis nota como Harry poseía grandes ojeras, sus pómulos estaban marcados y no de una forma sana, el castaño ladea su cabeza aún observándolo y el ojiverde se remueve un poco incómodo sobre su asiento.

—Sé que doy asco por lo enfermo que me veo, pero por favor... Deja de mirarme— Louis abre sus ojos de golpe y comienza a negar con su cabeza, jamás fué su intención hacerle pensar eso, ni él lo había pensado realmente.

—No das asco Harry, me causas curiosidad— el ojiverde posa sus ojos casi sin brillo sobre el rostro de Louis.

—¿Curiosidad? ¿por qué?— Louis forma una línea con sus labios, se estaba aguantando las ganas de preguntarle a Harry si acaso también había tenido visiones o lo había sentido de alguna forma, pero no sabía si era ese Harry y eso lo estaba desesperando un poco.

—No lo sé, quiero ayudarte— por primera vez Louis escucha la ronca risa de Harry, pero rápidamente nota que había reído de forma sarcástica.

—Todos quieren algo a cambio, ¿qué quieres tú?

—Quiero que seas feliz— las manos del ojiverde comienzan a temblar y decide dejar su café sobre su platillo, ¿felicidad? No merecía ser feliz.

—Eso es imposible, pide algo más sencillo.

—No es imposible si lo crees— Harry oculta la pequeña sonrisa que casi se forma sobre sus pálidos y agrietados labios, había recitado una frase de Alicia en el País de las Maravillas.

—Es imposible porque no lo creo— Louis suelta un suspiro y recarga su codo sobre la mesa para luego apoyar su rostro sobre su mano.

—Entonces déjame ser tu amigo— un amigo... Harry ya había olvidado como se sentía tener una persona incondicional en su vida, él mismo había alejado a todos.

—¿Por qué tanto interés? Soy un desastre ¿no lo ves?— Louis niega lentamente con su cabeza.

—Lo único que veo es una gran persona que está siendo consumida por la oscuridad y quiero ayudarte a recuperar tu luz, quiero ser tu amigo Harry— ¿qué tan malo podría resultar eso? Harry había estado muchísimas veces a punto de morir, pero siempre se había detenido por miedo.

Ese día había tomado el valor suficiente para hacerlo, lo iba a hacer y no había dudado cuando se había parado en el borde del puente que daba a la autopista, pero por algún extraño motivo Louis apareció de la nada y lo convenció de quedarse.

¿Por qué sintió la necesidad de quedarse? ¿por qué no estaba teniendo un ataque de histeria al estar en público? ¿por qué se sentía tan calmado con el simple motivo de estar junto a Louis? No lo entendía.

Sentía tanto dolor dentro de sí, era como un mar furioso en plena tormenta y ahora se sentía en calma, ya que después de la tormenta supuestamente sale el sol.

Quizás Louis era una señal en su vida, quizás ¿podía intentarlo? No tenía nada que perder.

—Está bien— fué una respuesta a penas audible, pero fué suficiente para que los ojos de Louis brillaran con esperanza.

—Bien, comencemos a conocernos, serán preguntas simples— Harry asiente ante la idea y vuelve a beber un poco de café— ¿edad?

— Veintiuno, ¿y tú?— Louis sonríe un poco ante la respuesta, le agradaba ver a Harry más cómodo.

— Veintitrés, ¿estás estudiando algo?— el ojiverde niega con la cabeza y hace una mueca con sus labios.

—Congelé mi carrera hace un año— Louis asiente con lentitud y decide no preguntar el motivo por el cual lo había hecho, no quería alterarlo— ¿tú que estás estudiando?

—Medicina general.

—Así que serás un doctor algún día.

—Esa es mi idea, estoy en mi último año— Harry vuelve a tomar un trago de su café y con su mano corta un pedazito de una de las galletas que había frente a ellos, Louis agradece internamente por ese hecho.

—Serás genial, se nota que te gusta ayudar a la gente y te preocupas por su bienestar.

—¿Experiencia propia?

—Sí, experiencia propia.

Ambos se mantienen en silencio durante un momento, Harry no sabía exactamente que decir y Louis no sabía que preguntar sin lograr incomodar a Harry.

—¿Tus manos están bien? Hay cortes sobre tus nudillos— Harry mira sus manos y frunce su ceño ante eso.

—Sí, sólo tuve un problema con un cuadro— Louis muerde su labio inferior y Harry suelta un suspiro— sé que no tiene coherencia, pero ya están mejor.

—Se ven un poco infectadas las heridas, puedo curarlas por tí y así evitas ir a un hospital antes de que ocurra una infección más grave— Harry seguía mirando sus manos y puede notar que lo que decía Louis era verdad, la zona en dónde estaban “cicatrizando” sus cortes tenían un color rojo intenso y estaban levemente hinchadas.

—Miérda, tienes razón— Louis ríe suavemente al escucharlo maldecir— pero mi hogar está hecho un desastre.

—Podemos ir al mío— la desconfianza invade el cuerpo de Harry y el ojiazul puede notarlo al instante— no te haré daño, lo prometo, sólo quiero que te sientas cómodo.

Harry lo piensa por unos instantes y realmente prefería mil veces ir a su casa, ya no le parecía tan malo que fuera un desastre.

—Prefiero ir a mi hogar, me sentiré más cómodo.

—Genial, no hay problema con eso, haremos lo que tú digas.

Harry sonríe ampliamente y Louis se permite atesorar en sus recuerdos esa bonita sonrisa.

Lost Soul |Larry Stylinson| [4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora