Siempre? Siempre (Draco Malfoy)

Capitulo 17

Baje al gran comedor, luego de relajarme dándome una Las cosas volaban por la madriguera - La primera vez no pasó nada - dijo George.

- ¿Cómo probaremos nuestros inventos si nadie los usa? - se quejó Fred.

Me veía en una situación complicada, hacer felices a mis amigos, o conservar mi cabello y no obtener quemaduras, pero me dolía decirles que no.

- Chicos, lo siento, pero Phoenix jamás viajó en tren, denle la oportunidad - sonrió Harry amablemente, sacándome de allí - Debes aprender a decirles que no.

- Es que son geniales, pero no quiero terminar con más quemaduras - dije mostrando mi brazo que aún no sanaba por completo.

- No te preocupes, Phoenix, ya encontrarán otra tonta para probar sus inventos - dijo Ron - o me utilizarán a mí, nunca se sabe.

- Ron ven - lo llamaron los gemelos.

- RONALD MANDASTE MIS COSAS - gritó Ginny quien bajó corriendo enfurecida.

- Estaba entre las cosas que debían mandarse.

- Falta otra, con razón, mamá - gruño enojadamente, cerrando la puerta de un portazo.

- No me metas en sus peleas de hermanos - dijo Harry.

- Todos los sabemos, que se relaje - dijo enojado cuando Harry puso su mano en mi hombro.

- Ron relájate, realmente se le pasará - dijo cuando Ron se quejaba de Ginny mientras salíamos de la madriguera.

- Oh, me olvidé algo - corrí hacia adentro, busqué entre los sillones mi bufanda.

- ¿Buscas esto, querida? - dijo Molly llamando mi atención, elevando la bufanda de slytherin con magia.

- Sí... Muchas gracias - intenté tomarla cuando la elevó más, miré a la señora Weasley confundida.

- Querida, realmente me agradas, puedes ser su amiga, pero no intentes escalar a algo más. - Mi ceño se frunció - no quiero serpientes en la familia, ¿entiendes?

- Yo...

- A mi hijo Fred le gustas, y no quiero que salga dañado. Una madre haría todo por proteger a sus hijos - tragué en seco cuando vi mi bufanda desintegrarse - no puedo aceptar que sean corrompidos, ¿entiendes?

- Entiendo, señora Weasley

- Buen regreso a Hogwarts, querida, me alegra que quedemos en buenos términos, vamos, el tren saldrá en cualquier momento - se acercó a mí poniendo su mano en mi hombro, apretándolo.

- Yo no tocaría a una Potter con esa confianza luego de amenazarla - dije - más le vale soltarme.

- Querida yo - puso su mano en mi otro hombro.

- Puedo incendiar esta casa, si quiero, no me provoque, y le advierto que no podrá alejarme de ninguno de sus hijos. - Ella levantó su mano para golpearme cuando la frené haciendo que la posara en la mesada de su cocina - no se meta conmigo, señora Weasley - dije yéndome.

- Esos maleficios son imperdonables, terminarás en Azkaban antes de lo que pensé.

- Hago mis propios hechizos, Molly, pero quizás si termine en Azkaban - salí enojada, con los puños cerrados.

Una nube negra me cubrió cuando salí de la madriguera - ¿Qué quieres? - dije enojada.

- deja de hacer las cosas más difíciles, Marlene - dijo Dumbledore saliendo de la niebla.

- No serían tan difíciles si no me complicaras tanto la vida - dije, él se mantuvo serio y firme - ¿Cuánto más piensas seguir ocultándote, Albus?