⃝⃕III

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Taehyung estaba en una tienda, sabía que era la de Jungkook por el tamaño y el olor, aunque estaba acostumbrado a verle con más elegancia sabía que en esos momentos no tenía nada de eso por la recién batalla ganada y eso no le molestaba, en realidad en esos momentos debería de estar buscando huir en vez de ver el lugar.

Su cuerpo se impulsó a adelante y antes de que se pudiera colocar de pie pudo ver que tenía las ropas de Jungkook sobre de él, su muslo izquierdo dolía como la mierda, había una cobija en su cuerpo.

"Tranquilo, Tae" le dijo Jimin que estaba a su lado estirando su cuerpo poco a poco, mientras se dejaba caer de nuevo.

El lugar estaba caliente, gracias al fuego que estaba en una parte lejana de la tienda, una de las características de las tiendas de los soldados de alto rango era que su tamaño duplicaba el de los demás soldados.

"Debemos irnos" le dijo el omega al ver a su guardián más que campante en el lugar, tal vez el dragón era el ángel de la muerte en vez de su guardián, porque si no se largaban, Taehyung se iría justo al infierno.

"Pero, Tae. Si nos vamos nos morimos congelados" le dijo al ver como el pequeño omega buscaba algo que ponerse. Su mano tomó uno de los pantalones del alfa y lo fue colocando en su cuerpo a la vez que se destapaba de las cobijas y se amarraba el hanbok del alfa azabache a sus caderas.

"Ambos sabemos que no llegaremos lejos" le replicó el dragón al colocarse de pie frente al omega que estaba buscando más telas en las pocas cosas que había en la tienda encontrando algunas  que le ayudarían a no morir de frío fuera.

"Sí, pero si me quedo el general va a matarme" le recordó al irse poniendo en su pie derecho la tela para que le tapase y luego en el otro repitió sus acciones, calor inundaba su piel y cuerpo, pero a la vez notaba más que ardor en su muslo derecho.

Ciertamente Jimin tenía un buen punto, con la pierna, la tormenta que veía atraves de la puerta de las telas que se alzaban, además de que había escuchado claramente que los lobos de ese lugar deseaban su castigo, no tenía de otra más que intentar no morir en el intento, no sabía si era correcto.

"No puedo cuidar de ti con tantas cosas en nuestra contra" se quejó el pequeño dragón en la orilla de la tienda buscando que nadie le mirase, pero viendo que había más de dos alfas afuera. "La tienda está siendo vigilada, Tae, no tenemos de otra más que intentar hacer algo que les distraíga" se quejó el pequeño al no saber qué más hacer.

Iba a matar a otro protegido y ese sí le caía bien. No.. debía hacer algo, tal vez matar al general, estrangular su cuello, pero si era realista, sus pequeñas patas no lograrían nada en realidad.

"Los ancestros me deben de odiar" chilló el pequeño omega al poder esconder su rostro en sus piernas dejando salir por primera vez desde que había llegado a ese lugar lágrimas de dolor y miedo, había ido a aquel lugar como un omega casi recién presentado, sin saber demasiado de las artes marciales y además de ello no teniendo nada para defenderse.

Su omega se había estado escondiendo por demasiadas razones para su bien, desde la humillación de su familia hasta el tener que fingir ser un beta frente al alfa que le provocaba más de mil abejas picando en su estómago y llamas calientes en su piel.

Conocía bien las consecuencias de sus actos y que si se negaba, obtendría más mal del que ya había provocado en su vida.

"¿Estás llorando?" La voz gruesa que se escuchó en la puerta de la tienda le asustó tanto que sólo pudo buscar la espada del alfa, la cual por obvias razones estaban en sus caderas del lobo azabache, su manos tuvieron que aguantarse a tomar un cuchillo pequeño de donde había tomado las ropas y amenazar al general.

Path   ⃟KᴏᴏᴋᴠWhere stories live. Discover now