Capítulo 22

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–¿Dónde estuvieron ustedes dos ayer?, no las vi en la tarde–Pregunta Christina.

–Fui a ver a mi hermano–Decimos Tris y yo al mismo tiempo.

Will nos mira burlón y Christina confundida, mismo plan pero diferente persona.

–Fui a los carruseles a ver a mi hermano, debía darle unas cosas y salí con permiso–Respondo.

–Fui a Erudición a ver a mi hermano y tuve un momento para hablar con Jeanine–Dice y me mira fijamente, alzo una ceja.

Esta de coña.

–¿Estas de broma?-Dice Will a Tris.–Ella es peligrosa, ten cuidado.

Tris asiente y veo a Al acercarse, le pone una mano en el hombro y Tris se asusta.

–Tris, ¿podemos hablar?–Dice Al tímido y noto que tiene un moretón en su mandíbula, ojos hinchados cómo si hubiera estado llorando.

Sé que en las noches lloraba porque extrañaba su hogar pero nunca a este nivel.

–No–Dice seca y se pone de pie.–¡Eres un cobarde!

Will y yo intercambiamos miradas confusas, aunque se lo que pasó exactamente.

Lo vi.

–¡NUNCA MÁS TE ACERQUES A MI!–Dice Tris en alto, los que están en la mesa del lado los miran.

Al me lanza una mirada de "ayuda" pero no cedo, se termina dando la vuelta y se va por un pasillo. Tris vuelve a sentarse y Christina la abraza fuerte, nos cuenta lo que pasó y dice que Cuatro llego a salvarla.

Un ataque no previsto.

–Drew, Peter y Al–Digo mientras miro mi taza que tengo entre mis manos, ellos me ven fijamente.–Ellos no estaban anoche en el dormitorio cuando llegue, sus camas estuvieron vacías hasta esta mañana que los escuche llegar.

Termino de comer y me espero a que ellos se decidan ir pero siguen haciendo comentarios sobre porqué Al lo hizo.

¿Al?, ¿qué importancia tiene él?, digo, Tris se aleja de él claramente, pero ella a dormida abrazada a él, una relación de amigos muy extrañada diría yo.

Bueno, mi yo anterior.

De pronto alguien se sienta a mi lado y volteo a ver; es Uriah.

Las demás personas que están en las otras mesas se levantan exaltadas y van en una misma dirección al pozo.

–Encontraron un cuerpo en el fondo del abismo, parece que salto–Dice Uriah a mi lado.

Comencé a escuchar gritos ahogados, intercambiamos miradas los chicos y yo, y decidimos ir a ver que había pasado. Logré ver a unos chicos jalar una cuerda desde el borde y levantar el cuerpo de la persona.

Al. Al. Al.

–Es Al–Digo y volteo a ver a Tris, estaba pálida.

–Yo hice esto–Murmura Tris entre nosotros.

Mi mirada cae en unas escaleras y veo a Eric, él esta mirando cómo sacaban el cuerpo, camino para acercarme y subir las escaleras para luego colocarme a su lado.

Miedo no tengo.

–Que espectáculo, ¿no?–Digo con sarcasmo.

–No iba a durar mucho, además su clasificación siempre fue baja y en sus miedos no iba a poder enfrentarlos.–Responde y posa sus manos sobre la barandilla.

–¿Sabías que él ataco a alguien anoche?

Me mira con el ceño fruncido, no fue informado de cierta actividad al parecer.

–Con Peter y Drew trataron de matar a Tris, casi cae por el abismo–Digo y copio la postura de Eric, aunque él es más grande que yo.

No responde nada, pero sabe que no le mentiría solo para sabotear a personas.

Se incorpora y se da la vuelta para irse, cara a cara se encuentra a Cuatro y rozan los hombros, Cuatro se acerca a mi y se pone donde Eric estaba antes.

–Te escuche–Dice y se cruza de brazos.–¿Cómo sabías quienes eran?

–Los vi atacando a Tris anoche y además sus camas del dormitorio estaban vacías hasta esta mañana–Respondo y me incorporo.

–¿No pensabas ayudarla?‐Pregunta

–Sí, lo pensé pero apareciste y la salvaste, ¿así que para que me iba a meter?–Levanto los hombros y la ceja burlona.–Además tu suéter se le ve increíble.

Podría decir que el sarcasmo se parece al de Eric en gran parte ahora, a veces soy patética

–¿Celosa?

–Para nada, pero se vería mejor en mi–Respondo y sonrío un poco nerviosa por lo que dije, Cuatro suelta una carcajada un poco nerviosa.

–Quiero enseñarte algo–Dice y agarra mi mano para guiarme hacía un pasillo.

Luego de unos minutos logramos llegar a la habitación donde se hace el paisaje del miedo, entramos y él cierra la puerta con seguro.

–¿Que vamos hacer aquí?

–Entraras a mi mente, quiero enseñarte mis miedos.

–¿Qué?, ¿eso no es peligroso?

–Primera vez que lo haré.

–¿No te da miedo?–Le pregunté.

–No, ¿y a ti?

Niego con la cabeza. Se inyecta el líquido en el cuello y luego lo inyecta en mi.

Nos sentamos en la camilla y conecta un cable, lo pone a lado de mi frente y cerramos los ojos para entrar a su paisaje del miedo.

Katherine MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora