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El 26 de Agosto llegó y con eso frustración de Albus exploto, mañana sería el jucio de Black, y varios de sus peones se podrían salir de sus manos, estaba tan perdido en sus pensamientos que no notó que alguien llegaba por su chimenea, hasta que un carraspeó lo interrumpió. Albus alzó la mirada para encontrarse con Molly Weasley.

—¿Que quieres?— pregunto Albus

—Dijiste que los Malfoy eran una escoria, que torturaban a sus hijos, que la vida hogareña de Harry con ellos sería una mierda— dijo Molly mirando con furia a Dumbledore —Quería que mi hija se casara con Harry solo para que el chico fuera feliz, como le prometí a Lily cuando me enteré que murió.

—Son serpientes no son de fiar— dijo Albus tratando de convencerla —El joven Malfoy solo lo está usando para sacar a su familia del barro.

—Harry es feliz con ellos, solo hay amor y adoración cada vez que el chico Malfoy ve a Harry— dijo Molly recordando el cumpleaños de Harry.

—Están del lado de Voldemort Molly— contesto acercandose

—Incluso Voldemort es mejor que tú, el no mató a mis hermanos y amenazó con matar a mis hijos para que me uniera a el— dijo Molly volviendo adentro de la chimenea tomando polvos flu

—Molly, mi niña— mencionó Albus

—No dudaré en matarte si te acercas a mis hijos—dijo Molly.

Molly desapareció de la oficina antes de que Albus pudiera hacer algo, el director maldijo para si mismo antes de lanzar varios hechizos contra sus paderes, Fwakes voló no quería que algún hechizo le golpeara, cuando una puerta se abrió los hechizo pararon, Albus listo para lanzar su furia hacia la persona, pero en ves de eso bajo la varita.


Cho— saludo Albus

—Es verdad?— Pregunto Cho —Lo que ella dijo?

—No lo es, mi niña, las serpientes le lavaron el cerebro—contesto Dumbledore

—Nosotros nos quedaremos con la fortuna de Potter, incluso si me debo de meter con ese mestizo—aseguro Cho cambiando de tema —Tenemos que inculpar a los herederos para que desconfíe de Malfoy

—Es una buena idea, pero por el momento tráeme a Peter— dijo Albus.

Albus sonrió cuando Cho volvió con Peter, talvez su frustración podía ser alejada de otra manera.

—El diario, ¿lo tienes?— pregunto Albus y Peter asintio pasando el diario —Cho, necesito que se lo entregues a alguien en el tren, preferiblemente de primer año.

—Esta bien, Albus— dijo Cho

Cho salió, Peter agradeció maldiciendo así mismo al momento en el que se unió a Albus, el momento en que decidió quedarse y no ir con sus amigos que le habían dado una familia y el solo los traicionó. Peter trató de pensar en otra cosa mientras el director lo penetraba y lo usaba, mientras le decía que un futuro que ese sería el trabajo de Cho, la rata sintió lástima por ella, deseando que los niños Malfoy mataran antes al desgraciado, antes de que pudiera lastimar a otra alma.

Al siguiente día, los Malfoy y James Potter, llegaron a la sala de jucio en el Ministerio, los murmullos venían de un lado a otro, se extinguieron cuando Cornelius Fuge y su asistente entraron, un asentimiento vino del ministro y cuatro aurores traían a Sirius encadenado, James soltó un gruñido al ver el estado de su amigo, sus huesos se marcaban, sus ojos hundidos, cabello sucio y enredado, estaba a punto de lanzarse con su amigo cuando Draco y Nico lo detuvieron para que no llamara la atención en la multitud de curiosos.

La historia de los hermanos D'OlympusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora