El niño fresa no quiere con Bakugou

22. La boda

•Bakucholo•

-¿PORQUÉ CHINGADOS LE ANDAS PEGANDO A MI PAPÁ?-

-Midoriya, ese lenguaje- Por fin se dignó a hablar el don.

-Perdón, papi- Ya no entiendo nada, ¿Cómo que este don de dos metros es el jefe de mi nopalito?, No se parecen en nada, mucho menos en la altura, este don parece un poste. Pa mi que se confundieron de bebé en el IMSS - tengo que hablar con Bakugou, ahorita los alcanzamos, vayan adelantándose al rancho.

Mi morro me jaló y nos fuimos a lo oscurito.

-¿Porqué eres tan agresivo?- Me dijo mi beibi.

-Yo no le iba a pegar a tu jefe, aparte. Ni sabía que era tu jefe, no mames, ni se parecen. Yo me iba a verguiar al gasolinero pendejo que te andaba aventando los perros, pero llegó el don, digo, mi suegro, y se interpuso entre mi patada mortal y el otro wey-

-Esa no es razón para pegarle, Katsuki. Y para tu información, el gasolinero es un conocido mío. Sólo estábamos hablando- "conocido", oilo. Ese vato ha de querer algo más- Y sobre mi apá, bueno, en realidad es mi padrastro. A mí padre biológico lo balacearon los municipales cuando yo era bebé. Años después, mi madre conoció a Yagi y él se hizo cargo de nosotros. Siempre me cuidó y protegió como si en realidad fuera hijo suyo...-

-Híjole, entonces, ¿crees que aún me quiera dar su bendición?-

-¿Es neta?, Ay, ya. Cómo sea. Ahorita ya vamos de camino al pueblo. Vamos a ir con mi mamá y los voy a presentar. Compórtate, por favor. Mientras estemos con ella, fingiré que todo va bien, pero pobre de ti si te quieres aprovechar de la situación-

Mi lechuguita se fue dejándome las palabras en la boca y, para mí mala suerte, después vinieron de metiches el Denki y el Kiri.

-Necesitas ponerte las pilas, wey. ¿Cómo es eso de que te quieres verguiar al suegro?- ¿Porqué está hablando tanto Denki?, ¿Qué no era un extra?

-Tu no te me achicopales, que Denki y yo ya tenemos un plan para reconquistar a tu flor de garambullo-

-¿A si?, De seguro está bien culero, a ver, cuéntenme-

-Tu no necesitas saber nada, sólo has lo que te digamos y vas a ver qué todo va a salir de puta madre- Kirishima siempre tenía buenos planes pero aún así... - mejor dime, ¿Cuánto falta para llegar al condenao rancho?, A Denki ya le duelen las patas y a mí también.

• • •

Después de recorrer 4 chingados kilómetros a pata, bajo la perra luz del sol, y de haber llevado cargando entre relevos a Denki porque al pendejo se le bajó la presión, llegamos al pinche ranchillo culero.

Neta qué pedo, este rancho anda en medio de la nada, ni un gualmar hay por acá, con razón mi nopalito andaba tan emocionado cuando llegó a la ciudad.

Todas las doñas se nos andaban quedando viendo bien gacho a mis compas y a mi, quién sabe porqué.

Por fin, luego de exactamente 8 horas y 26 minutos, llegamos con mi suegra. Estoy seguro de que me va a amar, tengo un chingo de carisma y mi belleza no se queda atrás.

Llegamos a la casa, y no mamen, pinche casota, fácil caben todos los de la colonia y hasta sobra espacio. Que por cierto, durante el camino se nos fue perdiendo gente, pero no creo que nadie vaya a extrañar al Monoma.

-Mijooooooo- Se aventó una doña a abrazar a mi calabacita, de seguro es mi suegra - Ay, mijito, hace mucho que no te miraba, ira nada más cuánto has crecido. ¡Estás todo desnutrido!, Ay, no. Ahorita te voy a hacer un caldito de pollo, que al cabo la calor no está tan fuerte-