⃝⃕I

2.7K 206 69
                                    

La aldea estaba calmada, faltaba poco para poder enlazar a los omegas con una buena familia, pero en realidad en ese maldito pueblo no había un buen alfa que le llamará la atención o que a sus ojos le hiciera perder la respiración.

"¡Taehyung, entra a casa!" Gruño su madre al colocarse en el costado de la entrada de la aldea, las grande puertas abiertas.

Taehyung rodó sus ojos molesto por las palabras de su madre, sus manos seguían un ritmo, pasando de frente para lanzar un golpe con ambas dando pausas cada vez que lanzaba una patada.

Sus pies se colocaban de puntas mientras que trataba de alcanzar la línea marcada con un cuchillo en el palo de bambú, el omega levantaba su pierna en cada salto para acercarse al punto indicado.

"¡Taehyung!" Esta vez era la voz chillona de su madre, la cual ya estaba a su lado o a unos metros de él, su madre omega tenía en sus manos un palo con el cual no dudo en buscar golpear a su hijo en reprimienda, pero en vez de lograr golpear su trasero obtuvo que su hijo logrará quitarle el palo de bambú dejándole caer al suelo.

"Ya voy mamá" se quejo el castaño al creer que su madre le dejaría poder huir del lugar libre, pero en cambio obtuvo algo peor.

"¡Por el emperador!" Chillo la omega adulta de baja estatura, su mano se estiró, poco a decir verdad (porque en realidad la altura no era demasiada), su hijo fue jalado por su mano de su oreja con algo de fuerza llevándolo al interior del pueblo.

"¡Mamá!" Chillaba el pobre omega al ser jalando de aquella manera tan tosca. "¡Duele!" Se quejó de nuevo al ser llevado al interior, la gente les miraba y en realidad nadie estaba sorprendido de aquello.

Cada semana si era que tenían suerte y sino cada día, Taehyung se encargaba de hacer algo en lo que avergonzaba a su pobre familia o se veía metido en problemas.

La tradición dictaba que los omegas debían de ser delicados, cuidadosos, callados, obedientes y todas esas características de una sociedad dominada por la fuerza de un alfa. Alguien que debía ser controlado por su alfa, el pobre castaño no era eso.

Al contrario de la gente de su pueblo y sobre todo de los omegas en el lugar, Taehyung se encargaba de poder ir a las afueras de las grandes puertas que separaban el campo de las casas, el omega buscaba ayudar a su padre más que a madre, por ello la omega le regañaba, le reprendia que eso no era correcto para alguien de su rango social.

"Te lo has ganado" contesto su madre al seguir jalando de él hasta su hogar. Las puertas de entrada fueron empujadas aún con su hijo siendo jalado por la oreja caminaron por el patio bajo la mirada de su abuela.

"¡Pero si sólo jugaba!" Chilló el menor al sentir más presión al subir los escalones, al final fue empujado a su casa donde algunas mujeres del pueblo le esperaban con una gran tina de agua caliente o eso se suponía porque a sus ojos esa agua se veía más que congelada y lo comprobó al momento de que su madre le empujó contra ella.

"¡Siempre dices eso!" La omega jalaba de la ropa de su hijo, un pantalón holgado bajo su hanbok, dejándole  en completa desnudez.

"¡Yo no hice nada!" Peleó el pobre omega al tratar de huir de su destino viéndose más que derrotado al ser empujado por su madre.

El agua fría le golpeó como una ola y las viejas ni siquiera le dieron algo de tregua cuando ya le estaban tallando el cuerpo con telas mientras que él temblaba bajo el agua y veía la selección de ropas. Una mujer le tallaba sus cabellos largos castaños mientras que otra le pasaba el trapo por toda su piel acanelada y tersa.

"Guarda silencio, Taehyung. Este es el día en que traeras honor a nuestra familia" dijo la loba.

"¡Mi cacharro!" El gritó de su abuela le asustó o tal vez había sido el gran golpe que se había dado al entrar al lugar y caer de golpe al suelo.

Path   ⃟KᴏᴏᴋᴠWhere stories live. Discover now