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Humo.

La chica se dejó caer lentamente sobre sus rodillas, apoyándose en la pared, sentía un tremendo ardor y a la vez frío en esa parte lastimada. Se sentía desprotegida. Se sentía vulnerable... Y en cierto modo, se sentía decepcionada del rubio.

—¡Mei!— reaccionaron al mismo tiempo ambos jóvenes y se acercaron corriendo a ella

—I-izuku...— con sus ojos expresando dolor, y un par de lágrimas acumuladas busco los orbes esmeralda de su amigo —¿Es-estas bien? ¿No te lastimaste?— pregunto con dificultad

—¡Estás loca! ¡Tu estás herida estúpida!— le gritó preocupado Bakugō sin saber que hacer, quería cargarla, quería revisar si no había tenido algún otro daño en su cuerpo, pero no podía... No se atrevían a tocarla, no después de lo que le hizo.

—¿Y culpa de quién crees que fue?— pregunto con sarcasmo entre dientes, viéndolo de reojo —No te quiero ver... Lárgate.— lo corto viendo al suelo

Estaba temblando como gelatina.

—Te llevo con Recovery....— bajo unos cuántos escalones y se acercó a ella —Déjame lle...— intentó posar su mano en el hombro de la joven, pero ella se apartó justo antes de que eso sucediera

—¡Que te largues! ¡Lárgate y déjame en paz Katsuki!— le gritó con fuerza aún sin verlo

No lo creía... De verdad la había lastimado... Y ahora no podía hacer nada. La impotencia lo recorrió de golpe que sintió su piel herizarse del coraje, coraje por si mismo.

Se levantó y vió la espalda descubierta de Meirara. Incluso la parte del sostén se había quemado. Vaya vergüenza... Conociéndola, creo que eso le traería problemas de nuevo con su mente. No quería causarle más vergüenzas.

Se quitó su saco y lo coloco suavemente en la espalda de ella, quién se sobresalto al leve roce de sus dedos con sus hombros.

Y salió corriendo de allí. Si, corrió. Ni él midió su acto y solo pudo sentir como sus pies salieron a dónde no pudiera ver el daño que le había causado a su chica.

¿"Su chica"? ¿Tenía el derecho de llamarla así? No, claro que no. Estaba cada vez más lejos de tener el derecho de llamarla así, y por eso, ahora mismo se odiaba.

—I-izuku, ayudame a parar.— tomó la mano del joven y se levantó lento

—Te llevaré con Recovery, sube.— se agachó dándole la espalda, ofreciéndole su espalda —Sube, así no te tocaré la herida.

Algo tímida, se subió a la fuerte y ancha espalda de su amigo. ¿Cuánta fuerza tenía ahora como para llevarla? Activo si quirk para llegar aún más rápido.

Y mientras ellos estaban en la enfermería, en el salón de clases se armaba un alboroto...

Nadie creía lo que Bakugō acababa de hacer. ¿Cómo pudo llegar a eso? Ni él mismo lo sabía.

—Bakugō, ahora sí te excediste, has herido a una compañera de gravedad, usaste tu quirk sin permiso, eso fue muy irresponsable de tu parte.— le reprendia Iida

Si, así de rápido se extendió la noticia, como la pólvora, o bueno, en este caso, como el humo después de una explosión... Tan asfixiante y dañino aunque no lo parezca.

—Bakugō, ahora sí te pasaste viejo, ¿como pudiste?— le preguntaba algo decepcionado Kaminari mientras se rascaba la nuca desesperado

—No creí que Bakugō-kun fuera capaz de herir a Kabuyā-san.— habló Tsuyu al fondo de la multitud

Notas a un querido idiota [Bakugō Katsuki] ✓Where stories live. Discover now