Tu eres mi nerd (Camren) *Editando*

Capítulo 71

Narra Camila

Ya solo me quedaban dos días para irme, dos días que pueden pasar muy rápidos. Estaba en la clase de francés esperando a que llegue Lauren, que, seguramente, se quedo dormida nuevamente. No estaba prestando mucha atención ya que mi mente estaba concentrada en ese viaje que en dos días haré hacia Francia. Siento que me tocan la espalda por detrás. Me doy vuelta para ver quien fue.

-Hola…- saluda. Hace tanto no hablo con él, ni se me cruzó por la cabeza que podía haber sido.

-Hola Niall…- le respondo amablemente.

-¿Cómo has estado?

-Bien… ¿Y tú?

-Bien…también… he sabido varias cosas de ti… vas a ir a Francia, felicitaciones…- esboza una sonrisa -También… que… estás con- se le entrecorta la voz -Lauren…

-Sí- digo tratando de buscar algo de conversar y salir de este incomodo momento.

-En fin- ríe -¿Te puedo acompañar? Cuando te vayas…

-Em, si claro ¿Por qué no? Si ya no pasa nada- le sonrío simpática.

-¿Interrumpo algo?- llega Lauren con una sonrisa en el rostro -¿De qué hablabas con mi novia?- dice con aire de orgullo y me da un besito en la comisura del labio.

-Nada…- se rasca la cabeza -Iré a mi puesto- se va caminando hacia su pupitre.

Y así pasaron las horas hasta el toque de timbre, salí con Lauren, me dejó fuera de mi casa y me despidió con un beso. Entré al interior de esta, subí hacia mi habitación y empecé a ordenar las cosas. Me pregunto el por qué Niall querrá acompañarme, seguramente, por buena persona. En fin, presiento que el tiempo pasará lento al no tener a Lauren a mi lado. Por suerte a mi madre se le pasó la paranoia y me permite verla, no tengo idea que cosa le habrá hecho cambiar de opinión. Dejé mi bolso a medias para terminarlo de arreglar mañana. Lauren y yo nos vamos a juntar mañana en la tarde para conversar, dijo que me tenía que entregar algo. 
Bajé hacia la cocina para beber algún refresco y comer un poco.

-Oye me tienes que traer algún regalo desde Francia- dijo Ally entre risas, provocando que pegué un pequeño salto.

-Claro, primero, pásame el dinero- reí mientras bebía un vaso de bebida.

-Y también una francesa- movió las cejas.

-Me quedo con la de acá- reí levemente.

-Okay… ¿Un mes de puro deletreo? ¿No?

-No, no es solo eso y van chicos de otros lugares, en fin, me metí para recorrer más que nada.

-Ya- rió -Oye, abrió un nuevo café cerca de acá ¿Quieres ir?

-Bueno, iré a buscar mi bolso- subí a mi cuarto rápidamente y volví en donde las dos nos dirigimos hacia el exterior. Había un frío realmente insoportable, no me había dado cuenta, seguramente por el beso de Lauren. Me tuve que cubrir bien el cuello porque soy fácil de resfriar, ya tenía la punta de la nariz congelada y roja como un tomate, me cubrí con la capucha del chaleco que ando trayendo puesto ya que comenzó a chispear. Bajé la cara para que las gotas de agua no me llegaran al rostro.

-Creo que será mejor que vayamos a otro lugar- murmura Ally haciéndome caminar por el lado contrario.

-¿Por qué? Vamos ya queda poco… ¿Es ese de ahí?- apunto a un local.

-Vámonos- insistía. Pero seguí caminando hasta la cafetería en donde divisé a Lauren a lo lejos… me quedé parada y quieta mientras miraba como una completa idiota como se besaba con Cece -Te dije que nos fuéramos - dice ella mirándome fijamente. Yo seguí callada.

-Ella tenía razón…- bajo la vista.

-¿Quién?- me pregunta confusa.

-¡Cece!- grité con los ojos llorosos dándome la vuelta -Ella me dijo que Lauren era así… no le creí, yo pensé que de verdad me quería…

-Deberías ir haya y ver qué pasa.

-¡¿Para qué?! ¿Para quedar como una tonta? No quiero…no quiero Ally, vámonos.

-Insisto, anda, quizás no es lo que crees…- me anima mi prima.

-No quiero ir, no quiero ver como se besuquean, no quiero ir y notar la mirada de razón de Cece, no tengo nada que hacer haya. Esto se terminó- digo mientras cae por mi mejilla una lagrima.

-Creo que no fue buena idea haber venido…vámonos- dice ella poniendo uno de sus brazos alrededor de mi. No quise girar mi cabeza por última vez para ver esa escena romántica, para ver la traición que me han hecho. No me gusta llorar delante de las personas, por lo cual esperé a que llegara a mi casa y encerrarme en mi habitación para ahogarme en mis lágrimas.

Nunca había llorado tanto por alguien, excepto por mi primera mascota que murió cuando era una niña pequeña. Inmersa en mis pensamientos de que habré hecho mal, de el por qué me habrá engañado si ella me decía que me amaba y nunca me haría algo así, pero al parecer Cece tenía razón. Lauren era una maldita mentirosa.