𝐓𝐑𝐀𝐍𝐒𝐓𝐎𝐑𝐍𝐎𝐒 𝐌𝐄𝐍𝐓𝐀𝐋𝐄𝐒. ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ

Capítulo 01

La música resonaban por los altavoces de aquel club nocturno.

La noche apenas comenzaba y, entre aquella multitud había dos personas en especial.

Aquel hombre mayor estaba en la zona VIP, tenía que estar ahí siendo el dueño del lugar.

El menor estaba entre la multitud bailando solo.

Sí, solo, está vez decidió ir solo por el simple hecho de que le empezaba a gustar la soledad pero con algo de ambiente.

Él pasaba sus ojos por toda aquella multitud, hoy tendría que irse alguien con él, tenía algo preparado.

El menor estaba totalmente perdido en su propio mundo, sin percatarse de que alguien lo veia atentamente.

Bailaba al ritmo de la música, lento y suave.

Cuando menos se lo esperaba alguien tocó su hombro lentamente y susurro:
- ¿Señorito?.

Él volteo lentamente y había un hombre parado junto al lado de él.

- ¿Que quiere?.- Su voz salió algo grosera, pero aquel hombre poco le importo.

- El señor Kim quiere hablar con usted.

- Como sea, empezaba a aburrime.

Aquella decisión que había tomado al ir con él, había sido la peor pero la mejor decisión de su vida, ¿Acaso se arrepentiría?.

Aquel hombre lo guío entre la multitud hasta llegar a la segunda planta de aquel club, para después ir a la zona VIP.

Aquel hombre carraspeó su garganta y habló.- ¿Señor Kim?.

El señor "Kim" como habían dicho, levantó la mirada que tenía perdida en algún lugar y el menor rápidamente se perdió en sus ojos.

Sintió como su corazón comenzaba a latir fuertemente, para el menor, él era el ser más magnífico y hermoso que había visto, pero no sabía lo que se ocultaba detrás de esa simple fachada.

Su cabellera negra rizada un poco larga, sus labios algo gruesos y con un leve color rosado, ojos grandes de un color verde claro que poseen una combinación unica haciéndolos intensos y muy expresivos, de pestañas muy tupidas, nariz de puente muy alto, de una altura próxima a 1.80 y de piel algo bronceada, sí, para él era perfecto.

- Es él señor, el que me a pedido aquí está.

- Puedes irte y, que nadie moleste.- Su voz salió algo grave y profunda, pero para él fue linda.

- Claro señor, lo que usted ordene.- Dijo, para después retirarse.

En aquella habitación la cual era la zona VIP, solo quedaban ellos dos, mirándose fijamente, ambos creyendo que ante sus ojos estaba lo más hermoso que habían visto.

Porque sí, para Kim ese chico de cabello azabache con leves rulos que caían por su frente, ojos grandes y tan azules como el cielo, pestañas tupidas y largas, labios gruesos que iban pintados de un tono que levemente se miraba, del una altura próxima a los 1.70 y de piel tan blanca y hermosa como la porcelana; era hermoso.

- ¿Va a hablar o me puedo ir?.- Dijo el menor en un tono serio.

El mayor solo sonrió y palmeo el lugar junto a él, en el sillón de cuero.

El menor caminó lentamente hacia el mayor hasta que por fin estuvo ahí sentado junto a él.

La habitación estaba en completo silencio, lo único que se escuchaba era la pequeña música a lo lejos.