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Capítulo 10

Jungkook pasó por Taehyung a su casa, él salió de inmediato y lo recibió con un abrazo y una enorme sonrisa.

Definitivamente ese chico lo tenía mal.

—¿Qué va a querer hacer Kim Taehyung hoy?

—Hay miles de cosas que quiero hacer —sonrió.

Después de manejar por unos minutos, dejó su auto en un estacionamiento. Ambos caminaron un largo rato.

Llegaron al lugar donde trabajaba Jimin, era una heladería. Hoy se encontraba cerrado pero el rubio tenía las llaves del lugar así que los dejó entrar.

—¿Qué sabor quieres probar? —preguntó Taehyung.

—No sé, sorprendeme —respondió con una amplia sonrisa.

—¡Ya sé! Cierra los ojos y abre tu boca después ¡Sin hacer trampa!

Jungkook obedeció ante la petición, sintiendo el calor del castaño cerca de su cuerpo y también una cuchara que se acercaba a su boca.

—¿Helado de M&M's? —respondió aún soboreando el helado en su paladar.

—¡Sí! Ya puedes abrir los ojos.

—¿Cuál es mi premio?

Taehyug sonrió pues sabía perfectamente que quería el pelinegro.

—Mmm ¿qué tal un beso?

—Mejor que sean dos.

Taehyung rió y sus mejillas se tornaron rositas, Jungkook pensó que se veía muy hermoso cada vez que lo hacía.

Se acercó a él lentamente y unieron sus labios. Jungkook no pudo evitar sonreír en medio del beso. Jamás se había sentido así por alguien.

Estaba muy enamorado, le resultaba extraño porque no tenía mucho tiempo desde que se habían conocido, pero algo en Taehyung hacía que algo dentro de él dijera que el castaño era el chico indicado. Tenía una sensación de querer portegerlo en cualquier momento de todo y de todos.

Taehyung era un chico fuerte pero por supuesto, como cualquier persona también tiene debilidades y Jungkook esta dispuesto a estar con él en cada momento para que no sufra, o al menos que no lo haga solo.

Así se la pasaron toda noche, conversando, comiendo delicioso helado e intercambiando muchos besos.

Al siguiente día, caminaron por un buen rato en toda la estación del tren. Cambiaron temas y compartieron ideas, se conocieron aún más.

Jungkook cada vez se sentía más seguro de quererlo en su vida.

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Con el paso de algunas noches, besarse se había convertido en el  hobbie favorito de Jungkook. Cada vez que Taehyung se alejaba de él y se despedía, hacía un puchero y Tae volvía a unir sus labios con los él.

¿Qué podía decir? Amaba besarlo y ese era un gran método. Y Taehyung siempre lo consentía.

Habían noches en las que sólo se quedaban fuera de la casa del castaño, abrazándose. Otras en las que sólo reían mientras contemplaban las estrellas acostados en el césped.

A Jungkook le encantaba sentir la  respiración de Taehyung en su cuello, sentir su calor cada vez que lo abraza o besa. Se siente muy cómodo cuando él esta a su lado, como si todo fuera posible.

Espero que sigamos así el resto de todos nuestros días, pensó.

...