Murderer [JaeYong, DoWoo]

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Domingo 15/04/12, 1:10 A.M

Taeyong sostenía fuertemente la mano de su novio, el constante presentimiento de que algo malo sucedería no dejaba de rondar por su cabeza.

Ambos regresaban a su casa, habían ido a ver una película y luego pasaron a beber a un restaurante nuevo al que Jaehyun lo llevó.
El día habría sido perfecto de no haber sido por aquel presentimiento que no lo dejó tranquilo ni por un segundo.

Jaehyun ya había notado que algo andaba mal con su novio, podía ver la incomodidad en su rostro y los constantes apretones en su mano le generaban curiosidad.
No quiso preguntar nada, ya tendría tiempo para eso, ahora tenía un par de cosas de las cuales encargarse.

Llegando a la calle de la casa de Taeyong, pudieron ver a Kim Jungwoo, un amigo y vecino de Taeyong.
Jaehyun lo observó con recelo. Jungwoo le devolvió la mirada con el mismo sentimiento. Ambos se odiaban mutuamente desde hace años atrás, a pesar de su muy antigua amistad. Aún así, no mencionaban nada frente a Taeyong. No les gustaba involucrarlo en sus conflictos personales.
Con un ademan Jungwoo  los invitó a entrar a su casa. Mientras tanto, Jaehyun aprovechó la oportunidad de excusarse e irse al baño.

Sus manos temblaban mientras intentaba colocarse los guantes que había llevado todo el día en el bolsillo. Una vez bien puestos abrió la ventana y miró con cuidado que nadie estuviera rondando por ahí, cuando se aseguró que estaba el camino libre, saltó por la ventana y corrió hasta entrar a la casa de al lado, con la copia de la llave que Taeyong le había regalado en su aniversario.

Por otro lado, Jungwoo y Taeyong hablaban cómodamente en la sala de la casa, pero el presentimiento de Taeyong era cada vez más fuerte. Y su lenguaje corporal de inmediato alertó a su mejor amigo.

—¿Sucede algo, Yong? —Preguntó Jungwoo inclinando la cabeza.

Taeyong sabía que Jungwoo lo conocía mejor que nadie, no podría mentirle ni aunque quisiera, era como si él tuviera un detector de mentiras instalado en el cerebro.

—Sí. Desde la mañana tengo un muy mal presentimiento, siento que algo malo va a suceder. Pero lo que me asusta es que la última vez que sentí algo así fue cuando murió mi padre.

La expresión de Kim cambió notablemente, sabía que Taeyong no se quedaría tranquilo aunque le dijera que no sucedería nada, Taeyong era extremadamente sensible y muy asustadizo. Al no venirle nada a la mente decidió abrazar a su amigo y decirle que todo estaría bien.

Luego de que Taeyong se calmara un poco, lo dejó en el sofá y fue a la cocina para preparar tres tazas de té y llevarle galletitas a su mejor amigo.
Apenas puso el plato con galletas en la mesa Jaehyun salió del baño. Tanto Jungwoo como Taeyong notaron que su cara lucía más pálida de lo acostumbrado y sus manos temblaban un poco.

Pero, a Jungwoo no pudo importarle menos, rodó los ojos y fue a buscar la tetera.

Los tres chicos tomaron sus tés en silencio, no era un silencio incómodo, si no, era un silencio acogedor. Jungwoo pensaba que quizás Jaehyun no era tan malo después de todo, al verlo abrazar a Taeyong y darle las galletas, pensó que ya era tiempo de dejar aquella enemistad de lado, aceptar que Taeyong amaba a Jaehyun y Jaehyun también amaba a Taeyong y ante eso no podía hacer nada más que apoyar a su amigo.
Pero era bastante difícil dejar el pasado atrás cuando con sólo ver a Jaehyun tenía demasiados flashbacks de su antigua vida, lo único que quería era alejar a Taeyong del posible infierno que podría vivir al lado de Jaehyun.

—Te ví pálido al salir del baño ¿Viste un muerto o algo así? —Bromeó Jungwoo, tratando de bajar las tensiones con Jaehyun.

Pero a Jaehyun no le gustó para nada la broma. Su rostro se tensó un poco con sólo recordar lo que sucedió en su paseo "al baño", afortunadamente nadie lo notó, fue apenas un segundo, luego sonrió con su bella sonrisa característica y respondió.