AMOR DE INFANCIA

EPÍLOGO

Cuenta Lali

Tres años y medio después...

Positivo.

Positivo.

Positivo.

Los tres test habían dado lo mismo. Con lágrimas en los ojos, los toqué y llevé mis manos a mi inexistente barriga. Estaba embarazada, y Peter no estaba conmigo. Hacia una semana y media había tenido que ir a Miami a promocionar su próxima película y no llegaba hasta mañana. Él se pondría feliz con la noticia, estaba segura de eso, por eso, decidí hacerle una sorpresa y aguantar las ansias de correr a hacerle una videollamada por Skype y contárselo.

Tampoco podía pedirle ayuda a Euge y contárselo porque quería que Peter fuera el primero en saber ésta noticia. Así que tenía que hacerlo yo sola.

Fui a la entrada de la casa y me encontré a Jason y Christian, los guardaespaldas que Peter había contratado para mí después de que un día, un chico intentara robarme al salir del set donde el grababa una de sus películas. Por suerte, no me había alejado mucho del lugar cuando empecé a pedir ayuda y los guardias que vigilaban el set salieron corriendo a ayudarme. Peter se enteró y a partir de ahí decidió ponerme protección para cuando el no estuviera conmigo. Estaba exagerando las cosas, pero no podía negarme a tal cosa después del casi asalto que tuve.

Saludé a Jason y a Christian y les hice saber que tenía que hacer unas pequeñas compras. Ellos asintieron y seguidamente subieron en su Range Rover Sport negro para ir detrás de mí pero dándome mi espacio.

La primera parada fue el supermercado, le prepararía su cena favorita junto a su vino favorito. No hacía falta que yo viniera personalmente, podría haber llamado y que ellos lo llevaran a la casa, pero quería hacerlo yo todo personalmente. Después de haber comprado todo lo necesario y algunas velas para darle un toque romántico, me dirigí a mi próximo destino.

Cuando llegue al Beverly Center, recé para no llamar la atención y ser descubierta por algún paparazzi y que llegara a los oídos de Peter antes de tiempo. Pasé con disimulo por las tiendas de bebés que había, hasta que entré en una y compré un pequeño body blanco que decía "Tengo el mejor papá del mundo" en letras negras y una pequeña huella de pie de bebé. Sonreí y junto a unos patucos también blancos, pagué y salí de la tienda. Cuando por fin tenía todo para mañana, llegue a la casa y guardé todo para prepararlo todo al día siguiente.

Por la tarde recibí la visita de Euge y de mi preciosa ahijada Rufina, quien estaba ansiosa por conocer a su nueva hermanita, Magnolia. Euge estaba embarazada de 7 meses y Rufina no podía más de la emoción. Euge y Benja decían que Rufina sería una excelente hermana mayor, y yo no tenía dudas de eso. Tuve que ocultarle más de una vez las ganas de decirle que sería tía, pero todo era por una buena razón que ella entendería.

A la noche recibí la llamada de Peter como todas las noches que no estaba y me contó su día, yo oculté lo que había hecho por la mañana pero le dije que Euge había venido por la tarde junto a Rufina. Cuando le nombré a Rufina, sus ojos brillaron de emoción y me hizo saber que él la extrañaba. Peter y Rufina, eran uña y carne, siempre que él tenía tiempo, decía de ir a verla. Al fin de cuenta, el también era su padrino y la protegía hasta de Euge cuando Rufina hacía de las suyas. Peter, Euge y Benja habían formado una bonita amistad, tanto que cuando le preguntaron si quería ser el padrino de Rufina, aceptó de inmediato.

De Brenda no supe más. Lo último que sabía era que decidió abandonar el piso junto a Nina una vez que acabaron la carrera y se habían ido de la ciudad, dejándole el apartamento a Euge y Marcos. Pero cuatro meses después Euge había decido independizarse junto a Benja formalmente, y al parecer, en esa noche loca de inauguración fue concebida Rufina. Recuerdo a una Euge complemente asustada después de saber que sería mamá, pero todo había salido bien con Benja y ambas familias estaban contentas por la nueva llegada de la bebé.