Fuego Celeste © [Pronto en Librerías]

Capítulo XXXVI: Confianza

—¡Ragnor! —exclamaron Traian y Sky al unísono, lo que provocó que esta última no pudiera evitar sonrojarse, pero intentó restarle importancia. No podía permitirse desviar su atención de los sucesos que estaban teniendo lugar a su alrededor, no ahora, aunque esperaba poder tener tiempo cuando todo esto pasara.

—Gracias a Dios estás aquí. —le dijo Sky con alivio, al tiempo que salían de aquella habitación con cierta prisa, como temiendo que los volvieran a dejar ahí encerrados. Raoul, cuya presencia pasó desapercibida para ella hasta ese momento, cerró la puerta tras ellos, para luego posicionarse junto a Ragnor. Ambos se veían cansados, pero algo en Ragnor llamó particularmente la atención de Skylar. Llevaba puesto un equipo negro de cuerpo entero similar al que llevaban puesto Zafrina y Cloe desde que llegaron a Gealaí, sobre aquello, una armadura plateada con textura de escamas de dragón cubría su pecho, brazos y piernas, pero había algo que no estaba del todo bien en él. Toda su templanza era la de un veterano de guerra, pero en sus ojos había un profundo pesar que no pasó desapercibido para ella, una sombra de pena que antes no había estado ahí. De pronto, Sky percibía destellos sutiles de colores alrededor de Ragnor, apagados y sombríos. Palabras se arremolinaban en su cabeza, como si algo o alguien le estuviera leyendo el significado de aquella manifestación, "pérdida, venganza...".

Se sentía aturdida y Traian posó una mano sobre su hombro anclándola a la realidad, lo miró de reojo y se percató de que este último tenía el ceño fruncido, probablemente porque estaba intentando comprender lo que ella estaba sintiendo en ese momento. Deseó poder decirle algo a Ragnor, pero fue interrumpida por el inmortal, quien al parecer se había dado cuenta de su escrutinio, como si tuviese un sexto sentido que lo pusiera en alerta cada vez que recibía más atención de la que deseaba.

—¿Alguno podría explicarme qué hacían en la sección prohibida de la biblioteca? ¿Tienen idea de lo que "prohibido" significa? ¿Y qué es esta magia en las paredes? ¿Acaso es...? —comenzó a decir Ragnor con cierto disgusto, aunque por la ironía en su tono de voz, Sky pudo adivinar que no se encontraba molesto, sin embargo, aquello rápidamente se convirtió en asombro, mientras sus ojos de reptil examinaban las paredes de la estancia con cuidadosa atención.

—Lo siento mucho Lord Gray, es mi culpa... —quiso argumentar Cloe para sorpresa de Sky, pero fue interrumpida por el sonido de la puerta que se abrió tras ellos una vez más.

Era Marion, quien parecía haber estado corriendo para poder llegar hasta la biblioteca. Por la expresión en su rostro, claramente no había esperado encontrarse con todos ahí reunidos.

—¿Ragnor, Raoul...? —comenzó a decir sorprendida, su voz denotaba genuino alivio— ¿Pero cuando...?

—Acabamos de llegar, recibimos el mensaje que Charles y tú nos enviaron. —contestó Raoul.

Marion paseó su mirada por sobre los presentes, sin poder ocultar la sombra de culpabilidad que cruzó su rostro al ver a su nieta, hasta que finalmente su mirada y la de Ragnor se encontraron. Una vez más, Sky vio colores destellando con suavidad, esta vez alrededor de su abuela y Ragnor, pero no fue capaz de identificar su significado.

—Ragnor... —la forma en que Marion pronunció su nombre poseía una dolorosa comprensión. Supo al instante que al igual que ella, su abuela se dio cuenta de que algo no andaba bien con Ragnor, la diferencia radicaba en que Marion parecía saber cuál era el motivo.

—Están muertos... —sentenció Ragnor con voz plana. Sus ojos por otro lado, eran la viva representación del dolor— Ronan está muerto.

Marion se cubrió la boca con una mano, sus ojos se anegaron de lágrimas.

—Tu hermano... —dijo en un susurro— Ragnor yo... Como lo siento...