El mundo que ella vió [Reiner y tú]

La ciudad subterránea

La luz del sol era una vista realmente rara en los suburbios, solo unos pocos rayos podían atravesar la gruesa capa de rocas que cubría la ciudad subterránea. Viviste allí toda tu vida sin ver la superficie. Sin embargo, te preguntaste cómo se veía el mundo superior, flores, césped, árboles, todo eso debe ser una vista hermosa que tanto deseabas ver con tus propios ojos, pero desafortunadamente la posibilidad de dejar este lugar era realmente baja, especialmente para los de tu clase. Quedaste huérfana y tuviste que robar a otros para sobrevivir aquí, e incluso si no, la tarifa que tendrías que pagar era demasiado alta y nunca podrías pagarla de todos modo.

Sin embargo, había una cosa que te mantenía con vida y era él, tu amigo al otro lado de esa gruesa capa de roca, su nombre era Reiner. Lo conociste cuando deambulabas por los túneles en busca de agua que caía por los pequeños agujeros sobre el suelo cada vez que llovía en el mundo superior, llevaste el cubo a lo más profundo de los túneles donde descubriste un pequeño lugar que dejaba entrar más luz solar que el otros lugares que viste antes, y allí fue un pequeño vistazo del mundo superior que se te mostró en forma de un árbol gigante que estaba cubierto de hojas de color verde brillante que fueron rozadas por el viento. Una voz fue llevada por el viento en tu dirección y sabías que era un humano, gritaste con un tímido "¿Hola?" hasta que alguien se acercó al pequeño agujero en el suelo. La cabeza de un joven rubio de tu edad miró hacia tus ojos (color de ojos), saltaste un poco de miedo al verlo. Echaste la cabeza hacia atrás y te escondiste de su vista pero ya te había visto, te preguntó por tu nombre y así empezó todo. A partir de ese día te hiciste amigos, en la medida de lo posible te colabas por los túneles para hablar con él, te contaba muchas historias sobre el mundo de aquí y por supuesto sobre los titanes que vivían fuera de los muros. Antes de que te des cuenta, se convirtió en la persona más preciosa de tu vida.Llegaste tarde porque la policía militar te descubrió robando algo de comida nuevamente y tuviste que esconderte hasta que se despejó el lugar. Tus pies chapotearon en los pozos de agua que cubrían el suelo de los túneles a medida que te acercabas al punto de encuentro, esperas que Reiner todavía estuviera allí ya que llegaste horriblemente tarde. Llegaste al espacio y subiste a la cima y lo llamaste por su nombre, él no respondió y entonces pensaste que se había ido.

—Ya se ha ido ... llegué demasiado tarde —murmuraste para ti misma y estabas a punto de saltar de la roca cuando su voz respondió.

—___ ¡espera! —Te detuviste y miraste hacia arriba viendo su rostro.

—Reiner todavía estás aquí —sonreíste. 

—Sí, pensé que estabas en problemas, así que esperé aquí hasta que aparecieras —sonrió porque él te conocía muy bien.

—Lo siento, me atraparon de nuevo robando la policía militar y tuve que esconderme, espero no haberte hecho esperar mucho —se rió—. No te preocupes, soy tu amigo, ¿verdad? —asientes con la cabeza—. Los amigos se esperan el uno al otro, sé que harías lo mismo por mí —sonrió feliz

—¡Por supuesto! —Ambos empezaron a reír juntos por un tiempo hasta que su estado de ánimo cambió de repente.

—Oye ... __ hay algo importante de lo que tengo que hablarte —lo miraste y notaste su expresión, se veía triste.

—¿Qué pasa? ¿Pasó algo? —el miró hacia otro lado.

—No ... no podré verte de nuevo —tus ojos se abrieron en estado de shock y te estiraste más alto para llegar al borde del agujero.

—¿Q-qué? ¿Por qué? —se sentó y miró tus ojos suplicantes.

—Me mudaré pronto, esta es la última vez que puedo venir aquí a verte —Intentaste contener algunas lágrimas.