𝘕𝘰𝘵 𝘴𝘰 𝘦𝘢𝘴𝘺•| Dipper Gleeful •|

6

Dipper Gleeful observo curioso el brazalete que portaba la joven, sabía que lo había visto en algún diario, y quería saber ¿Por qué? Y ¿Como alguien nueva había encontrado dicho artefacto?

El era conciente de que aquel brazalete era importante, no por nada su tío Ford había desaparecido intentando encontrar uno.

Sus dedos con callos, vagaron lentamente por el papel. El leía, recopilaba y analizaba.
Por mucho que buscaba en su diario, la respuesta se escondía.

Mabel por otra parte, limaba sus uñas, mientras observaba de reojo a su hermano. A ella no le interesaba mucho los espectáculos que el solía montar, al contrario dejaba todo de último para improvisar.

-Considero que lo que hagas debe ser algo bueno, así no habras desperdiciado tantos bolígrafos. -Escuchó decir de su tío Stanley, este siempre esperaba lo mejor de el. El propósito, era para que pudiera extorsionar a la mayor cantidad de personas posibles.

Dipper, suspiro e ignoró el hecho de que su tío le había hablado, seguía concentrado en buscar el lugar donde había visto esa pulcera.

Reviso los diarios uno y dos, pero aún así no encontró nada que pudiera ser indicio de ello. Así que su hermana (al ver lo frustrado que estaba), uso la luz ultra violeta y la colocó por encima del libro.

-No se lo que buscas, pero aún así usa esto torpe.

Y justo ahí, aun lado de la piedra que ambos hermanos compartían, y en tinte "invisible". Encontraron un dibujo de una joven de apariencia muy similar a la prima de dicha sepulterera amiga suya, hasta la forma de su cabello y su estatura estaban ahí. Al parecer ella era la única que podía tener aquel artefacto sin que esté fuera destruido.

Un brazalete con una esfera y una singular figura triangular en ella; ellos la identificaron como los hermanos cipher.

Mabel apretó los dientes, estaba molesta por no poder controlar dicho artefacto que le pareció tan bello.

Dipper por su parte observo con una pequeña sonrisa el papel y fugazmente cerró el libro, impidiendo que si hermana siguiera leyendo y dándole a el la oportunidad perfecta para idear un plan para estar más cerca de dicha chica.

-¡Mason Gleeful! ¡Vuelve aquí! -Mabel corrió justo atrás de él, aunque Dipper ya se había alejado lo suficiente como para desaparecer en los árboles.

-Estúpida Mabel -Dipper apretó su puño, a su pecho, mientras apegaba el diario a el.

Caminó por todo el bosque, sin rumbo alguno. Caminó hasta que sus piernas se cansarán y el tuviera que parar.

Los sonidos de aves, las hojas y sus propias pisadas eran todo lo que escuchaba. Se levantó de dónde reposaba y siguió caminando, hasta que al caminar de más logro ver a dicha pelirroja a las a fueras del territorio de los Valentino.

Una sonrisa traviesa escapó de sus labios, mientras que recorría con la mirada, los ojos azules brillar con solo observar el brillante cielo azul, sus cabellos y su peinado extravagante; el flequillo dividido en tres y su cabello perfectamente peinado fue lo que el comparó con la de la ilustración, solo había algo que no congeniaba.

-"La pulsera pertenece a la Destructora de demonios Phoenix  Corduroy "

Ese apellido no congeniaba para nada, no le agradaba ese hecho hasta que leyó más a fondo el libro.

-"Aunque su contraparte, Phoenix Valentino también puede utilizarla"

Ahora comprendía, si Pines era su doble y Pines se quedaba con Corduroy eso significaba que el, Gleeful se quedaría con Valentino.

Tal vez lo atractivo de la chica no era del todo el físico, Pines debió ver algo Interesante en ella que Valentino aún concerbará.

-(Tal vez sus agallas)

Dejo de leer, al ver que Valentino se dirigía al bosque. Tal vez podría sorprenderla, y descubrir lo que la hacía tan valiosa para su tío Ford.

El camino detrás de ella, hasta que pudo colocarse detrás de ella y tomarla por la cintura. Lo único que el veía atractivo en ella era su cuerpo, su rostro y sus agallas para hacerle frente, pero el sabía que eso no bastaba.

-¿Qué demonios crees que haces? -Escucho decir a la joven pelirroja, mientras está colocaba sus manos en dónde las de el para moverlas de sitio.

Gleeful observo como sus manos y las de la pelirroja se unían y por primera vez un sonrojó inundó sus mejillas, el calor que emanaban sus manos le había gustado. El dejo de lado su cadera y la abrazo por atrás, dejando caer su cabeza en su hombro.

-Demostrarte mi afecto -dijo mientras sonreía contra la tersa y suave piel de la Pelirroja.

-No lo quiero -y la pelirroja había logrado separarse de él, pisando con fuerza sus pies y moviendo sus brazos.

Gleeful calló al piso, el día anterior había llovido y eso significaba que su implecable traje ahora estaba totalmente arruinado.

-No soy tan fácil como aparento -dijo, cruzándose de brazos.

Gleeful por su parte miro de pies a cabeza a la chica, sip, sin dudas tenía un lindo cuerpo de adolescente que le provocaba ternura.

-Oh no, mi traje.-Dipper se quejo al ver cómo su ropa estaba totalmente sucia.

A Valentino, la actitud y la posición en la que el Gleeful se encontraba era como un chiste, así que no pasó mucho en que ella comenzará a reírse de él.

Gleeful por su parte, se volvió aún más rojo al escuchar la risa de aquella chica. Tal vez eso era lo que a Pines le había gustado de la otra Phoenix.

Dipper, se levantó como pudo y, se dirigió dónde la pelirroja estirando los brazos para abrazarla, mientras que está se alejaba.

Ninguno contó con que aquel triángulo azul estuviera observando dicha acción con temor, sabía que si Dipper Gleeful lograba enamorar a Phoenix el fin de los tiempos interdimensionales saldría, de una forma u otra.

Millones de posiblidades habían y sabía que había un 0001% de que eso no fuera posible, aún así no quería arriesgar y simplemente quería buscar la manera de que eso no sucediera.

Tal vez aquel ajolote con poemas le contaría un poema con la forma de evitarlo, o tal vez ese mismo ajolote traería de nuevo a la vida a su hermano.