Promesas

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     Miró en esos profundos ojos oscuros y se dio cuenta de todos los matices que guardaban, no sólo eran negros, eran marrones también y tenían el color del chocolate amargo y el del chocolate con leche y se le antojó una comparación. Jacob siempre le pareció una persona fácil de leer, no sólo por su don, siempre creyó que Jacob era sincero porque no sabría como mentir, era tan expresivo que se delataria solo. Pero ahora se preguntaba que matices color chocolate guardaría guardaría.

     Edward nunca había tenido en muy en claro lo que Jacob significaba para el. Siempre fue una dualidad, un rival y un aliado a la vez. Un rival en su lucha por el amor de Bella, y un aliado, en su eterna cruzada por protegerla. A veces fluctúaban y una predominaba sobre la otra, a veces la línea era tan difusa que se desdibujaba y no había un límite claro de donde terminaba el rival y comenzaba el aliado. 

     Si era sincero, tuvo celos de Jacob, siempre sintió que tenía algo que envidiarle, su - aunque parcial- humanidad, su facilidad para estar cerca de Bella, cerca de su calidez. Pero, en el aspecto más superficial tenía celos de su apariencia, sus facciones duras siempre le parecieron una belleza para envidiar, pero se preguntó porqué pasó tanto tiempo envidiandola cuando pudo haber estado adorandola. Nunca tuvo bien en claro lo que Jacob significaba para el, rival o aliado, pero ahora lo veía, por supuesto, era tan obvio. Jacob era su vida entera.

     Por otro lado, a pesar de haber sido compañeros en el campo de batalla, Jacob jamás consideró a Edward como tal. Siempre lo vio como un enemigo, un vil y cruel monstruo que se disponía a convertir a la chica que amaba en un ser tan horrible como el. Le repugnaba más, cuando continuamente lo asaltaba el recuerdo de la inevitable atracción que Edward le ocasionó, antes de saber la verdad sobre su naturaleza y la suya propia, antes de que todo se complicara. Cuando lo asaltaba se repugnaba a sí mismo, y más a el vampiro, si cabía.

     Pero ahora lo veía, era todo tan claro. Por supuesto que se sintió atraído por el, ¿que idiota no lo estaría? Se deleitó mirando sus ojos, ahora de un profundo negro oscuro en contraste con su pálida piel. Sin apartar sus ojos de ellos visualizó en su mente la elegante figura de Edward y su rostro que parecía haber sido tallado por el mismo Miguel Ángel. Por supuesto que le atrajo. No creyó que hubiera ser en la Tierra que pudiera no sentirse atraído hacia tal Adonis. De pronto se descubrió a sí mismo regocijandose ante la idea de que él era suyo. Ese pensamiento provocó una sonrisa en Edward.

     Se sintió idiota por haberlo odiado cuando pudo haberlo amado, lo había considerado un enemigo, un monstruo, un ser horripilante. Como pudo haber sido tan ciego. Era precioso y digno de amar, y lo haría, lo amaría, porque ahora sabía que siempre debío haberlo hecho. Le pareció bastante obvio lo que Edward siempre debió ser, quizás siempre lo fue, era su vida.

     Dieron tanto de ellos conociendo a Bella, protegiendola, amandola, pertenecinedole, que ahora que ya no lo hacían era extraño. Pero se pertenecían el uno al otro y se sentía correcto, se sentía que siempre debió ser así. Pero aún así el dolor no podía evitarse.

     Bella.

     El dolor de la mente de Jacob se sumó al propio de Edward. Ambos la miraron, tendida en aquella camilla, con los ojos anhelantes aún ante la última imagen que vieron, la de su esposo y su hija.

     Bella. Su hermosa Bella. Su valiente Bella. Su testaruda Bella. Su amada Bella. ¿Que haría sin ella? Claro que lo sabía. Jacob estaba ahí, como si el destino hubiese sabido que no sobreviviría sin ella y le hubiese dado otro ser al cual aferrarse.

     Pero, ¡oh!, cuanta agonía sentía. El haberla perdido era el peor dolor que hubiera conocido jamás. Y Jacob sentía una pena inmensa también. Y ambos sufrían juntos, porque la pena del otro era peor que la propia. Se amaron tanto que hubieran soportado el dolor del otro por no verlo sufrir.

Ruptura del equilibrio- Edward x Jacob/ Rosalie x LeahWhere stories live. Discover now