Capítulo 11 [Amistad]

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MARZO 05

Janelle Bullrich

El fin de semana, me gustó. Bueno, no solamente por el hecho de que solamente tuve sexo con el hombre de ojos grises, sino porque me sentía en paz, en calma. Anton me habló muy poco de su vida, de hecho, casi nada. Y varias cosas a medias.

Siento que le cuesta demasiado confiar, pero está bien, no siempre debemos de confiar en las personas y en veces, mucho menos en las personas cercanas, ya lo he comprobado con mi propia familia.

—Hola Jane— me pasó una mano frente a mi cara, Layla.

—Hola hermosa— saludo sonriente— ¿Después me puedes pasar los apuntes de ayer? y explicarme un poco es que...

—¿Con quién te fuiste a follar? Eh... Janelle— levantó las cejas entrecerrando los ojos con una sonrisa maliciosa.

A veces, si, odio demasiado que me conozca. O bueno, que adivine ciertas cosas sobre mí.

—De que hablas, no fui a follar con nadie. Simplemente me quedé en casa, he tenido algunos problemas...— respondo bajando la mirada.

Bueno, ya no es un gran problema como al principio.

—¿Problemas? Janelle sabes que me puedes contar conmigo y Josh para lo que sea. Porque si te botas de un puente. Nosotros también— se encogió de hombros y no pude evitar reírme.

Pero me callé de inmediato y ella se sentó en su lugar, derechita al entrar la maestra.

«Buenos días señorita Betty» Saludan todos al unísono. Ella no espera un segundo y empieza a preguntar y a explicar, de verdad parece que le encanta darnos clases, aunque no le entendemos mucho, es muy alegre y nos ayuda con las notas así que no tengo problema con ella.

Con ella no, pero con la materia sí.

—Es que no sé cómo contártelo, quiero que Josh también esté presente cuando se los diga—susurré y rueda los ojos volteando a mirar al frente

—Ese idiota...—murmura.

—Layla, sé que no quieres hablar de él, pero deberíamos, más claro deberían, jamás nos hemos separado. Y además lo conocemos hace cuatro años, necesitan hablar sobre lo que pasó...

—¿Lo que paso? No paso nada, o eso fue para él, nada—enfureció—. Sabes... es que lo odio— murmuró frustrada.

—Es que no entiendo, el día que el me conto estaba demasiado... como lo diría. ¿Preocupado? Hasta demasiado pensativo, fue el día que le dijiste que se veía fatal, de verdad quise reírme, pero la ocasión no estaba...

—Para chistes—termina— lo sé es que...

—¿Señoritas esperamos a que acaben de hablar para poder seguir? —nos reta la maestra alzando sus casi perfectas cejas.

—Lo sentimos señorita Betty—respondimos iguales.

—De verdad ya hagan silencio y pongan atención que no quiero que después estén pidiéndome trabajos extra para aumentar su nota y mucho menos si no atienden— nos mira— y esto va para todos, así que los quiero atentos—finaliza.

—Después quiero que me cuentes todo, jamás nos hemos ocultado nada —le susurro— y estoy segura que, si Josh no me lo hubiera contado lo que pasó, tú nunca lo hubieras hecho Layla. Estoy resentida por eso—le reproché y ella me sonrió con inocencia—. Así que, por favor, esta vez quiero que me digas todo. Le gustas Layla— empujo su cuerpo despacio. Rueda los ojos y niega— de lo contrario no se hubiera acostado contigo...

RULER Libro I  (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora