Capítulo 24 [Verdad 1/2]

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Anton Strauss

Abril 04

A la mañana siguiente me levanté con un horrible dolor de cabeza. Lo máximo que pude dormir no creo que haya sido más de dos o tres horas. Me dirigí a la ducha intentando calmar el estrés que me cargo con agua fría.

Luego de alistarme por completo bajé a desayunar. Todos estaban en la mesa, menos las tres locas.

Saludé a todos y esperé tener al menos un desayuno en paz, pero es imposible alrededor de ellos.

—Así que te casas con una Bullrich—habló Sang después de un rato.

—Así que te enamoraste de una Bullrich —respondí sin alzar la mirada.

—Así que tú también lo hiciste—insinuó y levanté la mirada mirándolo mal.

—No digas estupideces—espeté irritado.

—A perdón. Olvidé que eras el rompe corazones pero que no dejas que rompan tu corazoncito.

Hizo un ademán apuntando a mi pecho.

—Y tú estás haciendo de todo por alguien que no te está prestando el interés que quieres—contradije y la sonrisa se le esfumó.

Pensé que se callaría con la contraria, pero en vez de eso ladeó una sonrisa.

—Te diría que ganaste esta vez, Strauss. Pero no fui yo quien hizo un contrato para obligarla a casarse conmigo—se burló y las ganas de matarlo no estaban muy lejos.

Pero el que él lo cepa ya me hace percatar de quien fue el chismoso.

—Intenta hablarme con evidencias, que no todo lo que dice Jonathan puede ser verdad.

Me apuntó mirándome mal.

—No te metas con Jonathan, que él podrá ser chismoso, pero es de los buenos. Le creo todo.

—No seas imbécil y mejor cállate.

Me dispuse a seguir comiendo para evitar la estúpida conversa que en vez de hacer algo bueno, me estaba jodiendo la paciencia.

—Creo que alguien debería ir a despertar a las chicas—habló con diversión, Asumi.

Alcé la mirada y me había olvidado de los dos a mi lado. Y la verdad es que prefería soportarla a ella a que quedarme a soportar a Sang.

—Yo iré por Janelle—me levanté.

—Y yo por Megan.

—Ustedes son como plagas a mí alrededor, Sang—refuté observando cómo se levantaba.

Me ignoró caminando hacia adentro y seguí el camino intentando sobrar paciencia para ver a Janelle.

—¿Sabes que allá a dentro te espera un huracán llamado Janelle, verdad?

—Ese no es tu problema.

—¿Cómo haces para que no te odie aun? Yo siendo ella ya me hubiera ido lejos.

Fruncí el ceño y me detuve.

—Esa es la diferencia. Tú jamás dejas de escapar de todo por mucho que te importe. Janelle está acostumbrada a soportar todo, por mucho que lo odie—respondí y la estupefacción hizo que detenga el paso mientras yo intenté seguir.

Él se detuvo en el pasillo justo antes de llegar a la puerta de Megan y sacudió la cabeza.

—Qué mal defecto de las Bullrich—negó alzando la mirada y algo perceptivo entró a la habitación de Megan.

RULER Libro I  (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora