〡03. El escape a las memorias

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—Bien ¿Cómo vamos a hacer para bajar por esos escalones y salir huyendo como si fuéramos ladrones?—preguntó Sam manteniendo la voz susurrante que todos habían estado usando.

Nadie respondió. El silencio inundo el lugar por unos cuantos segundos, todos sumergidos en sus propios mundos intentado encontrar una respuesta a la pregunta formulada.

De la nada Danno alzo su mano y se apuntó con su índice con mucha emoción. Los contrarios lo miraron sin entender bien la seña que estaba haciendo, el menor solo rebusco entre sus bolsillos y sacó su celular, para luego adentrarse al grupo que el pelinegro había creado horas antes.

__ ¿𝑸𝒖𝒊𝒆́𝒏 𝒆𝒔 𝒆𝒍 𝒂𝒔𝒆𝒔𝒊𝒏𝒐? __

Grupo: Búsqueda

Danno: ¿Todavía tienen el paquete de mentas?

Alex: Sí, está en mi bolsillo, ¿por qué?

Danno: ¿Por qué no lo arrojamos por la venta y lo usamos como distracción?

Alex: Tendríamos que darle a una ventana y romperla para que eso llegar a funcionar.

Son: Es una mala idea, una muy mala idea.

Sam: Demasiado mala, ni crean que voy a apoyarlos.

Marck: Tampoco íbamos a precisarlos.

Alex: Marck, eres el de la fuerza bruta hasta donde puede ver, así que tú lanza las mentas

Sam: Por lo menos intenta no darle a la venta

Marck: Sera más creíble si le damos a la ventana.

Son: ¿Y quién rayos va a pagar la factura del vidrio?

Marck: Y yo qué sé, solo hay que salir de aquí.

Alex: Aunque les cueste aceptar, es más fácil pagar una ventana que la cuota para salir de prisión.

Danno: ¿Cómo sabes eso? ¿Has estado arrestado?

Alex: Eso no importa ahora.

Todos se han desconectado

__ ¿𝑸𝒖𝒊𝒆́𝒏 𝒆𝒔 𝒆𝒍 𝒂𝒔𝒆𝒔𝒊𝒏𝒐? __

Alex sacó de su bolsillo y le hizo seña al mayor de los hermanos para que este lo atrapara, Sam, por otro lado, hizo lo mismo con la pequeña mochila, pero él se la colocó y les hizo una seña, un tanto dudosa, de que estaba listo.

El mayor se movió de su lugar con cuidado y llegó a la pequeña ventana de forma circular y la abrió; escuchando como esta soltaba un pequeño chirrido debido al oxido en las bisagras. Miró hacia atrás y luego volvió su vista al frente, tomo aire, se asomó por la misma y calculo, más o menos, la fuerza que debía de usar para llegar a la ventana más próxima.

Volvió a su postura inicial, apretó su mano derecha y arrojó el objeto por la ventana.

— ¿Funcionó? —preguntó Daniel asomándose por uno de los costados de su hermano.

—Bueno, si sale mal podemos arrojar cosas pequeñas —mencionó sarcástico Sam.

—Claro, limpiemos arrojando las cosas por la ventana —soltó Son con el mismo tono mientras rodeaba los ojos.

—No, no funcionó, Alex pásame la cajita musical que está por ahí —pidió apuntando con su índice un lugar en, la poco iluminada, habitación.

—No, algo como eso no —se apresuró a decir el menor, pero fue ignorado de manera olímpica.

¿Quién es el asesino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora