Kairos

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-No te creo, es imposible que no lo hayas visto- el mismo hombre me pega una patada en el estomago y del movimiento que hago sin querer, me afecta también en las costillas

-No... no lo he visto, créame señor...- escupo un poco de sangre pero me pongo en pie a duras penas

-Escoria...- después de eso se van todos de nuevo y yo me siento en el suelo tosiendo más sangre; intento respirar profundamente pero me arrepiento al instante <<Nota mental, ten cuidado al respirar o la acabarás palmando...>> 

-Que asco...- abro la caja cuando pasa un rato desde que se van esos tipos y el chico sale de allí

-¿Qué te han hecho?

-Nada grave...- sonrío como puedo y me siento encima de la caja -Estoy perfectamente- hablar me cuesta, respirar me cuesta, aguantar sentada sin desplomarme en el suelo me cuesta, pero estoy bien

-Si tu lo dices...- se queda en silencio y se pasa la mano por el pelo -Gracias...

-No ha sido nada, te lo debo, yo he sido quien te ha retrasado- <<Nota mental, no hables tanto, DUELE>>

-Vives... ¿Vives aquí?- él señala debajo mío y yo asiento -¿No te gustaría cambiar a algo mejor?

-Bueno... si fuera tan fácil- me encojo de hombros y él me pone la mano encima de la cabeza

-Estás en tu día de suerte, me llamo Juro y mis hermanos y yo nos ganamos la vida honradamente para poder vivir en una bonita casa, humilde, pero bonita y te propongo que vengas con nosotros- sonríe ampliamente, tiene una sonrisa que de repente ilumina el mundo, llevo tres semanas sin ver la luz del Sol y, podría decir que esto es totalmente equiparable  -¿Qué me dices? ¿Te unirás a mi familia?

-Me encantaría...- asiento repetidamente y él me pasa el brazo por los hombros para después agarrarme como princesa cosa que me hace reír pero dejo de hacerlo nada más empezar <<Nota mental, no te rías...>> ya que me duelen las costillas una barbaridad -Tienes mal el tobillo y yo puedo caminar sola...- miento ya que me sabe mal que él haga un sobreesfuerzo innecesario

-Eso es mentira, si te dejo quedarte en pie te plegaras como una hoja, de ahora en adelante debes tener claro que en esta familia nos apoyamos los unos a los otros, siempre- yo asiento y dejo que me lleve, en realidad lo estaba deseando -Por cierto... ¿Tu nombre, señorita?

-Senna

-¿Apellidos?- niego con la cabeza -Perfecto, a partir de ahora serás Senna Smith de la familia de los Smith, ya verás les encantarás

..........

Un mes más tarde

-Senna, Senna ¿Qué estás cocinando?- Lía, una de los más pequeños de la casa me tira de la camisa

-Lía, no insistas, cuando esté hecho lo verás- yo la cojo en brazos y la dejo en la otra punta de la habitación para poder seguir cocinando tranquila; por suerte aprendí a cocinar hace tiempo porque no quería comer lo que preparaba el servicio y, aunque al principio mi madre no decía nada, acabó por prohibirme hacerlo... pero los conocimientos se me quedaron y ahora soy la cocinera de la familia

-Pero que bien huele... ¿Esto es lo de ayer?- Uma, la tercera más mayor después de Juro y Ryo señala la olla y yo asiento concentrada en cortar bien los ingredientes; raramente tenemos tanta comida pero ayer hicimos un trabajo en que ganamos lo suficiente como para alimentarnos bien durante un tiempo -Juro me ha dicho que lo hiciste muy bien... aprendes rápido 

-Bueno, al menos lo intento- sonrío y ella me abraza feliz

-No seas tan humilde, eres una pasada, acéptalo