Una familia no muy familiar.

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Alec aprieta su mandíbula y niega lentamente pero al parecer soy la única que lo nota.

-¿Eres de la escuela? -Me pregunta el señor.

-S... -Me interrumpe el chico castaño.

-No. La conocí en el restaurante que fuimos el otro día. -El agarre se hace más fuerte, claro si fuera posible.

-Tú no pierdes el tiempo. -Ríe el señor. La señora hace una mueca y Alec entre corta su respiración.

Me sorprendo al notar que ahora su mano está en mi muslo. Así que agarro su mano y la sostengo bajo la mesa, igual que hace rato.

Nos quedamos en un silencio incómodo pero se rompe gracias a que una señora un poco llenita y pelirroja (completamente falso ese color) entra con un carrito y encima de éste hay bandejas de metal.

La señora le sirve a cada quien su platillo y se va rápidamente.

Comemos en silencio y nadie hace otra pregunta hasta que terminan.

-Debemos arreglar el asunto del fútbol. Ambos sabemos que quieres entrar a las grandes ligas pero no lo lograrás si no te enfocas en eso. -Dice seriamente su padre.

-Lo sé. Es lo que intento hacer. -Responde Alec.

-Pues no lo veo reflejado en los partidos. -El tono de su voz es más alto.

-Lo intento. He estado ocupado en las tareas y exámenes. -Frunce el ceño el chico.

-Pues esperemos que sí se cumpla para el siguiente, porque sino ya sabes lo que pasará. -Reprende su padre.

-Perfecto. -Responde con ironía.- ¿Nos vamos? -Ahora sé que me pregunta. Asiento.- Con su permiso.

-Claro. -Responde la señora.- Hasta luego, Karina.

No alcanzo a responder ya que Alec me arrastra rápidamente hasta la sala principal.

El chico castaño empieza a subir las escaleras blancas y yo simplemente lo veo. Bueno, veo nuestras manos entrelazadas.

-¿A dónde vamos? -Pregunto.

-A un lugar mejor. -Responde.

Terminamos de subir las escaleras y entramos en la primera puerta. No alcanzo en fijarme qué hay o qué no hay ya que nos paramos frente a una pequeña puerta de madera.

-Quiero que veas esto. -Sonríe Alec.

Abre la puerta y asomo mi cabeza, es como una ventana, se ve todo lo de afuera. Un gran bosque y árboles secos cubren totalmente todo lo que está al rededor. Sonrío como boba.

-¿Lindo, no? -Pregunta. Yo sólo asiento.- Entra. Mira. -Agarra mi mano y la va bajando, pero mi mano toca algo frío.- Es algo en lo que he trabajado desde los cinco años.

-¿Qué es? -Frunzo el ceño pero la sonrisa sigue en mi rostro.

-Es como un pasaje secreto. Verás siempre quise un lugar donde poder estar y que nadie me vea. Así que hice esto, es como una ventana pero nadie la ve, nadie nos puede ver desde acá, sólo nosotros a ellos. -Sonríe, una sonrisa verdadera.

-Es magnífico. -Digo.

Me quedo pensando en Alec, bueno está en frente de mí, ¿cómo no pensar en él?

Entramos y me puedo sentar en la "ventana" tiene razón, puedo ver todo lo de a fuera pero ellos no a mí, lo sé porque una señora va pasando por abajo en el patio y ni siquiera ve hacia arriba.

-Bueno, vámonos. -Suspira y sale de la "caja mágica".

-¿Tan pronto? -Frunzo el ceño.

-Debo dejarte en tu casa. -Sonríe.

Sus ojosTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang