La Verdadera Historia {Hogwarts}

No he cambiado

Narra Molly*

Los gemelos se marcharon después de un rato hablando, me pasaban unos pocos años pero aún así los consideraba mis amigos.

Me quedé pensando en lo que me dijo George: No acabes siendo como ese.

Primero: Él no es como todos creen, y segundo: Yo ni he cambiado ni voy a cambiar.

Me fui a buscar a Amanda, ella estaba en la bilbioteca, era muy trabajadora.

- Hola -Me dijo con una sonrisa.

- Hola, ¿Qué harás en navidades?

Se quedó algo pensativa.

- Supongo que iré a casa, ¡Las navidades con mis primos magos son lo mejor!

- Me alegro, yo supongo que también, echaré de menos hablar de magia, ojala mi madre fuera maga...

Amanda recogió sus libros y yo le acompañé a dejarlos donde estaban. Por lo menos mi padre y sus padres eran amigos y podríamos vernos, de todos modos, quiero preguntarle a mis padres si puedo quedarme.

Salimos de la biblioteca y vi a Harry con Ron, los dos solos. Grité su nombre, pero solo se giró Ron y me ignoraron. Me quedé boquiabierta y me acerqué a ellos agarrandole del brazo Harry.

- ¿Por qué pasas de mi?

- Suele pasar cuando eres amiga de mi enemigo. -Dijo en un tono muy seco.

- Harry, ya te pedí perdón, yo no quería que te hubiera hablado así. No es mi culpa y lo sabes.

- Deja de pedirme perdón, falsa.

- ¿Se puede saber qué te pasa? ¿Qué gano yo diciendote perdon de mentira? No gano nada así que no lo hago, te lo digo de verdad -Harry no decia nada -Ya se lo que te pasa, a ti te ha comido la cabeza Lucy y te ha puesto contra mí. Deberías saber como es ella de verdad... ¿No te ha dicho por qué dejo de hablarme no?

Ron miraba como si estuviera viendo una película en 3D.

- Eso me imaginaba -Dije cuando Harry seguí sin contestar.

Me fui llorando junto Amanda, quién me abrazó fuertemente.

- No sabes cómo la odio, no te lo puedes ni imaginar -Apreté mucho mis puños.

- Vamonos anda, Draco sabrá que hacer.

Nos fuimos a la sala común de Slytherin y allí estaba Malfoy con dos amigos. Me miró fijamente a los ojos, los cuáles estaban llorosos.

- Déjame adivinar, ¿Lucy Collen? -Dijo finalmente.

Asentí y me senté en el sofá que estaba enfrente del suyo.

- ¿Nadie le ha dicho a Lucy que no se meta con gente que no debe? -Apoyó sus codos en sus piernas -Porque si no lo sabe, tendré que enseñarselo.