Todo o Nada.

Capitulo 9.

[Quien diría que al final si fuiste el amor de mi vida...]

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Esa noche lleve a Annie a dónde se estaba hospedando, aunque se veía en Problemas cuando un hombre alto, con barba y sombrero se paró frente a la puerta con una mirada sería hacia Annie, ella no dijo nada, solo se despidió y me dejó ahí.

El hombre me miró y simplemente hizo un gesto de repugna, ¿Era su padre? Y si era así, ya desde un principio nos estamos llevando mal.

Regrese al hotel y en la recepción estaba Mikasa, me miró y sonrió.

—¿Dónde estabas Armin?

— Te dije que me quedaría con Annie...

— Oh Entiendo, ¿Y como es ella? ¿Es linda? ¿Se llevaron bien? ¿Ya se dieron un beso~?

—¡Mikasa! Tampoco hemos llegado hasta tanto... Solo comimos juntos y ya, la llevé a su hotel...

— Ay, yo esperaba más interacción entre ustedes, no se, ¿Un rapidín?

— Uhm... Deja de insistir, no hicimos nada malo, solo fue algo sencillo, nada de malo.

— Jajaja Entiendo, no te preocupes Armin, solo espero conocer un día a la futura esposa de mi mejor amigo.

—¡Mikasa!

No respondió y solo soltó una gran carcajada, parece que disfruta molestarme de esa forma. Comenzó a caminar a su respectiva habitación y yo hice lo mismo, próximamente tendré más bullying de parte de Jean y Connie...

Entre a la habitación y para mí sorpresa estaban dormidos, podría descansar tranquilo... Me acosté en la cama y suspiré, había Sido un gran día, no podía creer que había logrado hablar con ella frente a frente... Algo que había notado era que sabía las reglas de etiqueta al comer, cosa que le sorprendió, yo solo conozco lo básico, pero ella parece conocerlo más complejo... Probablemente venga de una gran familia de dinero.

Si fuera así, realmente no tengo oportunidad con ella... Ella es una princesa, y yo un simple chico... No podré estar junto a ella... Porque ella no me va a preferir...

Me sentía mal... El hecho de saber que no lo lograré, me duele.

Me termine por recostar y solo quedarme mirando el techo hasta que por fin quedé dormido...

[Annie Leonhart]

Llegué al hotel con Armin acompañándome, es un buen chico honestamente. Mi padre, más bien padrastro, estaba recargado en el marco de la puerta mirándome ferozmente... Próximamente fijó su vista en el rubio, le pedí que se fuera, yo me encargaría de la situación, el chico indeciso lo hizo.

En cuanto me acerqué a la puerta el hombre habló.

—¿Quién era ese?

— Nadie de tu importancia.

—¿Segura? ¿Es tu novio? Te recuerdo que ya tengo algo para ti respecto a eso, Annie.