𝑵𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒂́𝒔 𝒔𝒐𝒍𝒐 (𝚃𝚘𝚍𝚘𝙱𝚊𝚔𝚞)

Capítulo 15 - La última oportunidad del destino

Katsuki entró a la recepción del hotel y se dirigió al elevador. En el camino, los otros estudiantes y huéspedes lo miraban con sorpresa. Katsuki los ignoró y subió al primer elevador que se abrió; cuando se miró al espejo de este, pudo ver su apariencia. Su rostro estaba golpeado y tenía varios moretones y manchas de sangre, su ropa no estaba en mejor estado y ni hablar de su cabello. Parecía completamente un vagabundo. Pero a él jamás le había interesado su apariencia.

Bajo del elevador y corrió por el pasillo hasta llegar a su habitación, sacó su llave —la cual, sorprendentemente no había perdido— y abrió con prisa. Kirishima y Deku lo miraron con sorpresa en cuanto entró.

—¡Kacchan, ¿qué te pasó?! —gritó Deku sorprendido, al ver su apariencia.

Katsuki cerró la puerta y se dejó caer hacia el piso. Su pecho respirando con dificultad debido al enorme nudo que lo apretaba y que no quería dejarlo en paz. Se quedó en silencio varios segundos mientras sus amigos se agachaban a su lado con preocupación.

—Un tipo... nos atacó... y se llevó a Todoroki —dijo en voz baja.

Los otros dos chicos se miraron entre ellos con sorpresa.

—¿Era chino? —interrogó Deku.

Katsuki negó con la cabeza —Era japonés.

—¿Conocía a alguno de ustedes?

—A Todoroki —respondió Katsuki, luego sacó la hoja y se la entregó a Deku.

Este leyó con atención mientras Kirishima se asomaba por un lado.

—Quiere a Endeavor —dijo el último con temor.

Deku tomó la seriedad que le caracterizaba en momentos críticos —Probablemente nos siguió desde Japón. Debe haber averiguado acerca del viaje y descubrió que tenía una muy buena oportunidad, así que atacó en cuanto los vio solos y comenzó su plan —sugirió.

—Es mi culpa —dijo de pronto Kirishima—. Yo animé a Bakugo a escaparse. Si no lo hubiera mencionado, nada de esto habría pasado y ellos estuvieran ahora en la seguridad del hotel.

—En ese caso, también es mi culpa —intervino Deku—. Yo también estuve de acuerdo en dejarlos irse y le oculté la verdad al profesor Aizawa. En todo caso, lo único que podemos hacer ahora es ser honestos y aceptar nuestra culpabilidad; debemos decirle al profesor.

Kirishima asintió, listo para aceptar su responsabilidad como hombre que era.

Pero Katsuki solo podía pensar que ese tipo era demasiado poderoso, ni siquiera el fuego de Todoroki había podido detenerlo. Si le decían a Endeavor y este iba a enfrentar a ese villano, era muy probable que muriera. No quería que muriera, tampoco quería que Todoroki muriera.

—Kacchan, tenemos que decirle al profesor —insistió Deku—. Ellos son héroes profesionales; definitivamente sabrán que hacer.

Katsuki lo miró con seriedad. Tenía razón, necesitaba confiar en los héroes. Endeavor sabría qué hacer, ya se lo había demostrado una vez. Después de aceptarlo, sus amigos lo ayudaron a levantarse y fueron juntos a buscar al profesor.

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Aizawa miró fijamente a Bakugo mientras hablaba con lentitud —¿Qué hacían Todoroki y tu afuera, después de la hora de dormir para los alumnos?

—Yo... me escapé con Todoroki.

Aizawa suspiró —Es la tercera vez que incumples las reglas. No voy a castigarte ahora, porque la situación no es la adecuada, pero vas a quedarte en tu habitación hasta que todo esto se arregle y después hablaremos de lo que va a pasar contigo —luego volteó hacia los otros dos, quienes lo miraban en silencio—. En cuanto a ustedes, también esperarán en sus habitaciones. Serán castigados de la misma manera por permitir el escape.