Capítulo 11 - El consuelo llega después del dolor

4.6K 418 157
                                    

Shoto llevó a Katsuki hasta la habitación y lo hizo sentarse en la cama. Afortunadamente, a esas horas todos sus compañeros estaban en sus habitaciones, así que no se habían encontrado con nadie. Katsuki se veía perdido. Shoto lo comprendía, ahora mismo se encontraba en el vacío, sin saber que más podía hacer después de recibir una noticia impactante. Él le había prometido a Katsuki que lo iba a ayudar a resolver ese problema, pero realmente no sabía que podía hacer. Lo único que sabía en esos momentos era que no quería perder a Katsuki; no iba dejar que hiciera algo de lo que se lamentaría más tarde. Ya buscarían la manera de resolver eso, lo importante era que Katsuki estaba a su lado y no iba a permitir que se fuera.

—¿Qué debo hacer ahora? —dijo de pronto Katsuki con la voz rota—. Ese tipo debe de estar en su casa, descansando feliz, con su familia viva. Todos felicitándolo por detener a un villano y ser muy valiente. Por salvar vidas y seguir luchando para defender a los inocentes. ¿Por qué él vive tranquilo y yo no? Yo perdí a mi familia y me siento frustrado.

Shoto atrajo a Katsuki hasta él y lo rodeó con sus brazos, luego acarició su cabello con tristeza.

—Lo siento, Katsuki. Lo único que puedo prometerte ahora es que estaré contigo. Nunca te dejaré solo. Y te prometo que, mientras estés a mi lado, no vas a volver a sufrir.

Katsuki acomodó la cabeza contra su cuello y cerró los ojos.

Shoto lo mantuvo entre sus brazos hasta que se quedó dormido.

/---------------------------------------------------/

Aizawa se mojó el rostro y se miró al espejo del baño.

No había podido dormir en toda la noche pensando en lo cerca que había estado de perder a uno de sus alumnos, y todo por no saber escuchar sus gritos de ayuda. Ese chico estaba pasando por problemas mayores a lo que él pudiera imaginar, y nadie se había dado cuenta de eso. Incluso él, que creía que siempre sabía todo sobre lo que sus alumnos hacían y sentían, no había sabido ver el sufrimiento que Bakugo intentaba ocultar.

Tenía que hacer algo para ayudarlo, o si no, incluso Todoroki se involucraría en el problema. Esa situación no era algo con lo que los adolescentes tuvieran que tratar, era un problema que los adultos debían resolver.

Salió a su habitación y se puso su traje de héroe, luego salió de su cuarto, dispuesto a encontrar aliados que pudieran ayudarlo. Solo podía pensar en una persona que tenía los contactos adecuados para resolver esa situación. Así que, un poco más tarde se paró frente a la agencia de Endeavor. Esperaba que realmente pudiera ayudarlo.

/---------------------------------------------------/

Endeavor observó a Eraserhead salir de su oficina, luego suspiró.

Comprendía el pensamiento del chico Bakugo; ante sus ojos, todos los héroes deben parecer unos criminales ocultos tras las buenas acciones que en ocasiones hacían. Por supuesto que quería hacer pagar a esa persona que sacrificó a sus padres para obtener la fama que no podía conseguir por medios correctos, pero no podía lograrlo porque no tenía pruebas contra él. Nadie le creería a un adolescente que acababa de perder a sus padres y que actuaba como un villano lo haría. Haber golpeado a esos tipos le había quitado toda credibilidad.

Por esa razón, él estaba allí. Se había convertido en un héroe para proteger a los inocentes y hacer pagar a los criminales, y si para lograrlo debía recurrir a asuntos ilegales, él estaba dispuesto a hacerlo. No iba a permitir que el chico Bakugo se fuera por ese camino.

Endeavor salió de su oficina y buscó a su segundo.

—Flaming Fist —llamó. El hombre se apresuró hasta él—, quedas a cargo, hay algunas cosas que debo hacer.

𝑵𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒂́𝒔 𝒔𝒐𝒍𝒐 (𝚃𝚘𝚍𝚘𝙱𝚊𝚔𝚞)Where stories live. Discover now