Capítulo 20 Infame fama

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Todos los demás me desmintieron revisando sus celulares, obviamente reconocían la ropa que llevaba, el casco y a Tornado. Incluso Danny, corrió a buscar su móvil y se unió a los que afirmaban que si era yo.

- ¿Vas a decir que este no eres tú? – dijo Pete, mostrándome una foto posteada por una chica en Facebook, a la que le aplicaron zoom donde me veía furioso y despeinado. Fue tomada en el preciso momento que los descubrí fotografiándome, cuando aún no me había puesto el casco.

- ¡Qué mierda! –gruñí, apartando el plato porque acababa de perder el apetito.

- ¿Te parece una mierda? Tendrías que leer los comentarios –dijo Pete, mientras compartía el link con el resto y todos revisaban los comentarios, riendo a carcajadas - Te llaman desde papacito para arriba. Una dice que va a descargar e imprimir la foto para ponerla junto a su cama y... ¿Hacer qué? Bueno, ese comentario seguramente lo eliminarán de Facebook por considerarlo inapropiado – concluyó, mientras el resto celebraba a carcajadas poder leerlo, antes que fuera eliminado.

- Ahora están poniendo el tiempo exacto del video que más les gusta y... ¡taaaa tan! – dijo John - La mayoría coincide. Es el momento en que miras de frente, justo antes de ocultar tu cara enojada con el casco.

- ¡Espera! – dijo Pete – ¡Te están poniendo apodos en inglés! Jinete solitario, Motociclista sexy, Ángel furioso, Mordisco celestial y más ¡Ay amigo!... ¡Esto se está saliendo de control! - seguía diciendo, mientras todos reían a más no poder.

- ¿Qué hacías allí? – me preguntó Danny.

- ¿Tú que crees? ¡Buscaba paz y tranquilidad, no una infame fama!

- ¡No jodas, pa! Vestido así y conduciendo esa bestia de moto, vas a tener que buscarla en un monasterio, porque ni en un cementerio vas a estar a salvo ¡Si no te acosan las viudas cachondas, lo harán las mismas difuntas!

Todos reímos a carcajadas con ese comentario. No pude negar que había sido gracioso «¡Vaya cagada!» Tal vez la idea de la moto, no fue tan buena después de todo. Cuando estaba volando no me pasaban esas cosas.

- ¡Debí enseñarles el dedo, como me provocó!

- Por Facebook, no te salvas ni de las viejas - intervino uno de los chicos, cuyo nombre desconocía – Esta dice que le recuerdas a James Dean. Tiene que ser bien vieja, porque ese tipo lleva como cien años muerto.

- ¿Quién era James Dean? –preguntó otro.

- Un actor de hace tantos años, que casi todas sus fotos son en blanco y negro. Sé quién es, porque me gustan las películas clásicas.

- No me parezco en nada a ese actor – aclaré.

- Es por ese estilacho, As – dijo John – Ya sabes, tipo película Rebelde Sin Causa – miró a los demás y les dijo – ¡Sí! ¡También me gustan las clásicas! ¿Y qué?

- ¡Hey! Esta otra dice que quiere "comerte y chuparte, hasta... los huesos". No sé qué piensen ustedes, pero a mi ese "hasta" seguido de puntos suspensivos, me suena sospechoso – todos rieron de nuevo.

- ¡Ya es suficiente! ¿No y que se iban temprano? – pregunté, poniéndome de pie – Porque si no lo hacen ustedes, yo me voy al carajo.

- ¿En la moto? ¡Coño As! ¿Vas a buscar quien te chupe hasta... los huesos? – preguntó Pete, secundado por las carcajadas de todo el grupo.

- ¡Jódanse todos! – gruñí, saliendo de allí.

Me dirigí a las escaleras, seguido por otra ronda de carcajadas. Me cabreaba toda la situación, porque había sido mi culpa por quedarme dormido como un imbécil, en un lugar público. Aunque publicar videos, imagen o datos de terceras personas, sin su consentimiento era ilegal, no me resultaría fácil conseguir que las eliminaran. Para denunciarlas, tendría que crear una cuenta, demostrar que ese era yo y realmente no quería ocuparme de eso, cuando ni siquiera me gustaba interactuar en la web «¡Que se vayan a la mierda todos! Esperaba que lo olvidaran pronto» Esa tarde, también tuve que soportar una cuota de bromas en la empresa, por lo menos no fueron tantas, al fin y al cabo, jefe es jefe y si lo molestaban, pagarían las consecuencias.

SUBLIME PLACERWhere stories live. Discover now