SUBLIME PLACER

PROLOGO

En la vida, hay tiempo para servir y tiempo para ser servido, el momento preciso de cambiar esa dirección, la mayor parte del tiempo no depende de uno, lo decide el azar, el destino, la vida misma. Con el sexo por el contrario, sobre todo si hablamos del oral, es decisión nuestra cuándo, cómo, dónde, incluso cuántas veces y aunque ciertamente es mejor si hay reciprocidad, en mi caso disfruto tanto dando ese tipo de placer, como recibiéndolo. Se preguntarán por qué lo saco a colación, es que casi sin proponérmelo, hice del placer lo único seguro y estable en mi vida. Quizás sucedió al darme cuenta de una realidad que tal vez no muchos sepan o admitan, que la mayor parte de tiempo no tenemos una puta idea si lo que somos, la manera como nos comportamos o lo que estamos haciendo está bien o no, si va a resultar como esperamos o toda nuestra vida se irá a la mierda y lo que imaginamos que será nuestro futuro, nos explotará en el rostro.

Lo que si es probable que todos sepamos, es que ciertos hechos importantes pueden marcar a una persona y no siempre para bien. A veces, tenemos la oportunidad de borrar esas marcas, reinventarnos, y permitirnos descubrir que las cosas, pueden no ser lo que parecen. No todo el que cree ser malo, lo es realmente o nació siéndolo y antes de juzgar, debemos tomar en cuenta que las personas tenemos puntos de vista diferentes acerca de la maldad, a menos que se traten de actos criminales, lo que de plano descartamos, porque acá no estamos hablando de delincuencia, ni entre delincuentes

Conocen el dicho "La basura de unos es el tesoro de otros"? Bueno, eso, a veces lo que es malo para uno, no lo es para otro. Piensen en lo más inmoral o sucio que pueden hacer con sus parejas para darse mutuo placer, habrá quienes lo consideren malo o pervertido, pero para quienes lo están disfrutando, es de lo mejor. También debemos considerar que en ocasiones, la vida nos lleva por un determinado camino en el que quizás, por no conocer otros, terminamos sintiéndonos cómodos o aun habiendo conocido otros, no nos fue bien en ellos al recorrerlos. Cualquier ser humano normal continúa por aquel en el que se sintió afortunado o a gusto, aunque sea el que le haga ver como mala persona. Puede que sea cierto lo que afirman los religiosos, que el mal camino se recorre libremente y sin tropiezos, mientras el buen camino siempre está lleno de espinas.

Entre tú y yo, sin comentarlo con nadie más, ni dejar que otros nos escuchen, seamos honestos y reconozcamos que no tenemos madera de mártires. Podemos decir de los dientes para fuera, que somos incapaces de hacer esto o aquello, considerado abiertamente malo, aunque pudiéramos hacerlo sin que nadie se enterara y obtuviéramos grandes beneficios de ello, pero lo cierto es que solo lo sabremos con certeza poniéndonos a prueba, antes de eso, estamos hablando por hablar y lo que decimos es pura mierda. En fin, a lo que voy es a dejar en claro, que yo no tengo ni una pinche astillita de esa madera que soporta martirios en mi fenomenal anatomía, por lo que paso de caminos tortuosos, de hecho, soy todo lo opuesto a un mártir. Mis pies no fueron hechos para el sacrificio, me niego a caminar descalzo sobre espinas, si puedo hacerlo sobre una alfombra mullida, especialmente si en ella, me aguarda una bella mujer desnuda.

Sí, me rehúso a sufrir, gozo de la vida todo lo que ella quiera ofrecerme, sin preocuparme por rendir cuentas a futuro, ya que aún nadie me ha convencido de que hay algo más, después que dejamos este mundo. Con el consabido "vade retro" ahuyento de antemano a beatos y santurrones, relájense y tómenselo aunque sea con un vinito consagrado. No estoy afirmando que no lo haya, solo dije que aún no me han convencido de su existencia. Si ustedes son auténticos creyentes, no pueden pasar por encima de su jefe supremo, negándome el derecho de expresarme que según, me concede el célebre libre albedrio, el mismo del que he sabido valerme a lo largo de mi vida para sortear los altibajos y tomar mis decisiones. Si como muchos otros, ustedes también piensan que los pecadores siempre terminan pagando por lo que hicieron, se deleitarán al conocer mis pecados y más aún, el castigo que atrajeron sobre mí.

No fue sencillo para la autora, sonsacarme mi historia, mis más íntimos y oscuros secretos, lo logró alimentando a tal punto mi ego, que finalmente accedí. En las siguientes páginas encontrarán la más sincera confesión de alguien que pasó muchos años convencido de no saber qué carajo son los escrúpulos. Confesión que nunca, jamás en mi puta vida haría en un confesionario, ni aunque estuviera vacío o me transformaran en creyente. Sabrán lo peor, lo malo, lo regular, reservando para el final lo bueno y lo mejor, pero antes de continuar dejemos algo en claro, no la cuento para que me juzguen, lo hago pensando que la autora tiene razón, mi vida ha sido fascinante y puede parecerles entretenida.

Desde muy joven descubrí que lo mío, es el placer que encuentro en el cuerpo de una mujer mediante el sexo, Dediqué años a practicar para poder darlo y asegurarme de recibirlo en su máxima expresión. Me hace feliz el placer físico, asumí que debía ser una cuestión hormonal y no me compliqué la vida, ni perdí tiempo analizándolo. Siendo tan importante para mí el placer, encontrarán normal su relación con el título de este libro, que bien podría considerarse la biografía de un adicto al placer. No he llegado a formularme una teoría propia al respecto, aunque he deseado hacerlo desde muy joven. Desafortunadamente me resultó imposible sustentar o hacer verificables cualquiera de mis hipótesis sobre el placer que hoy en día me tomo el atrevimiento de compartir, con quien tenga la osadía de escucharme, convencido de que a fin de cuentas todos somos libres de creer lo que se nos pegue la gana.

No ayuda que nadie más que yo tuvo, tiene o tendrá el privilegio de estar en mi pellejo, ser testigo y dar fe de las vivencias que me llevaron a convencerme de una u otra cosa relativa al tema, pero como dijo el filósofo, sociólogo, pensador y escritor francés Edgar Morin "Una teoría no es el conocimiento que permite el conocimiento. Una teoría no es una llegada, es la posibilidad de una partida. Una teoría no es una solución, es la posibilidad de tratar un problema" En conclusión, cuando la tenga será un punto de partida... para continuar follan... digo, investigando.

Toda esa idea sobre una teoría propia surgió en mí, aún siendo virgen, mientras leía una frase de lord Henry en la obra El Retrato de Dorian Grey de Oscar Wilde, sin duda, un escritor adelantado a su época "El placer es la única cosa sobre la que merece la pena elaborar una teoría". Otra gran verdad que a mi entender el autor se valió de lord Henry para expresar fue "El placer es la prueba de fuego de la Naturaleza. Cuando somos felices siempre somos buenos, pero cuando somos buenos no siempre somos felices." ¿Aprecian la lógica y la honestidad aplastante de esta última frase? Yo sí, aunque se me manifestó como una epifanía ya siendo adulto. Al admitir que follar es lo que me hace más feliz, entendí el por qué pasé años follando a diario y luego llegué a la conclusión que había pasado gran parte de mi vida tratando de ser buena persona, sin siquiera saberlo. Ironías de la vida, para con quien nunca lo intentó de manera consciente.

No me mal interpreten, no busco empatía en personas que no conozco, ni llegaré a conocer, tampoco persigo, ni necesito redención, a fin de cuentas es mi vida, la viví, vivo y seguiré viviendo como se me pegue la gana y si no me importó una mierda lo que llegaron a opinar unos que alguna vez formaron parte de ella, entenderán que me importe lo mismo, la opinión de cualquiera que ni siquiera conozco o me conoce ¿Vale? ¿Les parece rudo o falta de educación de mi parte? También es cuestión de opinión o puntos de vista, para mí es de pésima educación juzgar a otros o como dicen, lanzar piedras al tejado del vecino, sin temer que el nuestro pueda ser de vidrio.

Me despido, espero disfruten conociendo mi vida, tanto como yo lo he hecho, viviéndola.

As

P.D. Toda votación o comentario será bien recibido y agradecido por la escritora, quien lo tomará en consideración para hacerlo mejor la próxima vez.