Capítulo 30

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Solía sentir que mi deber era el de cumplir el sueño de las personas, incluso lo convertí en mi lema en el trabajo pero ahora mismo sentía que ese objetivo se había perdido yo me sentía perdida me di cuenta que realmente pasé mucho tiempo tratando de cumplir los sueños de los demás para olvidar el mio, me di cuenta que dejé pasar muchas cosas por miedo. Ahora como siempre me encontraba en una esquina observando que el sueño de alguien más este de una manera perfecta, mire la hora notando que ya faltaba poco tiempo para que la fiesta terminará solía quedarme hasta el final pero ahora mismo sentía la enorme necesidad de descansar por lo que fui en búsqueda de Karol para que ella se hiciera cargo.

—¿Todo bien? —gire para observar a Damián, me sonrió mientras me extendía una copa—. Has estado muy ocupada con la boda y sinceramente creo que es tu momento de descanso.

Tome la copa un tanto insegura pero no quería ser grosera con él.

—¿Disfrutaste de la fiesta?

—Fue algo maravilloso aunque creo que pude haberla disfrutado más estando a tu lado pero le prometí a mi hermano comportarme y no molestar a su organizadora.

Aquello me hizo reír.

—No eres una molestia.

—Lo mismo le dije yo pero parece que no me creyó, incluso ahora parece molesto.

Señaló en dirección hacia la pista gire para observar a los novios bailando mientras que el novio le mirada con cierta advertencia.

—Ves, no puedo creer que piense que soy malo para ti.

—Supongo que la última vez no reaccione muy bien, lamento lo que pasó ese día.

—No te preocupes la verdad es que soy consciente que lo que dije no estuvo bien, lamento mucho si te ofendí.

—Lamento que Marcus te diera una golpiza aquel día.

—No te preocupes, la verdad me la tuve bien merecido tampoco estuvo bien lo que le dije.

—¿Y que fue lo que le dijiste?

—No quisiera seguir siendo una molestia entre los dos.

—No lo eres, nosotros dos ya no...

—Lo siento.

—Esta bien, la verdad es que lo veía venir no se que me hizo pensar que esta vez sería diferente.

—Estoy seguro que si lo fue, solo que Marcus es un poco idiota... Ese día yo le dije que si él no te proponía matrimonio yo lo haría.

—Si ese tipo de bromas no le agradan.

—No fue una broma, lo que dije en ese entonces incluso a Marcus y lo repito ahora es totalmente enserio, si tuviera la oportunidad de casarme sería contigo.

—Oh, yo...

—Y no necesito una respuesta, se que puede ser difícil pensar en algo tomando en cuenta que acabas de terminar una relación.

—Es que fue algo complicó, de hecho aún lo es, no te imaginas todas las cosas que tengo en menta es decir me gusta un chico pero él es gay es obvio que jamás le gustare como mujer y bueno, yo solo es decir...

Guarde silencio cuando sentí como Damián me beso, le mire un tanto perpleja.

—Mi madre solía decir que la única forma en la que se le debe callar a una mujer es a besos, me alegro tomar sus consejos.

—Estoy segura que lo hiciste con otra intención.

—Me gusta aprovechar todas las oportunidades, ahora en canto a tu situación si ese chico no puede verte como mujer entonces él se lo pierde, ahora en cuanto a nosotros que tal si empezamos con una cita.

—¿Una cita?

—Algo sencillo, sin compromisos, ¿te parece bien?

—Supongo que una cita no arruinara a nadie.

—Es un trato. Ahora, ¿me concedes esta pieza?

Quise negarme pero Damián tenía una forma tan única de convencerme por lo cual acepte incluso aunque fue poco el tiempo que pasamos juntos me divertí mucho, fue agradable el tener que hablar con alguien sin sentirte presionada a aceptar algo.
Incluso después de que terminó la boda espero por mi para poder marchamos juntos a casa junto con su pequeña mascota, adoraba a su perro.

—Nos vemos mañana —me despedí una vez que llegamos a casa, abrí mi departamento pero me detuve al escucharlo maldecir —¿Esta todo bien?

—Creo que olvidé mis llaves y—guardo silencio para ver la pantalla de su celular para luego mostrarme lo —al parecer lo deje sobre las mesa de regalo, creo que fue mala idea utilizar mis llaves como destapa corcho.

—Es tarde, puedes pasar la noche en mi departamento.

—No quisiera causar molestias.

—La habitación de huéspedes es cómoda, no hay ningún problema, puedes pasar mañana por las llaves.

—Entonces agradezco mucho tu hospedaje —mencionó mientras entraba detrás de mi. Fui a la habitación para encender la luz.

—Puedes sentirte cómodo y bueno mi habitación ya sabes donde esta, entonces buenas noches.

—Descansa.

—Tu igual.

Me marche a mi habitación un tanto nervioso no sabía porque había hecho pero no lo había hecho con otra intención así que podía estar tranquila, nada mala iba a suceder.
A la mañana siguiente desperté al escuchar el ladrido del perro de Damián, me levante para abrir la puerta de mi habitación notando como el pequeño daba vueltas sin parar mire la habitación de huéspedes la cual se encontraba abierta parecía que ya había salido, tomé al cachorro entre mis brazos para ir en búsqueda de Damián, cuando pensaba ir al baño a tocar la puerta escuché su voz en el pasillo.

—Oye Damián, creo que este pequeñín necesita salir a—solté un grito con pánico cuando vi a Marcus de pie, aquello me había sorprendido ¿que demonios hace aquí? Espera, ¿por qué estoy gritando? Anda actúa normal— Hey Marcus, ¿todo bien en el pasillo?

Él me miró en silencio observó al perro luego a Damián.

—Tu padre nuevamente se confundió y envío un paquete a mi departamento —dijo extendiendo el paquete el cual tome, él se dio la media vuelta y de marchó, no pude evitar maldecir mientras le entregaba su mascota la Damián.

—Todo es un completo mal entendido, nada paso entre nosotros, se que puede ser fácil confundirse pero...

—No hace falta que me des explicaciones Arianwen, después de todo tu y yo ya no somos nada, de hecho nunca lo fuimos.

Las puertas del elevador se cerraron y pude sentir como con ello también algo dentro de mí lo hizo, se que Marcus siempre ha sido una persona de palabras duras y frías pero aquello en verdad me había dolido pero aunque era así sentía que lo tenía merecido pues yo lo había lastimado primero a él.

¿Aceptas Este Amor? Si... No... ¿Tal Vez? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora