Capítulo 15

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Me sentí como una verdadera tonta por haber confiado en él, al final como siempre me dejó plantada por más de dos horas. Lo único que quería era ir y llorar en los brazos de mi hermana como siempre lo hacía cuando alguien me rompía el corazón pero no quería que hubiera discusiones entre nuestras familias, ya no más por lo que decidí volver a casa.
Me sentí bastante patética pues me había esforzado porque dentro de mi creí en el y pensé que realmente iba a ser diferente en esta ocasión pero no se puede mover una montaña con solo desearlo.

—Wou, Wen te ves preciosa—escuche decir a mis espaldas gire para observar a Damián quien tenía a Lenno entre sus brazos quien movía la cola sin parar, ladrón un par de veces y sonreí ante las palabras de Damián —. Incluso Lenno cree que te ves divina, ¿tuviste una buena vela?

—No—confesé tras soltar un suspiro—me dejaron plantada... ¿Como sigue tu nariz?

—Esta mejor y el doctor puede asegurarlo... Sabes es un idiota, no te merece.

—¿Disculpa?

—Hablo de la persona que te dejó plantada. Si no puede ver que frente a él hay una chica hermosa, inteligente, amable, cariñosa y fantástica entonces no te merece—mencionó y Lenno ladro—tienes razón amiguito, también olvidé decir bastante sexy.

Aquello me hizo reír, me acerque para abrazar a Lenno.

—Tal vez no estoy vestido de una manera tan elegante como tu y definitivamente no puedo darte una cena de lujo pero, ¿te gustaría pasar? Prepare pasta.

Yo le mire un tanto dudosa mientras acariciaba la cabeza de Lenno.

—Y no te preocupes, prometo no darte nada de alcohol o intentar besarte. Aunque no puedes culparme si te coqueteo, en verdad estas hermosa esta noche.

Aquello me hizo reír y yo solo asentí.

—Si, esta bien. Me encantaría, en verdad muero de hambre.

Y cuando al final no tuve la velada romántica que esperaba si tuve a alguien a mi lado que me hizo feliz. Damián era una persona más alegre de lo que aparentaba, era un excelente cocinero y su cariño por su mascota lo hacía ver una persona en verdad encantadora. Era alguien que podía coquetear sin ser vulgar y aunque pasó casi toda la velada siendo un coqueto conmigo no me importo ni un poco.

—Es tarde debo ir a casa
—mencioné mientras bajaba a Lenno de mis piernas.

—Te acompaño.

—Claro, puede ser bastante peligroso cruzar el pasillo—comente sarcástica.

—Bromea todo lo que quieras pero nunca sabes si hay alguna persona extraña asechando —dijo mientras me abría la puerta.

—Tienes razón, dar cinco pasos en verdad puede ser aterrador—comenté mientras salía de su departamento, el cruzó conmigo el pequeño pasillo hasta llegar a mi puerta la cual abrí —. Gracias por acompañarme hasta la puerta de mi casa, tu si que sabes como tratar a una mujer y hacerla sentir segura.

—Me aseguraré de que siempre sea de esa manera.

—Las mujeres deben volverse locas por ti.

—No estoy seguro de ello, la mujer por la cual estoy loco no parece ni tener la más mínima pizca de locura por mi.

—Lo lamento.

—¿Por qué?

—Porque esa mujer no sienta lo mismo que tu.

—Bueno es algo que se puede cambiar, si no mal recuerdo ella cree que me veo atractivo solo en toalla y un sensual trasero.

Arquee mis cejas mientras miraba una sonrisa burlona en su rostro.

¿Aceptas Este Amor? Si... No... ¿Tal Vez? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora