Como la noche y el dia (Yaoi)

27. Buenas Noches

---Hiromi---

Intento sonar casual, como si no estuviese desesperado.

- ¿Oye todavía no ha vuelto la madre de Riku? Tenéis que estar aburridos ¿me quedo a dormir en el sofá y os hago compañía?

Seki para el coche y me mira levantando una ceja. Riku también tiene sus ojos puestos en mi esperando algo.

- ¿Qué?

- ¿Has dicho sofá? ¿Hiromi te encuentras bien?

- Si, no voy a hacer nada raro

- Oh dios mío ¿De verdad te encuentras bien?

- ¡Que sí, joder!

Riku se acerca a mi oído para que Seki no oiga lo que dice.

- ¿Es por tu madre? - Le miro fijamente y respondo afirmando con la cabeza. - Seki ve a casa de Hiromi a que coja algo de ropa, se va a quedar unos días.

Le sonrío y aparto su flequillo para posar mis labios en su frente besándola suavemente.

- Oye Hiromi ponte el cinturón, y tu Riku mira hacia delante. - Seki ha visto el beso de reojo y estará celoso de ser el único que recibe puñetazos después de los besos.

En poco tiempo llegamos a mi casa, el coche de mi madre sigue ahí. Espero unos segundos antes de abrir la puerta del moderno y rojo coche que es imposible que mi madre haya pasado por alto desde dentro de la casa.

- Yo no salgo, que tengo que hacer una llamada

- ¿Es a Toru? No te lo va a cojer -Riku se ríe de él mientras sale detrás de mi.

Seki saca la lengua y Riku cierra la puerta, dejándolo a solas mientras intenta llamar al profesor de inglés. El rubio me mira y empiezo a andar hacia la puerta seguido de él. Saco las llaves y abro rápidamente, mi madre está en el pasillo justo frente a nosotros. Riku rápidamente levanta la mano en gesto de saludo pero yo le arrastro hacia mi cuarto sin darle tiempo a saludar decentemente a mi madre, o al menos no a que entable una conversación con ella. Justo cuando estoy abriendo la puerta de mi cuarto se oye su voz desde el salón.

- Hiromi ¿Qué quieres hoy para cenar? - Respondo en alto para que me oiga bien.

- No voy a cenar aquí. Ni a dormir.

Hago que Riku entre delante de mi y cierro la puerta de un golpe.

Como siempre, mi cuarto está ordenado de forma muy peculiar y he olvidado dónde he puesto las cosas que necesitaba.

- Deberías de plantearte seriamente hacer uma limpieza aquí ¿que hace un paraguas roto en este cajón? ¿no te das cuenta de que ni se puede cerrar?

Riku juega con un cajón lleno de bolígrafos, un paraguas plegable y otros trastos, al sobresalir demasiado el paraguas hace que no se pueda cerrar bien el cajón, a pesar de ello el rubio intenta hacer que entre bien y así poder cerrarlo, sin mucho resultado.

- ¿Quieres limpiarlo tú?

- Ni de coña.

- ¿En serio? Igual te perdono por lo del otro día si lo haces.

- ¿El otro día? Ah... - Riku me dedica una media sonrisa como si lo recordase en el momento. - Estuve muy bien ¿Verdad? Parece que lo disfrutastes un montón.

- Tu...

Me acerco enfadado a el y le sujeto la cara con una mano haciendo que no pueda moverla. Junto nuestras bocas hasta casi tocarse y sonrío burlonamente. El principito no parece asustado, tan sólo me mira como segundos antes había hecho. Mi aliento choca con el suyo.