Como la noche y el dia (Yaoi)

18. Me vuelve loco.

---Hiromi---

Saco una goma que no uso del estuche y se la tiro a Keiji, le soy directamente en un párpado y se despierta agitado. Señalo el examen que hace momentos tenía debajo de su cara, bosteza y vuelve a sostener su lápiz. Yo me vuelvo a concentrar en el mío.

Ayer al final no toqué ni un sólo apunte, como todos los domingos me dediqué a dormir la resaca del día anterior y se me olvido completamente que al día siguiente tenía examen. Y aquí estoy, con diez preguntas y sólo una tarde de estudio.
Aunque, si soy sincero esta mierda es tan fácil que podría haber aprobado con sólo leer los apuntes. Relleno todas menos un par de ellas y termino rápido el examen. Miro a Kenta, que esta sudando la gota gorda, luego miro a Keiji, que ya ha terminado el examen y ahora duerme sobre el.

Después de unos cuantos bostezos la voz del profesor me despejó la mente.

- Ya podéis entregar los exámenes.

Una avalancha de personas posó los folios sobre la mesa del calvo, algunos incluso lo lanzaron.

Cuando por fin salió por la puerta Kenta vino corriendo hacia mi asiento.

-¡La seis! ¡¿Qué te daba la seis?!

- Cálmate. Ya ni siquiera lo recuerdo. -No miento, nada más terminar el examen mi mente ha decidido hacer limpieza.

- ¿Que tal os ha salido el examen? -Shin se acerca a mi mesa y Riku detrás.

- Bien, supongo. Se te da bien ser tutor, Shin.

Kenta ni se molestó en responder, su cara pálida de desesperación lo dice todo, incluso esta temblando.
El pecoso se acerca a nosotros desperezándose, todavía se le ve en la cara que tiene sueño, no quiero saber lo que hizo ayer pero me da que tiene que ver con Atsushi.

- ¿A ti como te ha ido?

- Estaba tirado. -Se frotó el ojo derecho con la mano.

- ¿Pero tú estudiaste algo ayer? -Me sorprende un poco.

- Si, bueno, cuando conseguí echar a un gilipollas de mi casa.

- ¿Que te daba la seis? -Kenta seguía temblando.

- Me parece que 587 o algo así ¿687? Bah, no me acuerdo bien. -La cara de Kenta palideció más, aunque no creí que fuese posible.

- Estoy acabado. Totalmente acabado. Muerto. Bajo tierra. Ya veo a los gusanos comiéndose mi cadáver.

- Oye oye cálmate, no será para tanto. -Keiji le dio una palmada fuerte en la espalda.

Kenta soltó un quejido y Shin intentó que se calmasen los dos. La escena de siempre.
Decido no escuchar sus gilipolleces, me acerco al oído de Riku y le digo algo en bajo.

- Hoy tengo mi recompensa. - Me aparto de el y me da tiempo a ver su cara roja antes de que la gire.

- Eh oye, Shin, tu mano esta sangrando ¿estas bien?

Miro hacia Shin y veo su puño apretado hasta tal punto que las uñas le han hecho heridas y eso hace que un fino hilillo de sangre recorra su palma hasta los nudillos, blancos de hacer fuerza.

- ¿Yo? Oh si, esto, no se como ha podido pasar... ¿Ahora tenemos gimnasia, no? Igual me voy a descansar un rato a la enfermería, no me encuentro muy bien.

¿Shin? ¿Que demonios le ocurre? ¿Cómo no a va saber que pasa cuando estaba apretando su mano tan fuerte?

En gimnasia acabamos de terminar con el baloncesto y vamos a empezar con fútbol. Al principito se le ve entusiasmado, dice que se le da bien, pero ya veremos si mejor que a mi.