Capítulo IV: Shion

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Shion era el candidato perfecto para ser delegado, era autoritario y gentil al mismo tiempo. Era imposible faltarle el respeto y era imposible no estimarlo. Nunca supe como podía equilibrar tanto su vida, de ser el líder de nuestra clase y dormitorio hasta todo lo que explicaré a continuación.

A pesar del respeto y lo impecable que lucía, siempre era el alumno con los zapatos más brillosos pero mi madre me dijo que para conocer a alguien tienes que verle los zapatos y yo sabía que como todos él tenía un secreto.

Tenía una relación poco ortodoxa con su compañero de habitación y amigo Dohko. Todos lo sabíamos, pero nadie hablaba de ellos. Al final nadie sabía lo que pasaba detrás de esas puertas.

Yo los había visto besarse una vez, detrás del lago. Sentí que ambos se veían perfectamente juntos y me avergonzó estar espiando. Dohko nunca se aprovechó de su favoritismo, de hecho era igual de responsable que él. Tan gentil y tan amable.

Por eso me extrañó que me viera de ese modo, pensé en que trataría de orientarme con las clases que perdí. Pero no fue así. Shion ese día no era él.

Sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo. Me atemorizan los rumores y más aún a puertas de ingresar a la universidad, yo tenía miedo de que nadie me aceptara y tampoco aceptaran a Kardia, habíamos planificado incluso cómo mudarnos, claro está como amigos...

Me imaginaba qué planes tenían Dohko y Shion... era muy fácil imaginarse la felicidad que podían tener dos jóvenes.

-

Ya era 21 de junio y decidí volver a clases. La situación entre Kardia y yo era incómoda. Se supone que yo velaría por él, no al revés, me sentí inútil por un segunda vez.

- No me han atropellado, puedo caminar e iré a clases, te parezca o no...

- Tengo miedo que te hagan daño, no quiero que vayas, tal vez pueda ser mucho para ti... -Kardia suspiró.

¿De dónde venía esa preocupación?

- Si piensas así, me estás subestimando... - Lo miré con reproche mientras me vestía.

- Dégel, si te sientes incómodo avísame, te sacaré de ahí...

-

Y efectivamente, él tenía razón. Quería que me sacaran de ahí, todos tenían esa mirada especialmente Shion. ¿Por qué me miraba de esa forma? Otros trataban de distraerse mirando otras cosas, pero lo hacían apropósito, evitaban verme, sentían vergüenza de solo mirarme. Soporté hasta el final de la clase y decliné ir a las actividades extracurriculares. Salí lo más rápido que pude, no pensaba almorzar ese día, Kardia no me siguió, creo que sabía que quería estar solo.

Miré el suelo mientras caminaba, tenía razón el idiota, tal vez no estaba listo, aunque nadie me estaba haciendo nada. Pero las miradas me hacían sentir culpable. Me acababa de dar cuenta que ni lustre mis zapatos, pensé que eso decía mucho de cómo estaba ahora. Yo siempre tenía los zapatos limpios, traté de contener las lágrimas...

Ya no puedo más...

Quiero irme a mi casa, no a esa habitación, a mi casa con mi familia y mi perro.

Quiero escapar de aquí.

Hasta que choqué con alguien, vi esos zapatos perfectamente lustrados y me  despertó de mis pensamientos.

-Degel... Asmita me lo dijo, él sabe todo, sabemos quién lo hizo. Reúnete con nosotros detrás de la pista de tenis a las 7.30 PM no faltes.

¿Qué era eso?

Shion terminó de forma rápida la conversación, no me dejó ni un minuto para pensar. Vi lo rápido que aceleraba sus pasos como tratando de huir también.

¿A dónde te vas Shion?

¿De quién te estás escapando?

Su cabellos verdes y frondosos se movían al caminar, podia ver lo alto que era, sentí un extraño alivio, sabían que no era yo.

Esa fue la última vez que lo vi.

Jasmine Nights (Saint Seiya)Where stories live. Discover now