Capítulo 30.

5K 163 30
                                    

Borroso. Es una sensación tan rara, que ni la llegas a notar. Comienzas a abrir los ojos... como si estuvieras en una nube, en un buen momento. Siento ganas de estirar todo mi cuerpo y lo hago, alzando mis brazos. Entonces la imagen que tengo justo enfrente de mí se empieza fundir... cada vez más clara, más bonita... y cuando termino de abrir los ojos, me encuentro con una gran duda: ¿Qué miro primero? ¿La preciosa sonrisa de Justin, o esos ojos brillantes? 

Entonces mi mente junta cabos, y recuerdo donde estoy, por qué, y lo más importante; con quién. 

Me encontraba rodeada de sabanas calentitas, con una luz de principio de día —algo temprano— y un chico encima mía, con los brazos apoyados a cada lado de mí, manteniendo su peso. Es fácil, despertándote así, que la sonrisa de Justin se contagiara en mi rostro.

No me había dado cuenta, pero al bajar mis brazos habían quedado posados en su nuca. Pero, lo que sí fue intencionado fue empezar a acariciarle. Sus ojos ya no eran tan distraídos, me miraban fijamente, mostrándome lo que le hacía sentir. Inevitablemente miré su torso desnudo —algo común en él— y lamí mis labios provocando una de sus sonrisas torcidas, aunque esta vez fue un poco más disimulada. Cuando le volví a mirar a los ojos, sentí la necesidad de tocar esos mechones alocados que caían por su frente. 

Y entonces, pensado de manera superficial, me cuestioné: ¿Podría existir alguien más guapo y atractivo que Justin Bieber? 

Y la respuesta se formuló en mi mente de inmediato, era clara y concisa: No. 

Concentrada en su atenta mirada sobre mí, perdí el sentido de mis pensamientos cuando noté la mano de Justin acariciar mi brazo lentamente hacía arriba. Tomo contacto con mi tirante caído y lo subió de tal manera que logró que en mi estomago aparecieran mil mariposas de repente. 

Para cuando me quise dar cuenta ya se había acercado a mí. Dejó un dulce beso sobre mi frente y me miró a los ojos de nuevo. 

-Buenos días, y feliz navidad, rubia. –sonrió, de una forma demasiado tierna-. ¿Cómo has dormido? 

Si no le conociese, no sabría que esa era una pregunta trampa. Pero le conocía, y sabía que lo era. Y, como si no hubiera pasado el tiempo, me dieron ganas de decir: "¿Como voy a dormir, tonto? si he dormido contigo."

Pero, después de todos los sucesos, me limité a ser más sencilla. 

-Feliz día de Navidad Justin. He dormido genial, ¿y tú? –sonreí, realmente feliz. 

Él se acomodó a mi lado mientras contestaba que había dormido igual de bien. Pasó un brazo por mis hombros y me acerqué a él. 

-Tengo planes para ti hoy. –sonrió de oreja a oreja. Y me sorprendió, ya que pensaba que hoy solo pasaríamos el día con su familia. Le miré, atenta.

-A ver, sorpréndeme. –él mordió el interior de su mandíbula con una sonrisa picara. 

-Ey, no me tientes, sabes que siempre te sorprendo. –rodé los ojos animadamente ante el coqueteo que habían tomado nuestras miradas y le indiqué continuara con lo que iba a decir-. Bueno, ya sabes que soy un poco despistado... –asentí, como si no me contara nada nuevo, y él soltó una carcajada-. El caso es que tenemos que ir a comprar los regalos de mis hermanos antes de la comida. 

-¡Justin! Dios, tienes la cabeza perdida. –le eché la bronca. 

Él se escondió en mi hombro riendo. 

-Todos sabemos por quién tengo la cabeza perdida. –dijo, normalmente. Y, por supuesto, mis mejillas tomaron bastante rubor, con lo cual me gané un pequeño beso en ellas. 

Second Chances. {Justin Bieber} {Secuela de By your side} {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora