Los secretos que oculto

Capítulo 5: El destino avanza

Viajar a otro mundo en una burbuja y el recuerdo de la carta, me hace pensar que efectivamente yo procedo de este mundo. Estoy casi seguro de ello, porque desde que estoy aquí no he oído voces y quiero pensar que se debe a que he vuelto a casa y las voces eran las personas que querían que volviera aquí. Según el libro y mis tatuajes y magia yo era parte de la caída familia real de Rossbal, en concreto que era el príncipe heredero. Más adelante debería investigar la familia real de Rossbal. Tenía que confirmar quién era realmente yo. Solo sentía que este era realmente mi mundo y no quería volver al otro. Miré el reloj y ponía que faltaban 5 minutos para la siguiente clase. Volví a dejar el libro en su lugar y fui a reunirme con Mickel. Me lo encontré despierto y listo para irse a la habitación a cambiarse para ir a las clases físicas. Le dije que se adelantara y no me esperaba. Mientras me dirigía a la enfermería. Las clases físicas son en manga corta e ir en uniforme estaba prohibido. Si antes quería ocultar mis tatuajes, ahora era algo elemental. Si alguien más los veía descubriría quien soy. En la vacía enfermería, pues el personal estaba dando alguna clase, cogí vendas suficientes para tapar mis tatuajes. Las guardé en mi bolsillo y corrí a mi habitación. Mickel ya se había ido a clase, pero me dejó mi uniforme para las clases físicas sobre la cama. Cierro la puerta con pestillo y la ventana y me quito el uniforme que llevo puesto. Cojo las vendas y las pongo en mi brazo derecho cubriendo los tatuajes. Las he puesto desde el hombro a la muñeca y espero que nadie pregunte por ellas o estaré en problemas. El pantalón era largo, pero no confía en él al 100% así que puse también vendas en mi gemelo izquierdo cubriendo así el tatuaje. Me pongo el uniforme y las zapatillas y corro a clase. Llego 10 minutos tarde. Ya están todos cuando llego y están acabando el calentamiento. El profesor se acerca a mi enojado y sin siquiera escucharme me dice que corra. Esa clase me la voy a pasar corriendo, genial. Comienzo a dar vueltas por la pista y veo como los demás comienzan a aprender lucha cuerpo a cuerpo. Por suerte yo llevaba aprendiendo lucha cuerpo a cuerpo desde que tenía 18 años, además de artes marciales. Me hacía no pensar en nada más mientras estaba en el internado alejado de mi familia. Ha pasado el tiempo y llevo 40 minutos corriendo sin parar. El profesor me dice que ya puedo parar y me incorporo a la clase cuando van a cambiar de ejercicio. El siguiente era el tiro con arco y el profesor explica y enseña la técnica. Cogemos el arco y los 10 primeros se preparan para disparar. Tras un rato de espera llega mi turno y me pongo en posición para disparar. Para mi sorpresa consigo dar en la diana, cuando ni siquiera estaba apuntando. Fue entonces cuando finalmente todos cayeron en la cuenta de que tenía un brazo vendado y guiados por la curiosidad me preguntaron por ello. Había estado pensado una excusa mientras corría, pero lo mejor que se me ocurrió fue que tenía una enorme cicatriz que me daba vergüenza enseñar. No pude pensar en nada más y fue eso lo que dije. Con una cara extraña que veía que intentaban aguantarse la risa se lo creyeron.

El tiempo ha pasado desde entonces y llevo unos tres meses en la academia. Ahora estamos en primavera y es cuando tenemos vacaciones. Durante todo este tiempo he investigado en la biblioteca todo lo que he podido y he averiguado muchas cosas sobre este mundo y su historia. Así como cosas sobre Rossbal. Me las arreglé en cierto modo para mantener esto y los tatuajes en secreto. No encontramos datos sobre como volver al mundo del que partimos y eso ponía a Mickel triste. No quiero arrastrarlo hasta mi guerra personal así no le he dicho quién creo que soy realmente. En todo este tiempo he aprendido a usar y dominado los tipos de magia y la lucha. Lo he hecho en secreto, pues no podía dejar que nadie lo supiera. Los demás piensan que soy un inútil con suerte. Mickel y yo hemos discutido mucho acerca de qué hacer en estas vacaciones. Él quiere volver a casa, y yo quiero que lo haga. Yo no puedo irme, necesito averiguar quién soy realmente y además no me espera nada allí. Siento que no quiero volver. Tras mucho hablarlo acordamos que él se quedaría en la academia y yo iría al lugar donde aparecimos en busca de pistas. Lo que no le he dicho es el lugar al que realmente me dirijo. Es un sitio mucho más peligroso, pero al que necesito ir para obtener información sobre mí. Voy a ir a buscar a los rebeldes de Rossbal y a reunirme con ellos. Necesito que vean mis tatuajes y me confirmen si soy realmente quien creo.