Capitulo Treinta y Tres

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— ¡Alex tiene una novia bonita! —le dice Madelin a mi mamá casi gritando —Y lo mejor es que ella es mi escritora favorita ¡debes de leer su libro!

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— ¡Alex tiene una novia bonita! —le dice Madelin a mi mamá casi gritando —Y lo mejor es que ella es mi escritora favorita ¡debes de leer su libro!

No esperaba nada más de Madelin; era seguro que le diría en grandes gritos entusiasmados a mi mamá sobre mi noviazgo con Ximena el cual ella misma descubrió mientras nos besábamos afuera de la casa, para ser sincero, me gustaba que estuviera emocionada por mi noviazgo .

 Pero yo quería ser el que le digiera a mi mamá sobre esta relación que me tiene también entusiasmado.

Se lo conté a Juan en la madrugada mediante una videollamada. Se puso a gritar tanto que me aturdió los oídos, y después se puso a bailar encima de su silla rodante de la cual se cayo; pero ni eso desapareció su vasta emoción.

— ¡Es un milagro! — Madelin pasa ambas manos por sus mejillas aplastándolas ocasionandome una fuerte ternura. Pedro baja las escaleras correteando a un gato que seguramente es de la vecina —¡No Pedro! ¡No tienes permitido matar otro gato! —grito; de un salto se levanto y corrió detrás de nuestra mascota.

Mamá le grita que se apresure, es extraño que este sonriendo desde que nos levantamos. 

—Debe de ser bonita y amable para que a esa niña le caiga bien una novia tuya —dice, tiene una gran sonrisa en la cara. Se nota emocionada, hace tiempo que no la veo así.

— ¿Seré yo el único enamorado de por aquí? —le pregunto, se ruboriza y me da la espalda de inmediato —Hum, ¿Ay alguien que haga que mi madre quiera otra cosa que sus plantas?

—No solo quiero a mis plantas, te quiero a ti y a Madelin.

—Definitivamente quieres más a tus plantas —manifesté.

—No pienso hablar sobre mis novios contigo.

—Bien. Háblalo con Madelin, es una chica.

—Tiene once años. Y sabes que odia hablar de chicos no ficticios. Le da asco ese asunto.

—Lose. Qué triste tu situación —me mofo —Deberás de contarle a tu hijo.

—No está en el contrato de madre decirle a los hijos tus situaciones sentimentales.

—Lindicila Roney— pronuncio su nombre y le apunto con el tenedor —Dímelo.

Mi mamá suspira resignada sabiendo que seré bastante insistente con el tema hasta que me diga la verdad.

—Es un doctor. Solo me invito a cenar después del turno, ya ¿feliz?

—Más o menos —respondo — ¿Y lo conozco?

—Es Martin.

No puedo controlar poner una sonrisa de felicidad y a la vez que mi boca se abra por lo sorprendido que estoy con la noticia. Yo conocía a Martin desde hace unos dos años, y era una maravilla de persona, supuestamente era el mejor amigo de mi mamá. Algo me dice que en ese tiempo no era solo amigos.

—Eso es magnífico mamá. Me alegro por ti. Él tiene un carro y una casa con alberca ¿Verdad? —tampoco puedo evitar el interés, pero tendríamos una buena vida si mamá se casa con él y quizás se proponga para pagarme la universidad. Y yo podría dejar esa estúpida apuesta para ser feliz.

—No seas interesado. —me dice —Solo estamos saliendo. Tu mejor deberías de traer a tu novia para que la conozca.

—Tú trae a Martín —me pongo a la defensiva.

—Tú ya conoces a Martín, y yo a la tal Ximena no. Quiero saber si es bonita.

—Si es hermosa. — sonrió como bobo, mi mamá hace un sonido con su boca burlándose de mi. La miro fulminante —Déjame en paz, tu sabes que no siempre me enamoro.

—Si te enamoras. Eres un adolescente muy hormonal —pone los ojos en blanco —Aunque aveces eres tonto con las elecciones de novias que tomas. Fanny fue una de esas pésimas elecciones. 

—¡No me recuerdes mis errores! —grito apenado; se nota que ella disfruta de esto.

—Disfrútalo goyito.—da palmaditas en mis mejillas —Cuando entres a la universidad no vas a tener tiempo de pensar en chicas.  Me alegra que salgas con Ximena.

— ¡A mi también! —grita Madelin desde el patio. Estiro mi cabeza para observarla, pedro no tiene a un gato en la boca, pero la paleta de sombras de maquillaje que tenia mi mamá esta hecho trisas.

—¡Madelin! ¡No sabes que el maquillaje es preciado!—gritó

—¡El gato merecía vivir! ¡Y tu no me dejas dar a Alex a pedro para que se lo coma!

—Dile algo—me dice mi madre, esperando que reprenda a Madelin; lo cual es estupido. Si no le hace caso a ella que es su madre ¿que era de esperarse conmigo? cuando era más pequeñita se colgaba en mis pies y intentaba empujarme hacia el tanque de basura. Eso decia mucho sobre su amor. 

—Tu querías hijos —me encojo de hombros y meto un pedazo de mi comida a la boca para evitar reírme.


Más tarde juego Fortnite en la sala de mi casa con Juan y Shane. Al llegar, Juan se me lanzo encima como un mono con su madre y me beso la frente, estaba muy emocionado por la noticia sobre mi relación reciente con Ximena. A Shane también le agrado la noticia, pero hoy no se veía de tanto humor y otra cosa; el no estaba junto con Gaby, y me odio por ponerme feliz por eso.

— ¿Y Gaby? —le pregunto a Shane.

—Rompimos— responde.

—Oh... ¿y porque?

—Discusiones, celos y esas cosas de las que no quiero hablar.

Juan y yo respetamos la opinión de Shane y no hacemos más preguntas al respecto, ni sacamos el tema de Gaby. En cambio, nos ponemos a hablar sobre Ximena, lo que paso anoche y que planeo para después.

Madelin baja corriendo las escaleras persiguiendo a Pedro que corre y se lanza hacia Shane derribándolo. Le quito el perro de encima, y Madelin en la primera oportunidad lo abraza; apenas y le llega al abdomen.

—Alex tiene novia.

—Lo sé. Me cae bien—responde Shane

—A mi igual—sonríe —Me voy, ustedes sigan jugando esa jueguito retrasado. Te amo —se pone de puntillas para besarle la mejilla a Shane, él sonríe y le besa la frente, después de eso Madelin se va de nuevo a su habitación.

—Nunca ha tenido esa fascinación conmigo—dice Juan.

Shane se ríe victoriosamente.

—Ella me ama.

—Ey—le apunto con el dedo —No te emociones.

—Te escuche—grita Madelin desde la punta de las escaleras —No hagas que pierda la oportunidad de ser novia del amor de mi vida guapo.

Shane me saca la lengua infantilmente  y yo le roció perfume en ella haciendo que tosa por el amargo sabor en su lengua. Juan y yo nos reímos como locos.

¡LLegamos a las 35k de lecturas en como dos dias! ¡Gracias infinitas! ¡Te quiero!

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Mi precioso ex©༯✰Where stories live. Discover now