Mi precioso ex©༯✰

Capitulo Treinta

Alex

¿Qué esperaba que pasara? ¿Qué ella digiera así como si nada que yo le gustaba? ¿De verdad esperaba eso tan a la ligera después de lo que le hice en el pasado?

Admito que aquella conversación había sonado en mi mente, si bien, algo diferente, pero en mis pensamientos no tenía un final como este.

No pude haberlo arruinado un fin de semana, al menos no la vería durante dos días y tendría tiempo para acomodar mis emociones, o al menos controlarlas. Pero no. Tuve que hacerlo el segundo día de una larga semana, y peor, en la mañana.

Fui a su casa por puro impulso después de notar que había abierto mi mensaje sobre lo de Abel, había pensado durante toda la noche. Quería que algo más pasara entre ella y yo, por que la quería más de lo que yo esperaba que podría querer a alguien, y por el simple hecho de enamorarme por primera vez ella merece que me arriesgue por que esto sea real.

Pero, lo romántico quedo de lado y la volví a regar. Me volví a equivocar.

Durante el día me siento confundido y deprimido. No es fácil que Ximena este sentada a mi lado sin hablarme, que pase junto a mí por los pasillos como si no me conociera. Quizás lo que la hiso enojar fue pensar que yo bromeaba, pero no es así, trate de que mi rostro reflejara lo contrario a una broma y claramente no funciono.

Le conté lo que había pasado a Juan y a Shane durante la clase de ciencias. Juan estuvo atento a mi narración, por otro lado a Shane no pareció interesarle tanto. Y no por que estuviera más interesado en la clase del maestro, sino porque estaba mensajeandose con Gaby mientras tenía el teléfono oculto en el regazo debajo de la mesa. 

Últimamente parece no importarle nada más que Gaby, eso confirma mi teoría  que se enamoró de ella, pero eso también me llego a molestar en cierto punto. Parece que el nombre de Gaby está escrito con mayúsculas y remarcado con negritas gira ndoen su cabeza como un planeta.

Ya no podemos salir simplemente los tres a algun lado. Gaby debe de estar ahí. Ósea, no me enoja que lleve a Gaby a nuestras reuniones vespertinas o a nuestras salidas a tomar café, no me molestaba que fuera un par de veces. Pero ahora la incluye en todas, y lo peor es que solo habla con ella. Como si estuvieran en una cita y Juan y yo fuéramos invisibles. Ya no bromea con nosotros, ya parece no importarle las cosas que le contamos. Y eso, al menos a mí, me duele. Me pregunto si Juan experimento lo mismo cuando estaba con Fanny.

Quizás no, yo trataba de incluir lo menos posible a Fanny con mis buenos amigos. Y no me la pasaba hablando de ella todo el tiempo, y además, siempre estuve para Juan y para Shane cuando me necesitaban. Y jamás les dejaría de prestar esa atención que merecen por ser mis amigos, ni por una chica.

—Ah—suspira juan —Esto es mi culpa, si no te hubiera convencido a decirle lo que sentías no te hubieras humillado de esa manera.

—Me enoja que las personas se auto culpen por los problemas de los demás —digo —Fui yo el que se quiso arriesgar, tu solo me diste un consejo muy bueno. Y yo creí que sería bueno arriesgarme, y lo intente. No es mi culpa que las personas no reaccionen como yo quiero.

—Y entonces estas bien.

—Pues sí, supongo.

—Oh Alex —me abraza de lado —No te preocupes, ya verás que Ximena se dará cuenta de que eres perfecto para ella.

— ¿Y si no?

—Se pierde de mucho. —responde.

Esbozo una sonrisa de lado, lo quiero demasiado. Incluso más que a Shane, Juan está atento a mi vida  más de lo que yo  estaría, él me apoya, el me escucha y me quiere como uno de los hermanos que no tiene. Y es precioso tener a personas a tu alrededor que te quieran, incluso cuando tu no lo haces.

Ey, ¡Hola! te quiero si leiste esto.