Alex Parker es un adolescente mujeriego con una lista larga de novias que ha tenido por apuestas, ninguna chica se le ha podido escapar de sus encantos y nunca una de sus apuestas ha sido lo suficientemente complicada como para llevarla a cabo. A ex...
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Alex
Conduzco hacia a la escuela, me encuentro a Ximena en el camino y presiono la bocina un par de veces. Tiene puesta mi sudadera que no me devolvió aquella noche, y la verdad se le ve mucho mejor que a mí para lo holgada que le queda.
—Me gusta cómo te queda. —le digo desde adentro de mi camioneta
— ¿De verdad? Pensé que te molestaría por habérmelo traído a la escuela, pero no encontré mi sudadera amarilla y tengo frio.
—No me molesta para nada.
—Qué bueno saberlo. —suspira aliviada.
— ¿Quieres que te lleve? —pregunte
—Prefiero caminar. —respondió
—Te puedo dejar una cuadra antes de llegar, para que no te vean conmigo.
—Pensé que a ti te daba pena estar conmigo—dice ella.
Niego rápidamente con la cabeza.
— ¿Entonces si quieres que te lleve?
Ella rodea mi camioneta para subirse al puesto de copiloto y abrocharse el cinturón.
—Por cierto, no me das pena mocoso.
— ¿Entonces ya somos amigos?
—Que ingenuo— da palmaditas suaves y consoladoras en mi hombro.
En el camino escuchamos más de ese tal cantante Cuco, no le digo que la quite pero estoy muy fastidiado de escucharlo, porque enserio lo intente. Intente que me gustara como a Ximena para que tuviéramos un gusto en común pero fracase en el intento y lo termine odiando más.
Se negó a bajarse en una cuadra antes de la escuela, así que se bajó en donde yo mismo. Fanny nos miró con nostalgia y se echó a llorar en el hombro de una de sus amigas que tardó en darse cuenta de por qué ahora llora.
— ¿Quieres que me aleje? —pregunto ella.
—No, solo lo hace para llamar mi atención y la de otros. —seguí caminando.
—Pues lo está logrando.
—La verdad es que no hay ningún sentimiento de mi parte hacia Fanny que no sea pena ajena.
Ella rio
—Eres bastante cruel.
Mire encima de su cabeza y note a unas chicas susurrándose cosas y señalando hacia Ximena, mire a todo el entorno y todos nos veía exactamente igual que las chicas.
Entre en pánico, no quería que Andrew sospechara que me estaba enamorando de Ximena de alguna manera.
—Tengo que irme—susurro y me alejo de prisa hacia dentro de la institución.
