Thunderbird⁰ [Newt Scamander] LUNAE LUMEN SAGA

Capítulo 16: "Heridas que no se curan"

LAUREEN VUELVE A SU FORMA HUMANA MIENTRAS ESTÁ INCONSCIENTE, ALGO QUE NADIE EN LA SALA SE ESPERA. Newt está más que asombrado, su rostro muestra la total fascinación que le causa el presenciar la transformación de Laureen; su cuerpo -que hasta ese entonces permanece como un ave- va perdiendo poco a poco el volumen al mismo tiempo en que el color marrón de sus plumas desaparece hasta volverse del color cetrino de su piel.

La fascinación de Newt va descendiendo hasta que se convierte en una mueca de espanto.Cuando la maledictus termina su transformación, en su cuerpo se pueden ver los maltratos que el ave del trueno ha recibido, como las llagas abiertas que lleva en los brazos, la sangre que escurre de las puntas de sus pies y los enormes cardenales que están brotandole a lo largo de toda su complexión.

La criatura al lado de Queenie suelta un alarido y el Aethonan -la criatura que sale de la maleta de Newt- extiende sus alas, invitando al magizoologo y a sus aliados a subir en él para emprender el escape. Tina Goldstein le hace una seña con la cabeza pidiéndole que deje de ver a la herida maledictus, la tome de una vez por todas y se monte en el Aethonan antes de que cualquier otra cosa pase.

Antes de levantar a Laureen, Newt se encarga de revisarle el pulso con un par de dedos temblorosos. Está muy asustado, de hecho, él no ha sentido tanto miedo en su vida como en ese momento mientras descubre el pulso tranquilo de la maledictus. La toma por fin por las piernas, aferrando el cuerpo de Laureen a sus brazos temblorosos que poco a poco se van manchando de la sangre que sale como fuente de su talle.

Queenie sube al Aethonan tomándolo por las crines mientras Jacob se queda de pie detrás de la criatura, Newt le hace una señal a Tina para que se acerque lentamente sin dejar de aprisionar a los concejales con su varita pretenciosa. La Auror hace lo que le pide, subiendo al lomo extendido del animal para que inmediatamente después suba Newt cargando a Laureen. Queenie no sabe qué es lo que debe hacer ahora, pero sus instintos le hacen ver que sólo basta con hablarle al animal para que éste, como la verdadera criatura mágica que es, entienda sus palabras y emprenda el vuelo fuera de las oficinas de la MACUSA.

Es un vuelo largo, o al menos así es como Newt lo siente al distinguir que la sangre de Laureen no deja de deslizarse por las llamas hasta mancharle el abrigo que lleva puesto. Tina gira la cabeza para verles, volteando su cuerpo ágilmente para ayudarle al magizoólogo con la mujer moribunda que lleva en el regazo.

—Episkey—Susurra Tina conforme pasa su vairta por encima de las heridas de Laureen. Newt la contempla, advirtiendo cómo la sangre comienza a detenerse por unos momentos para luego reanudarse—Esto no va a ayudar de mucho, el hechizo es únicamente para reparar heridas pequeñas, no podrá detener el sangrado completamente

—Continúa—Le pide Newt—No dejes de hacerlo, de algo nos servirá

Tina no parece muy segura de proseguir con lo que hace, pero la cara le magizoólogo le obliga a sentir compasión para solucionar lo que de alguna forma ella ha conseguido. Repite »¡Episkey! ¡Episkey! ¡Episkey!« más veces de las que puede contar hasta que la sangre parece detenerse por más tiempo de lo esperado. Ambos saben que a la larga el hechizo ayudará para cerrar la herida -quizá no totalmente, pero al menos les dará tiempo para pensar en algo más- aunque no deben confiarse, después de todo el único que sabe perfectamente sobre la medimagia es Bakari.