Lo que Laureen siente

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Antes de que lean, debo decir que no considero ésta parte como un capítulo (? Claro, está ligado al capítulo 15 que publicaré en unas horas, pero no lo tomo como tal porque es demasiado corto

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Antes de que lean, debo decir que no considero ésta parte como un capítulo (? Claro, está ligado al capítulo 15 que publicaré en unas horas, pero no lo tomo como tal porque es demasiado corto.

Sólo quise plasmar el sentir de Laureen porque ando en el mood y quiero ponerlas tristes a todas ahr.

Disfruten la lectura



LAUREEN NO SABE CUANDO FUE LA ULTIMA VEZ QUE NO SINTIÓ MIEDO, apoyada contra una de las paredes de su celda, Laureen Steward abraza sus piernas intentando no dejarse vencer, seguir mostrando la cara neutral e indiferente que le ha mostrado a Percival Graves aunque no puede, las lágrimas le traicionan bajándole por las mejillas.

Su vida termina mañana, o al menos eso es lo que la presidenta de la MACUSA le ha dicho horas antes cuando ella misma camina hasta su celda dejándole un poco de comida. Laureen la acepta con cortesía, sabiendo que la mujer no carga ninguna culpa, sino que sólo está cumpliendo con su trabajo.

No llora porque le tema a la muerte, eso ya le ha quedado claro, es la impotencia que le causa el no poder volver a casa después de todo lo que ha pasado. Es difícil aceptarlo, pero Laureen siente lástima de sí misma y, cuando eso pasa, la persona no puede dejar de hacerlo. Es como una adicción, cuando comienzas a pensar en algo malo que te ha sucedido e inmediatamente después ese recuerdo es seguido por muchos otros hasta llegar al punto de no retorno donde inicia un proceso profundo de tristeza del que difícilmente se puede salir.

Hay un lugar ahí afuera para nosotros

Más de lo que rezaste o cualquier cosa que hayas soñado

Así que cuando sientas que te estás rindiendo

Porque no encajas aquí

Que el miedo lo está destruyendo

Cierra los ojos y toma mi mano

Hay una canción que le recuerda a su madre, Laureen puede reproducirla en su cabeza tan claramente como la primera vez que la escuchó. Nunca antes le había encontrado un verdadero significado hasta ese momento, mientras la tararea con los labios temblando y los dedos de sus manos jugueteando entre sí.

Pronto, Laureen comienza a llorar terriblemente. Su garganta arde con cada sollozo mientras que los sonidos de su nariz congestionada acompañan a las lágrimas que se escurren por el puente de su nariz hasta morir en la comisura de sus labios. Es tan desdichada, al igual que su madre, que su abuela y que todas las mujeres en su familia; odia con todas sus fuerzas la maldición que lleva dentro, pero sobre todo odia lo que está haciéndole a su vida.

La vida de Janet –la madre de Laureen- es resumida en una de las historias más tristes que nunca se ha contado. La misma Laureen recuerda ver a su madre llorando, recorriendo los pueblos buscando latas de comida abandonadas en los botes de basura y confeccionando ropa para ambas a partir de retazos de tela que consigue de entre los nidos de los ofidios. La historia de la concepción de Laureen es trágica, o al menos eso es lo que ella piensa luego de que su madre se negara miles de veces a decirle quien es su padre.

No importa que ambas sean descendientes de James Steward, a diferencia de Hogwarts, el hecho de que su ascendiente hubiese fundado una de las escuelas mágicas más importantes del mundo no le asegura una posición acomodada dentro de la sociedad, mucho menos luego de descubrir la maldad que corre por sus venas. Son aves de trueno, criaturas destinadas a vivir errantes en condiciones deplorables. Si, ahora que lo piensa mejor, la muerte no parece ser tan despreciable.

Prefiere la muerte mil veces antes que ser prisionera de alguien sin escrúpulos; la muerte es tan sólo el siguiente gran viaje y Laureen espera que el viaje que va a emprender sea más provechoso que el que la ha llevado hasta esas circunstancias. Su llanto se calma, aliviando la pesadez en su pecho.

Piensa en Newt, en Jacob e incluso en Tina, deseando con todas sus fuerzas que ellos estén bien, que les retiren las cargas de sus actos y le castiguen a ella que, después de todo, ha sido la única culpable de que el magizoologo hubiese viajado a Egipto con intenciones de ayudarle.

Ella lo ama.

No sabe cómo, pero le cuesta aceptar que se ha enamorado de Newt Scamander como una tonta. Es absurdo, lo sabe, que alguien se enamore de una persona en un periodo de tiempo tan corto, aunque exista éste fenómeno que muchos llaman amor a primera vista. Laureen no cree en ello, porque sabe que lo que siente por Newt es algo que va más allá de lo terrenal, más allá de lo que ésta vida le puede ofrecer.

Su madre le dijo siempre que existen otras vidas: la que tuviste, la que crees tener y la que tendrás. Laureen se aferra a creer que en la vida que tuvo Newt estaba ahí, a su lado, en las buenas y en las malas. Tal vez en esa vida ella no era un ave y él no era un magizoologo, vaya, quizá ni siquiera eran parte del mundo mágico y podían tener una granja, una empresa hasta un emporio; le gusta creer que, en la vida que tuvo antes que ésta, sus caminos estaban unidos de alguna manera.

La asesinarán siendo el ave del trueno y Laureen está de acuerdo, no quiere morir siendo humana, porque eso sería avergonzarse de su verdadera imagen y eso no es de lo que se trata la vida.

No se vive plenamente avergonzándote de lo que eres.

Y Laureen prefiere ser libre y morir como el ave del trueno que ser una mujer y vivir esclavizada los años que le quedan.

Si tan sólo pudiera quitarse el recuerdo de Newt Scamander de la mente, entonces ella misma se mataría, se clavaría un puñal en el pecho para terminar con el asunto, sin embargo no puede, porque entonces el sacrificio no habría valido la pena. Que tan importante es ser agradecido, piensa, de saber qué hace un par de días sería la última vez que vería a Newt, le agradecería por todo lo que ha hecho y no quedarse con la gran deuda que ahora lleva en sus hombros.

Está escrito en las estrellas que brillan en el cielo

Un mundo al que pertenecemos tú y yo

Donde la fe y el amor nos mantendrá fuertes

Justo como somos es suficiente

Sí, hay un lugar para nosotros

Laureen llora toda la noche hasta el día siguiente, cuando Percival Graves le lleva al salón de ejecución



|¿Saben algo? amo la sabiduría de Laureen a pesar de que ni yo sé de donde lo saco, ahre|

En unos momentos subiré el ultimo capitulo ;)

Thunderbird⁰ [Newt Scamander] LUNAE LUMEN SAGAWhere stories live. Discover now