Capítulo 5: "Llévame contigo"

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RESULTA SER QUE GELLERT GRINDELWALD NO MALDIJO LA SANGRE DE LA FAMILIA DE LAUREEN, al menos no directamente

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RESULTA SER QUE GELLERT GRINDELWALD NO MALDIJO LA SANGRE DE LA FAMILIA DE LAUREEN, al menos no directamente. Laureen le cuenta a ambos magizoologos –después de volver a casa de Bakari- que la maldición que le atormenta ha estado en su familia generaciones atrás, lo único que ella sabe y lo que le dijo su madre antes de morir, es que los Grindelwald maldijeron su sangre en un arranque de recelo y envidia.

Newt no sabe los motivos por los que ambas familias terminaron enemistadas, pero reconoce que las razones no importan al ver que los perjuicios de ello hacen que la mujer que está recostada en el sillón afelpado de Bakari esté sufriendo. Tanto Newt como Bakari deciden que es mejor llevar a Laureen a casa que dejarla malherida en la maleta, así, Bakari limpia su herida y la asegura ni bien pone un pie en su hogar, le ofrece un poco de agua a Laureen e incluso le regala algo de la ropa de su hermana.

—Es un gesto muy amable de tu parte, pero no quiero causar más problemas

—Descuida, está bien si la usas

— ¿Seguro? —pregunta, tomando uno de los vestidos que le tiende— ¿No crees que tu hermana tenga problemas con ello?

—Oh, no, mi hermana murió hace algunos meses y su ropa quedó aquí. Tu puedes darle un mejor uso

—Lo lamento, no lo sabía

—No te preocupes

Asim ladra un par de veces y se tumba de panza a un lado del sillón donde Laureen descansa. Ella toma cada una de las prendas que Bakari le ofrece con una sonrisa tímida mientras Newt la observa detenidamente

—Sé que esto no es de mi incumbencia, pero me gustaría saber cómo fue que llegaste hasta aquí, como fue que esos traficantes te encontraron

Laureen se queda callada observando las prendas de ropa como si aquello fuese más importante que lo que Newt acaba de preguntarle, se estremece y luego sus manos van a parar a la herida que ya ha sido cubierta

—Siempre viví cerca del desierto, no porque me gustara, sino porque mi maledictus se desarrollaba mejor en ese ambiente. He podido convertirme en una bestia desde que era una niña, pero mi madre me prohibió hacerlo de no resultar enteramente necesario, siendo que con cada transformación crecen las posibilidades de mantenerte como bestia, mis cambios se redujeron a cero

» Hace algunos meses el desierto de Arizona comenzó a llenarse de personas extrañas que esperaban ver a la nueva reserva de Ashwinders. Son especies que sólo viven una hora y después se desintegran, así que las personas se amontonaban para poder verlas antes de que eso sucediera. Mamá y yo nos vimos obligadas a transformarnos y ocultarnos en las montañas esperando a que se fueran. De alguna forma una ashwinder escapó de la reserva y mordió a mi madre en una de sus alas; murió poco después de eso.

Newt asiente sin decir nada porque las lágrimas de Laureen han comenzado a mojarle las mejillas. Bakari alcanza un pañuelo y ella lo acepta con un gesto de agradecimiento.

—Mamá logró transformarse de nuevo antes de morir y fue entonces cuando me dijo lo que los antepasados de Gellert Grindelwald le habían hecho a mi familia. Luego, mi madre se desintegró en mis manos hasta que quedaron únicamente sus cenizas. Me transformé inmediatamente e intenté volver a casa, pero me topé con los traficantes y fue cuando me llevaron consigo

— ¿Existe una manera en que la maldición termine?

—La hay, pero si mis ancestros no pudieron hacerlo, dudo mucho que yo pueda

— ¿Conoces a otras especies de maledictus? Quiero decir, ¿personas que se transformen en otro tipo de bestias?

Laureen parece pensárselo un poco antes de asentir. Newt le envía una mirada significante a Bakari antes de que Laureen hable

—Eso creo. Yo no pude conocer a otra persona además de mi madre con ese tipo de maldiciones, sin embargo, recuerdo que mamá habló una vez de una mujer que podía convertirse en una enorme serpiente

— ¿Sabes dónde está ella?

—No específicamente, sólo sé que se encuentra en París

Asintiendo, Newt sabe que no debe preguntar más sobre el tema, pues tiene claro que es algo difícil de procesar tanto para él como para ella. Bakari hace una mueca mientras acaricia a su perro y piensa con profundidad. Luego, dice:

— ¿Sabes? Tu apellido me parece conocido. Steward, sí, creo que lo he oído antes

—Naturalmente—responde, con un deje de orgullo en su voz—Soy descendiente de James Steward, cofundador del Colegio de Magia y Hechicería de Ilvermorny, la mejor escuela de magos del mundo

—La mejor escuela es Hogwarts—declara Newt como no queriendo la cosa. Laureen le mira con una ceja alzada—Pero... uh... así que descendiente, ¿huh? Creo que ahora toma un poco de sentido el que una de sus casas lleve el nombre del ave del trueno

—Sí, creo que es algo muy apropiado

La conversación termina y Bakari decide que es hora de comer algo, desaparece en la cocina dejando a Laureen y Newt solos, mirándose fijamente

—Tienes más preguntas, puedo intuirlo—le dice. Newt asiente con pena

—La verdad es que sí, tengo demasiadas preguntas al respecto, pero no quiero incomodarte

—Has hecho demasiado por mí, te lo debo

Newt frota sus manos en un intento por tomar un poco de calor a pesar de que está sudando con su gabardina puesta. Laureen lo observa un poco más hasta que Newt se encuentra listo para volver a fijar su atención en ella.

— ¿Qué es lo que piensas hacer ahora? —le pregunta. Newt cierra los ojos luego de notar que Laureen desabrocha su camisa para colocarse la ropa de la hermana de Bakari. Escucha un suspiro de Laureen que le hace tener escalofríos

—No lo sé. No lo tomes a mal, pero escuché algo de tu conversación con Bakari donde le decías que tenías planeado viajar a Nueva York, ¿es cierto?

—Lo es—Newt abre los ojos pues Laureen le avisa que ya puede mirar, que está totalmente cambiada. Newt se da cuenta de eso al admirar el vestido verde que lleva puesto—Eh... Nueva York es mi siguiente parada

—Eso es maravilloso. Tú podrías llevarme de vuelta a Arizona

Newt aprecia el brillo en sus ojos sin poder negarse a lo que le pide; no es algo nuevo puesto que él mismo llegó a pensar aquello antes de darse cuenta de que el ave del trueno era en realidad una mujer. Ahora todo es diferente, piensa, ya que no puede transportarla en su maleta y no puede tampoco llevarla consigo como acompañante sin la reglamentación necesaria.

—No tengo inconveniente en hacerlo, es sólo que bueno, no podrías ir en la maleta con las demás criaturas, quiero decir, con las criaturas. Ellas te molestarían demasiado

— ¡Oh! Eso no es un problema, puedo lidiar con ellas. Entraré en tu maleta y nadie sabrá que estás contrabandeando a una maledictus

—Eso suena mal—Newt logra reír un poco por la broma. Laureen le sonríe—Digamos que estarás jugando a las escondidillas para que la policía no te atrape y nos lleve a ambos a la cárcel

—Hecho

Laureen vuelve a sonreír sin creer la suerte que ha tenido de encontrar a alguien como Newt tan dispuesto a ayudarle en lo que pueda y llevarle de vuelta a casa. Bakari entra a la habitación acompañado de una bandeja repleta de panecillos y tres cuencos de sopa caliente que flotan detrás del magizoologo. Los tres caminan hacia la mesa, con Laureen apoyándose contra Newt gracias a lo reciente de su herida, le ayuda a sentarse y así, los tres se disponen a comer entre risas sobre las hazañas de Bakari.

Thunderbird⁰ [Newt Scamander] LUNAE LUMEN SAGAWhere stories live. Discover now