Thunderbird⁰ [Newt Scamander] LUNAE LUMEN SAGA

Capítulo 6: "Matrimonio Scamander"

—ASÍ QUE... ¿MAGIZOOLOGO?

Newt asiente, intentando ignorar el repentino sonrojo que le ha acalorado las mejillas. Laureen sonríe lentamente, mostrándole sus dientes blancos antes de bajar la mirada y continuar con su labor dentro de la maleta.

A Newt Scamander no le gustaban mucho los barcos, pero era el único medio que encontró para llegar lo más pronto posible a Nueva York desde la escala que hizo de Egipto al país europeo que estuviese más cerca de su destino. No fue fácil, porque Newt tuvo que fingir viajar solo y pedirle a Laureen que, a pesar de que no era lo más correcto, permanecer en la maleta al menos hasta que fuese seguro. A Laureen no pareció importarle, según ella, porque de esa manera podría vincularse mejor con las criaturas de Newt.

Subiendo al barco y luego de conseguir una pequeña pero decente habitación, Newt deja la maleta en el suelo, entrando en ella poco a poco hasta que sus pies tocan la firme madera de su escondite. Camina sigilosamente hasta Laureen, mirando la manera en que ésta prepara una especie de alimento para los Occamies.

—Conocí a un par de personas como tú—le dice, alejando un poco a las criaturas que se han acercado para husmear en sus manos y quitarle la comida—Un hombre y una mujer, allá en Arizona. Eran esposos y les gustaba atrapar animales para aprender de ellos

— ¿De verdad?

—De verdad, aunque no eran como tú. Ellos... usaban otros métodos

— ¿Qué clase de métodos?

Laureen hace una mueca pero no dice nada, sino que se acerca hasta el canasto donde descansan los Occamies entregándoles un poco de alimento a cada uno. Newt se asombra al notar la manera tan sencilla y amorosa con la que la maledictus trata a sus huéspedes; Laureen le mira un segundo sin decir nada todavía, pero haciéndole saber sus intenciones.

Newt sabe a qué prácticas se refiere, él mismo ha tenido la desdicha de conocer a magizoologos así, que utilizan la ciencia de su nombre para aprender de las criaturas fantásticas sin importarles que éstas salgan heridas en el proceso. Newt se siente asqueado por ello, sacudiendo la cabeza de un lado a otro frenéticamente como si la simple idea le quemara las entrañas

—Yo no soy así

—Lo sé, me quedó claro luego de que tú y Bakari me rescataran

—Bueno, debo decir que lo hicimos porque creímos que eras una criatura, ya sabes

—Eso no quita el hecho de que me hayan ayudado, y ahora tú sigues haciéndolo sin interés alguno

—De hecho si tengo un interés—acepta Newt, altamente apenado. Laureen eleva una ceja haciendo que Newt baje la vista a sus zapatos—Yo uh... estaba pensando en que llegando a Londres podríamos... ya sabes, hablar un poco más sobre tu condición. Me refiero a que jamás había tenido la oportunidad de encontrarme con un maledictus y me gustaría documentar un poco la experiencia