CAP 23

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Al día siguiente vi a Iroh caminar algo molesto hacia algún lado. Fui tras él para averiguar qué tramaba.

–¿Está todo bien? –Pregunté.

–Zuko está buscando problemas. Acompáñame, necesitaré tu ayuda.

Asentí y ambos corrimos hacia el castillo del rey. Estuve confundida todo el trayecto, pero Iroh parecía saber exactamente dónde ir.

Caminamos por los túneles subterráneos hasta una puerta enorme, la cual abrimos, y cerramos rápidamente. Miré a un hombre con una máscara azul.

–¡Tío! ¡Jazz! –Exclamó él. Era Zuko.

–Zuko. –Dije yo.

–¿Qué hacen aquí? –Gruñó, quitándose la máscara.

–íbamos a preguntarte lo mismo. –Gruñí.

–¿Qué pretendes hacer ahora que encontraste el bisonte del avatar? –Preguntó Iroh.- ¿Encerrarlo en nuestra casa nueva?

–Primero me lo llevaré. –Respondió.

Miré al bisonte y dejé que ambos comenzaran a discutir a gritos. Me acerqué con calma a la criatura, dándole a entender que no tenía intenciones de herirlo.

–Tranquilo, amigo. –Susurré, tocando su suave pelaje.

Al instante la bestia enorme se tranquilizó.

Oí el grito frustrado de Zuko y vi que tiró su espada doble y su máscara al suelo.

–Ayúdenme a liberarlo. –Dijo.

Sentí una ola enorme de alegría llenar cada fibra de mi cuerpo y toqué una de las cadenas que ataban al bisonte. Al instante las seis cadenas se rompieron en mil pedazos.

–¿Cómo hiciste eso? –Preguntó Zuko, tan impresionado como yo.

–Es la akiva. –Respondió Iroh, sonriente.

Luego de aquello abrimos la puerta, dejando huir al bisonte y los tres salimos de aquellos túneles, para caminar hacia nuestra nueva vida.

–Hiciste lo correcto. –Sonrió Iroh, orgulloso de su sobrino.

Zuko se quedó callado todo el trayecto hasta nuestra casa, y al llegar Iroh no paró de decirle que había hecho lo correcto.

–No me siento bien. –Dijo, antes de caer desmayado.

–¡Zuko! –Exclamamos ambos, corriendo a su lado.

Tomé agua de una jarra con el agua control y comencé a revisarlo, por si había quedado herido.


El príncipe y la akiva (Príncipe Zuko)Where stories live. Discover now