CAP 9

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Me quedé mirando a los ojos de Zuko por unos instantes tratando de descifrar lo que pensaba, pero no lo lograba, él era muy bueno escondiendo lo que sentía.

Zuko atacó primero, lanzándome una bola de fuego con su puño. La desvié desplazándome a un costado y le lancé una ráfaga de fuego también.

Y así comenzamos a entrenar. Atacándonos y evadiendo el fuego del otro, hasta que me cansé de seguirle el juego a Zuko y, al ver a Iroh con la taza de té en mano, tomé con agua control toda el agua de su taza y congelé los pies de Zuko, dejándolo atrapado en el suelo.

Me moví rápidamente evadiendo sus constantes ataques y con lo poco que sabía de aire control, le hice perder el equilibrio y caer. Descongelé sus pies y convertí esa agua en una especie de estaca de hielo, con la que amenacé colocando la punta en su cuello.

–No es justo pelear contra la akiva. –Frunció el ceño tratando de señalar que estaba enfadado, pero noté en sus labios el fantasma de una sonrisa imperceptible para cualquiera, pero no para mí, que era muy observadora.

Luego de eso regresamos a la casa abandonada para comer algo y descansar un poco, entonces Iroh comenzó a hablarnos sobre la técnica de los rayos que había usado la hermana de Zuko para atacarlo.

–El relámpago es una expresión pura del poder del fuego sin agresión, porque no se alimenta de ira o de las emociones como otras técnicas de los maestros fuego. –Comenzó a explicar Iroh.- Hay personas que llaman al relámpago "el fuego de sangre fría." Es preciso y mortal como Azula. Dominar esta técnica requiere paz mental.

–Entiendo. –Habló Zuko.- Por eso estamos tomando té. Para calmar la mente.

–Es verdad. –Asintió Iroh.

Cuando los tres terminamos nuestros vasos de té, caminamos fuera de la casa abandonada, quedando parados frente a un acantilado, y allí Iroh continuó con su lección.

–La energía está en todas partes. –Explicó.- Y se divide en Ying y Yang. Energía positiva y energía negativa. Solo unos pocos maestros son capaces de separar estas energías, y cuando estas dos tratan de volver a unirse, tú te conviertes en el canal para guiar esta misma, que se convierte en el rayo.

Hizo un ademán de mano para que Zuko y yo retrocediéramos y eso hicimos, entonces Iroh creó un rayo y lo disparó por el acantilado.

Quedé asombrada deseando poder hacer algo como eso algún día, y al parecer no fui la única.

–¡Yo quiero intentarlo! –Exclamó Zuko.

–También yo. –Me uní al príncipe.

–Recuerden, luego de separar las energías ya no depende de ustedes. Pasan a ser simples y humildes guías. –Explicó.- Primero respiren.

Me separé de Zuko y me concentré en respirar profundamente.

Separar las energías. Positiva y negativa. Separar las energías. Positiva y negativa. Separar las energías.

Mi familia, mis amigos, Lee, el pueblo.

Encontrar a dos amigos que están dispuestos a permanecer conmigo.

Separa ambas cosas. Separar las energías.

Abrí los ojos y moví mis brazos de la forma en la que Iroh había hecho.

Cuando dirigí mis dedos hacia el vacío del acantilado, un gran rayo azul salió de mis dedos, con un gran estruendo.


El príncipe y la akiva (Príncipe Zuko)Where stories live. Discover now