Ready Girls?✔️ (EN EDICIÓN)

7. El beso

Suspiro en alivio, me llevo la mano al pecho intentando calmar a mi pequeño corazoncito que ha sufrido muchos infartos esta tarde.

—No hagas eso Ryan, por casi me muero del susto—sonríe, mostrando esa dentadura perfecta que tiene.

Me muerdo el labio, imaginándome esos labios besándome, recorriendo mi cuello, la sangre llega a mis mejillas. Ryan se empieza a reír, esa risa ronca que amo.

—¿En que pensabas?— sus ojos me miran profundamente, haciendo estragos en mi cabeza.

—En nada.

—¿Ah si?— se acerca mas a mi, su boca esta a centímetros de la mía, por un momento, pienso en acercar la mía, pero ese pensamiento se esfuma de mi cabeza inmediatamente.

¿Y si me rechaza?

¿Y si se ríe de mi?

A la mierda todo.

Voy acercando mi boca a la suya, me mira quieto, sin hacer nada, sigo acercandome, pero Ryan da un paso hacia atrás.

Le miro paralizada, tragando saliva voy dando pasos hacia atrás, sintiendome una completa imbecil.

Cuando ya he dado unos cuantos pasos, Ryan sigue sin decir nada, evitando mi mirada, eso me duele mas, así que, sin esperar a que me diga algo, me doy la vuelta, dispuesta a irme de aquí lo antes posible.

Con una mano, agarro la tira de la mochila. Apretando mis labios, dejo atrás a Ryan, no me molesto en echarle una ultima mirada antes de irme, lo único que quiero es que la tierra me trague.

Miro hacia arriba, las gotas estampandose en mi cara, cierro los ojos.

Cuando por fin salgo de ese parque, siento que puedo respirar, suelto un grande suspiro.

¿En que estabas pensando Almudena?

-

—¿Rojo o negro?— Maria, con dos vestidos en las manos, me pregunta.

—Negro— ni siquiera miro los vestidos, me concentro en mi libro.

Unas manos me arrebatan mi novela, —Deja de leer, friki— fulmino a Maria con la mirada.

—Vamos Almu, nos vamos de fiesta, arréglate, con esas pintas que tienes no vas con nosotras—cogiendome del brazo, Caroline me guía hacia el espejo.

Sonrio, —Bien, me quedare leyendo el romance de Tessa y Hardin, prefiero eso antes que soportar a los borrachos de Seattle.

Maria gruñe, —Como buena amiga que soy, te ayudo a tener vida social.

—Vosotras ganáis— se les dibuja una sonrisa en la cara, pero esa sonrisa se esfuma rápidamente, —Pero nada de vestidos por encima de la rodilla.

Caroline me tira un vestido negro, cuando me lo pruebo, rápidamente niego con la cabeza, —No pienso ponerme este vestido, mirad— señalo mi escote, —esto es mucho.

—A ver Virgen Maria, estas perfecta— Maria azota mis manos cuando intento colocarme bien es vestido.

—¿Estais listas?— Maria nos mira.

—Listas— decimos Caroline y yo al unísono.

Maria asiente pero se le borra la sonrisa al mirarme, —No, de ninguna forma vas a ir así.

Coge el estuche de maquillaje y un peine junto a una plancha del pelo y comienza a prepararme mientras que yo gruño.

-