Capítulo 14

1.2K 55 3
                                    

Me quedé tirada en la arena, el dolor había cesado pero solo un poco. Seguía llorando a causa del dolor que aún sentía, y eso que raramente lloro a causa del dolor. Jack se acercó a mí, pasó un brazo por debajo de donde salían mis alas, y me apoyó en su pecho. Estaba llorando, lloraba mucho.

-Lo siento Jen, de verdad que lo siento.- No paraba de repetir mientras me apretaba más contra él.

-No… no lo sientas… Jack.- Dije yo entrecortadamente.- No… fue culpa… tuya.-

-Sí que fue Jen, solo soy un estorbo. Ójala no tuvieras a un compañero tan inútil.-

Levanté mi mano izquierda como pude y le acaricié el rostro. Él me miraba sorprendido.

-No lo sientas Jack.- Dije pudiendo respirar mejor por fin y parando de llorar.- Has sido el mejor compañero que he podido tener, aparte de que eres mi mejor amigo.- Intenté mostrarle una sonrisa.

-¿Por qué tienes que ser tan buena conmigo?- Dijo tristemente.- En fin hay que dejarse de lamentaciones, tendrás que guardar esas alas.-

Le miré extrañada.

-¿Cómo hago eso?-

-Umm… cierra los ojos.- Le hice caso.- Bien, ahora imagina que tu espalda es una gran cascada, pero quieres que el agua deje de caer y en vez de ir hacia abajo quieras que vaya hacia arriba.-

Así lo hice, seguí los pasos de Jack. Noté un leve escozor en mi espalda y abrí mis ojos.

-Bien hecho.-

Giré mi cabeza lo que pude y… había funcionado. Ya no estaban esas alas, habían desaparecido.

-Ahora tengo que ir a ver qué paso al otro lado, tranquila miraré si hay trampas.- Dijo al ver mi cara de preocupación.- También tendré que avisar a alguien para que nos echen una mano.

Vi a Jack desaparecer por donde antes se habían ido nuestros compañeros. Eché un vistazo a mi alrededor, la sirena con la que hablé antes se había vuelto a desmayar y ninguna de las demás se había despertado.

Me moví un poco sobre la arena intentando sentarme, pero sentí dolor y decidí quedarme tumbada. ¿Era un ángel? Parecía una broma de mal gusto, ¿Yo? ¿Un ángel?

Me reí un poco para mí misma. Jack tendría muchas cosas que explicarme. Nada más pensar en él apareció, no tenía buena cara.

-Ninguno ha sobrevivido.- me dijo.- ¡Maldición!- Dijo mientras pegaba un puñetazo a la arena.- Toda esta misión ha sido un auténtico desastre.-

-¿Has llamado a los refuerzos?- Le pregunté.

-Sí, están de camino.-

-Ya veo.-

-Deberías descansar.- Me dijo Jack.

-No es necesario, estoy… bueno no estoy bien pero no quiero descansar.- Dije soltando un suspiro.- ¿Jack?

-¿Sí?

-¿Puedo apoyar mi cabeza en tus piernas? – Le pregunté.

Parece que la pregunta le desconcertó un poco pero sonrió y asintió. Se levantó, se sentó detrás de mí e incorporó mi cabeza para que me apoyara en sus piernas.

-Se esta cómodo así.- Le dije.

-Sí…-

Noté que el cansancio se apoderaba de mí, o tal vez estuviera desmayándome, no lo supe muy bien. Le miré, y me fijé en sus labios, los mismos labios que antes me habían besado.

-Oye Jack…-

-Dime.-

Me senté completamente, el dolor había cesado ya un poco. Giré mi cabeza y me acerqué a su oido.

-Aunque no fuera por voluntad propia…- Le susurré.- Me gustó ese beso.-

Hunters (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora