Hunters (Terminada)

Capítulo 11

Jack me prometió que me lo contaría todo, pero que era mejor ir a su casa, así estaríamos más tranquilos. Aunque antes teníamos que pasarnos por la habitación de Christian. A Jack no le hizo gracia, pero le dije que no estaba en situación de quejarse, ya que él me había ocultado cosas, todavía no sé exactamente qué cosas pero me las ocultó.

Pregunté por su habitación y fuimos directamente hacia allí. La verdad es que esta parte de la base era muy parecida a un hospital. Entré en la habitación yo sola. Christian estaba en un cuarto individual, acostado en una camilla.

-Hola.- le dije. No pareció inmutarse.- Ejem, soy Jen.

¡Jen!- dijo él.

Se incorporó un poco y movió sus manos buscándome. Tenía los ojos vendados con lo que no veía nada. Me acerqué a él y le cogí las manos.

-Tranquiilo, estoy aquí.-

-Jen, estaba tan preocupado, me habían dicho que uno de los hunters había muerto y yo… y yo..- Fue como si estuviera a punto de echarse a llorar.- Estaba tan preocupado de que te hubiera hecho algo mientras estaba descontrolado…-

-Tranquilo Christian estoy aquí ¿Ves?- En ese momento me arrepentí de lo que dije ¿Podría ser más tonta- Perdón, no me refería a eso, lo que yo quería decir… era… esto… en fin siento mucho lo que tuve que hacerte.-

-No te preocupes, se me pasará.- Se rió un poco, al menos parece que no le afectó mi comentario.- ¿Y tú?  ¿Te hice daño?-

-Un poco pero no fue gran cosa.- Aunque eso pareció tensarle un poco.- Pero tranquilo no fue culpa tuya, no podrías haber hecho nada.-

-Supongo…-

-Christian volveré por aquí en cuanto pueda, pero por ahora tengo que irme. Tengo… que hacer algo importante.

-De acuerdo, espero que vuelvas pronto, aquí me siento un poco solo.-

Lo dijo riéndose pero se notaba que lo decía muy en serio, no se le veía tan feliz como suele ser él.

-Pues adiós.-

Me acerqué un poco y le di un beso en la mejilla. Christian se ruborizó pero conseguí sacarle una sonrisa. Después salí de allí y me encontré con Jack. Entonces, de repente sonó la alarma.

-Aviso, a todos los hunters que no se les hayan asignado ningún trabajo, vayan a la sala de emergencias ahora mismo, repito…-

Jack y yo pertenecíamos a ese grupo, así que nuestra charla tendría que esperar a otra ocasión. Rápidamente fuimos que nos llevaría a la sala de reunión.

Aunque en total éramos muchos hunters, con el revuelo de ayer, solo quedamos libres una docena. Por desgracia, Bratt era una de ellas, aunque también estaban los otros dos hunters que estaban conmigo en la sala de los lobos.

-A ver, esta es la situación: un pequeño grupo de hunters fueron a revisar una señal de socorro que nos enviaron. Llevaban ya cuatro días sin volver y ahora recibimos una señal de auxilio de ese grupo. Por lo visto era de un cuarto grado.-

Nuestras señales se dividen en cinco grados, el primer grado significa que la emergencia no es gran cosa, y así a cada grado es cada vez más urgente hasta llegar al quinto que se reserva para las más graves, así que ésta era urgente de verdad.

-Este será el plan, os dividiréis en dos grupos, uno liderado por Patri y el otro por Bratt. La señal se sitúa en una playa al este de aquí, un grupo revisará la zona norte de la playa y otro la zona sur. Eso es todo, estad alerta.-

Hicimos los grupos rápidamente, me tocó en el de Bratt. No me agradaba pero no iba a discutir las ordenes. Junto a mí estaban Jack, los dos hunters de la noche anterior y uno más que no había visto nunca.

Primero nos dirigimos a la sala de armas. Cogí una mochila y puse bastantes cuchillos de todo tipo de materiales y un cinturón para colgarlos luego más fácilmente, ya que no podríamos llamar la atención. Hubo hunters que cogían otro tipo de armas, pero los cuchillos eran mi especialidad. Después fuimos al garaje. Jack y yo decidimos cogernos una moto, en parte porque no me apetecía ir en el mismo vehículo que ese Bratt. Los otros cuatros decidieron ir en coche.

-Muy bien.- dijo Jack subiéndose a la moto y pasándome el casco.- Vámonos.-