Capítulo 7

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Entramos en el ascensor. Es bastante espacioso, allí dentro podrían caber por lo menos 20 personas. Era de un color azul pálido, y lo único que tenía era un escáner en donde tendría que poner la mano Christian. Parecía bastante impresionado por todo.

-Oye pero aquí no hay botones ni nada de eso.- Dijo de repente Christian.

Jack y yo nos reímos y eso, parece que hizo que Christian se molestara.

-Christian te lo dije antes. Por ejemplo, un hombre lobo no puede ir a donde pueden ir los hunters, por motivos de seguridad, ya que ahí están nuestras listas de busca y captura, archivos secretos etc.- No parecía que comprendiera mucho.- ¿Y si te equivocaras y fueras al refugio de los vampiros? habría algún conflicto.

-Claaro, eso sí tiene sentido.- Por fin pareció comprender.

Los vampiros y hombres lobos nunca se han llevado bien. Jamás lo he entendido, pero en cuanto le puse ese ejemplo… mira como lo pilló enseguida.

-¿Entonces lo único que tengo que hacer es apoyar mi mano ahí?-

-Exacto, tío listo.- Dijo Jack, parecía que se divertía con la confusión de Christian.- ¿Tú escuchas cuando te hablan?

-Pues claro que sí.- Dice molesto.

Christian se acercó a la pantallita cuadrada y posó su mano allí. Ya había empezado a escanear y debajo del panel aparecieron dos opciones: la primera era el refugio para todos los hombres lobos que lo necesitaran, y la segunda, era la de los controles. Christian quitó su mano y se alejó un poco.

-Ahora pulsa el botón de los controles.- le expliqué a Christian.

Así hizo, y el ascensor empezó a moverse rápidamente hacia la derecha.

-Espera, espera, esto no debería ir de arriba a abajo como los ascensores normales.- Jack se volvió a reír.

-Christian, estos no son ascensores normales, pueden desplazarse de arriba a abajo, de izquierda a derecha, incluso, en diagonal. Nuestras instalaciones ocupan un gran terreno y si esto solo se desplazara de arriba a abajo sería muy cansado llegar de un lado a otro.- Terminé de explicarle.

-Entiendo.-

-¿Acabas de cumplir los dieciocho, verdad?- le pregunté

-Si, así que esta es la primera vez  que tengo que venir a un lugar como éste.-

Los hombres lobos, pueden convertirse en su forma lobo cuando quieran, pero cuando cumplen los dieciocho, la luna llena los descontrola y no pueden controlar sus transformaciones lo que representa un peligro para cualquier otro tipo de vida.

Después de unos minutos llegamos a nuestro destino. Al entrar nos encontramos con una sala, si se puede llamar así, en la que se abren cinco pasillos marcados de la A a la E.

En el centro de la sala se encuentra una mesa y dos hunters, uno sentado en una silla detrás de ella y otro, de pie enfrente de él. Cuando nos acercamos el que estaba de pie vino corriendo hacia nosotros. Era Sam.

-Mira quiénes se han dignado a aparecer.- Dijo Sam.

Los hunter tenemos cinco personas que nos gobiernan, Sam es uno de ellos, y solo se renuevan cuando algunos de ellos… se muere, entonces las personas que queden se reúnen y eligen quien será su sustituto. Sam es el que mejor me cae, los demás son demasiados serios y él siempre me ha tratado como su hija ya que, fue el que sustituyó a mi padre en su puesto en el consejo y siempre se llevaron como si fueran hermanos, o al menos eso me han dicho.

-Discúlpenos por no aparecer ¿ha pasado algo que nos incumba?- le pregunté a Sam.

- Venga ya Jen, ya sabes que no tienes que ser tan formal conmigo.- Dice sonriendo.- Ven aquí anda, que me tenías muy preocupado.- Dijo dándome un abrazo.

-¿Y para qué nos buscabas?- Le preguntó Jack. Y por fin me soltó, no soy demasiado aficionada a los abrazos.

-Tenéis que pasaros a buscar vuestra recompensa y a ver al Consejo.-

-¿Recompensa? , ¿Ver al Consejo?- pregunté yo extrañada.

-Claro, ¿no sabéis a quiénes matasteis la anterior noche?- movió la cabeza de un lado a otro y se encogió de hombros.- Era una de los tres reyes de los rebeldes vampíricos, el Consejo lleva doce años intentando darles caza y vosotros, no solo habéis matado a uno de ellos, sino también a uno de sus segundos. Ofrecían una gran recompensa por sus cabezas.

Los rebeldes vampíricos son un pequeño grupo de vampiros que se rebelan contra nuestras reglas e intentan matar a cientos de humanos para alimentarse. Son gobernados por tres poderosos vampiros, y aunque sean un grupo pequeño son muy poderosos, aunque mejor dicho son gobernados por dos vampiros ahora.

-Y por eso el Consejo quiere agradeceros vuestro sevicio, muchos de los nuestros están asombrados por vuestro espectacular trabajo.-

-Bueno… en realidad deberían felicitar a Jen, yo solo fui un estorbo…- Dijo Jack con la cabeza agachada.

-No digas eso muchacho, vosotros dos sois un equipo, el fracaso de uno es el fracaso de otro, igual que la victoria de uno, es la victoria del otro.- dijo Sam

-Es verdad Jack, además, si no hubiera sido por ti no podría haberlo rastreado, y los hubiera perdido de vista.-

-Bueno, bueno está bien.-

Detrás de nosotros se oyó a alguien carraspear.

-Os recuerdo que sigo aquí.- Dice Christian.

-Lo sentimos Christian, vamos a registrarte.- Nos dirigimos hacia la mesa.

-Por cierto Jen.- dijo Sam detrás de  mí.- Nos falta personal para ayudarnos con los hombres lobos en los controles ¿podrías echarnos una mano?-

-¿Quién? ¿Yo?- él asintió.- Bueno si no hay más opción…

Hunters (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora